El exviceministro de Comunicaciones Jorge Cuba confirmó que colaborará con la justicia en las investigaciones por los sobornos que pagó Odebrecht por el Metro de Lima en el último gobierno aprista, antes de ingresar a la carceleta del Poder Judicial, donde esperará que el INPE defina en qué penal de Lima cumplirá los 18 meses de prisión preventiva que se le dictó por haber recibido pagos ilícitos de la constructora brasileña por US$ 2 millones.
“Voy a colaborar con la justicia, me vengo a poner a derecho”, indicó en breves declaraciones a la prensa, tras ser trasladado a la carceleta desde el aeropuerto Jorge Chávez, a donde arribó esta martes temprano, procedente de Miami (EEUU), a donde viajó el 24 de diciembre, tres días después que Odebrecht admitiera que entregó coimas a funcionarios peruanos por US$ 29 millones entre el 2005 y 2014.
Cuba, sobre quien pesaba una orden de captura internacional hace dos semanas, habría tomado la decisión de entregarse luego de que el FBI lo ubicara en EEUU, aunque su abogado, Luis Peña, insiste en que su cliente se puso a derecho por voluntad propia.
Precisamente, Peña declaró poco después de que Cuba pisó suelo peruano y fuera detenido. "Hay un cúmulo de hechos, varios investigados y, obviamente, él [Jorge Cuba] no es responsable de todo, sino de una parte de los hechos. Por esos hechos, él ha expresado su perdón básicamente a su familia", dijo el abogado a periodistas en el principal terminal aéreo del país.
En esa línea, Peña dijo que"no podría descartar una confesión sincera o una colaboración eficaz", pues está "llano a colaborar con la justicia".
Pero lo cierto es que eso está por verse, si tenemos en cuenta lo que ha pasado con el exfuncionario Edwin Luyo, el primer detenido que hubo por las coimas en el tren eléctrico. Su defensa legal había anunciado días atrás que se acogería a la confesión sincera, lo que significa allanarse a la acusación, pero luego ha dado marcha atrás al respecto.
"Él (Luyo) tiene las pruebas de cómo ha sido todo, cuenta con todo para demostrar que no fue el único que recibió coimas", dijo la semana pasada el abogado José Luis Salazar, cuando anunció que su defendido se acogería a la confesión sincera y que evaluaban la posibilidad de acogerse también a la colaboración eficaz, dos figuras legales que suponen entregar información veraz sobre el involucramiento, propio y ajeno, en la corrupción investigada, a cambio de una reducción de la pena al momento de ser sentenciado.
Pero ese cambio de estrategia legal de Luyo, quien recibió US$ 500 mil en una cuenta en la Banca Privada d’Andorra a través de una offshore, quizá no sea un hecho aislado en el caso Odebrecht. Ya hay suspicaces que creen que todo esto puede ser parte de una suerte de 'inmolación' a cambio de algo para que los llamados 'peces gordos' de toda esta trama de corrupción no sean alcanzados por el brazo de la justicia, como ha pasado antes.
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