La actual ministra de la Mujer, Ana María Romero, rechazó cualquier vínculo que la involucre con los actos ilícitos de Odebrecht cuando dirigió el Centro Global para el Desarrollo de la Democracia, la ONG fundada por el expresidente Alejandro Toledo, hoy investigado por la fiscalía, que lo acusa de recibir US$20 millones en sobornos de la constructora brasileña para que gane la buena pro de la carretera Interoceánica.
La ONG en mención fue financiada por Odebrecht y recibió US$71.536 entre los el 2009 y 2011, según un documento de Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Ante ello, los congresistas Mauricio Mulder (Apra), Héctor Becerril (Fuerza Popular) y Víctor Andrés García Belaunde (Acción Popular) pidieron la renuncia de la ministra.
“La ministra debió haber renunciado porque su permanencia golpea al gobierno en medio de las denuncias contra Alejandro Toledo”, dijo Becerril, citado por Perú21, luego de que el exdirector de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, reveló la entrega del referido soborno al exmandatario.
Por su lado, García Belaunde consideró que la ministra Romero estaba muy comprometida con la ONG. “Si Pedro Pablo Kucyznski consideró como una vergüenza y una traición que Alejandro Toledo haya recibido dinero de Odebrecht, ¿qué hace ella en el gobierno? y no ha dado un paso al costado”, dijo.
En su defensa, Romero, en entrevista con La República, explicó que Odebrecht financió un encuentro de expresidentes y el encuentro con Muhammad Yunus como lo hizo cualquier otra empresa que contaba con los recursos para aportar. Además descartó renunciar, porque no hay motivos para ello.
"Rechazo rotundamente esa insinuación porque eso afecta mi integridad. En toda mi trayectoria no ha habido nada oscuro. Que demuestren que [el dinero] ha sido mal habido y lo entregue a la justicia. Desde el 2013 nos han pedido toda la información y la hemos entregado. Las cuentas están claras. No ha habido un sol que haya ingresado al Centro Global que yo no haya autorizado. No ha habido nada irregular. Somos auditados por la APCI y la SUNAT".
En ese contexto, les mandó un mensaje a quienes ahora piden su salida desde el Congreso por su pasada relación con la ONG de Toledo:
"No tengo ninguna responsabilidad sobre actos de terceros y no tiene asidero renunciar. El presidente es el único que puede hacerlo y no me lo ha pedido. Al Centro Global no ingresó un sol de la corrupción".
Romero se mostró decepcionada por la actual situación legal de Alejandro Toledo, con quien trabajó del 2002 al 2006, y le pidió que regrese al país y afronte los cargos que le imputan:
"El caso Ecoteva lo entendía como una persecución política (...) desde el momento que trasciende nuestras fronteras ya no puedo creer eso. He creído hasta días que se trataba de una persecución política. Ahora no puedo creer eso. Siento una inmensa decepción".
(Foto de portada: La República)
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