El primer mes de Donald Trump como presidente de EEUU ha estado marcado por la polarización y la confrontación. En tiempo récord, el magnate neoyorquino ha confirmado varios de los principales temores que habían en torno a él y a lo que podía hacer en su gobierno. Ha emitido decretos y vetos migratorios que desataron protestas y rechazo en todo el país y parte del mundo; ordenó construir el muro en la frontera con México; humilló a sus servicios de inteligencia; defendió al presidente ruso Vladimir Putin y entró en una guerra sin cuartel contra los medios de comunicación. 

#ADAYWITHOUTINMIGRANT. AGENCIA EFE.

Los conflictos y las protestas civiles comenzaron desde antes del 20 de enero, día que asumió el cargo, y la polarización se fue agravando con los polémicos decretos que firmó y otras medidas que tomó, como la destitución de la fiscal general que se opuso al veto migratorio a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana –bloqueado actualmente por la justicia–; la salida de EEUU del Acuerdo Transpacífico; erosionar la política exterior estadounidense y las relaciones con líderes de China, México y Australia, por ejemplo.

La sociedad civil estadounidense se ha constituido como la principal fuerza opositora del magnate desde el día uno de su mandato, con una contundente y multitudinaria marcha en que se realizó el 21 de enero en defensa de los derechos de las mujeres, la comunidad LGTBI y los inmigrantes en Estados Unidos. Al día siguiente de la manifestación que tuvo eco en casi todo el mundo, Trump contestó a través de su medio favorito, Twitter: "Vi las protestas (…) pero bajo la impresión de que acabamos de tener una elección. ¿Por qué esas personas no votaron?”.

ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP / GETTY IMAGES

La forma de enfrentar los problemas a través de esta red social se ha vuelto una constante. Trump no dudó en atacar y ofender a fiscales y jueces que se oponían a su decreto que prohibía la entrada a EEUU de refugiados e inmigrantes musulmanes. "No puedo creer que un juez pondría nuestro país en tal peligro. Si algo sucede, será su culpa y del sistema judicial. La gente entrando. ¡Malo!", dijo en Twitter sobre el magistrado James Robart, quien le asestó el mayor revés judicial a su veto.

Otro de los temas que le ha traído más de un problema son los nexos del círculo cercano de Trump con Rusia, tanto en campaña como en el poder, lo que le costó –tempranamente– el cargo al su consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, pero el escándalo por este tema está lejos de menguar.

Los servicios de inteligencia de EEUU, vapuleados por el presidente y alarmados por su amistad con Putin, han contraatacado. Por medio de la prensa, a la que Trump también ha declarado una guerra abierta y los ha llamado “enemigos del pueblo”, empezaron a filtrar información confidencial para golpear al gabinete presidencial y poner en duda la capacidad e idoneidad para dirigir la primera potencia del mundo.

En una conferencia de prensa inusual en la historia política de EEUU, el magnate arremetió contra los prensa y los periodistas. “Nunca he visto unos medios más deshonestos, francamente, que los medios de comunicación políticos", disparó, al dirigir sus invectivas a The Wall Street Journal, The New York Times, The Washington Post, CNN y hasta la BBC.

Donald Trump en conferencia de Prensa - Casa Blanca. Agencia EFE

La pelea ahora es a cara descubierta. Trump tiene en contra a los medios más influyentes del mundo, a los servicios secretos y a una clase media urbana vigilante y crítica de sus acciones. Solo la buena marcha de la economía estadounisende y una base fiel lo salvan, de momento. Pero nadie sabe cuánto podrá durar.

El punto más débil de Trump es la política exterior. Descontando su animadversión con México, tuvo que retractarse en muchos aspectos: en el caso de Israel ha dado marcha atrás a su apoyo irrestricto a los asentamientos ilegales, ante China ha abandonado su coqueteo con Taiwán y frente a Irán ha dejado sin denunciar el pacto nuclear que tanto censuró.

Trump ganó las elecciones con 2,8 millones de votos menos que Hillary Clinton, y las encuestas muestran que no ha sido capaz de revertir este desequilibrio. Por el contrario, en cada nuevo sondeo aumenta el descontento social con él. Su desaprobación, según Public Policy Polling, ha subido del 44% al 53%. La caída ha sido tan pronunciada que hasta el líder de la mayoría republicana, el senador Mitch McConnell, ha pedido mesura a Trump. “Pero lo que dice, lo hace todo más difícil”, admitió.

“Nunca he estado tan nervioso sobre lo que pueda ocurrir en Washington. Si emerge una crisis, no sé si podrán responder de una forma racional”, dijo por su lado el demócrata Leon Panetta, antiguo secretario de Defensa y ex director de la CIA para El País. “Nuestro gobierno vive en un increíble desorden y espero que no sigan así porque somos una nación en guerra”, reconoció el respetado general Tony Thomas, jefe del comando de operaciones especiales.

#ADAYWITHOUTINMIGRANT. AGENCIA EFE.

Por lo pronto, las protestas pacíficas civiles contra el presidente Donald Trump y sus políticas no encuentran tregua en Estados Unidos. Las organizadoras de la “Marcha de las Mujeres” en Washington, convocaron a una manifestación el día 8 de marzo para mostrar al país cómo sería un día sin mujeres. Todos se encuentran atentos a las decisiones un personaje controversial y poco predecible.

NOTAS RELACIONADAS:

Organizadoras de "Women's March" contra Trump convocan a una protesta con el lema #ADayWithoutAWoman

Con rostro femenino: Las mujeres marchan contra de Donald Trump en EEUU y otras partes del mundo

Trump vuelve a la carga contra la prensa: “Nunca he visto unos medios más deshonestos, francamente”

Trump cierra filas en torno a su decreto migratorio, pese al revés judicial y rechazo internacional