Hablan de 'defender la familia' y, en teoría, no pueden formar una; no dejan de repetir lo que supuestamente significa un matrimonio válido y, en teoría, no pueden casarse; critican y pretenden que se hable de sexualidad a su modo y, en teoría, no pueden tener sexo. Una vez más los obispos del Perú salieron al frente para criticar algo que claramente desconocen sumándose a la campaña #ConMisHijosNoTeMetas que advierten de la inclusión de la supuesta 'ideología de género' en el Currículo Nacional de Educación.
Este lunes en rueda de prensa -cuya imagen era más la de un tribunal inquisidor-, los miembros de la Conferencia Episcopal Peruana dieron a conocer su 'preocupación' por el tipo de educación que reciben los niños y adolescentes de nuestro país, señalando que con la inclusión de "nociones que no provienen de la Constitución sino tomadas de la denominada ideología de género" se ha 'confundido' a los peruanos.
"De esta manera se ha creado un clima de confusión entre los peruanos respecto a la función tutelar que tiene el Estado hacia la familia y el matrimonio, y se ha vulnerado el derecho de los padres de familia a decidir el tipo de educación que quieren para sus hijos".
Un pronunciamiento que incluía media docena de menciones a la supuesta 'ideología de género' pero que en ningún momento explicaba de qué se trata la misma, para finalmente terminar con citas bíblicas que nos hizo retroceder unos cuantos siglos.
“Hombre y mujer Dios los creó” (Gn 1,27). “Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer y se hace una sola carne” (Gn 2,24). “Lo que Dios unió no lo separe el hombre” (Mt 19,6)
¿Pero tiene esta nueva intromisión de los representantes de una confesión religiosa -dentro de un estado laico- impacto en la opinión pública? Pues parece que no.
Este lunes una encuesta de Ipsos realizada a pedido del Ministerio de Educación demostró que la campaña de desinformación denominada #ConMisHijosNoTeMetas no ha calado tan hondo como se esperaba. Algo que no debería sorprendernos si tomamos en cuenta que quienes la promueven responden cosas como estas:
Pero vayamos a las cifras. Según la encuesta publicada en el Diario El Comercio, el 94% de entrevistado dice estar 'de acuerdo' o ' muy de acuerdo' con que desde el Ministerio de Educación se promueva un enfoque de igualdad de género que permita entender que tanto niños como niñas tienen los mismos derechos y oportunidades.
Asimismo, un 93% está a favor de evitar el bullying en las escuelas y un 83% de que se respete la orientación sexual de los alumnos. Unos números importantes si tenemos en cuenta que gran parte del acoso escolar en la actualidad -y desde hace muchísimos años- se da por este motivo.
Finalmente un 76% se mostró a favor de que la educación sexual sea incluida dentro del currículo. Una herramienta necesaria si se busca evitar que los más chicos hoy respondan como quienes protagonizan los videos anteriores, ¿no?
¿Pero qué suponen estos datos? ¿Se está ganando la batalla?
Para Susana Chávez, directora del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex), esto sin duda muestra avances en la opinión pública pero no a nivel político.
"En los últimos años se vienen observando cambios sustantivos en la opinión pública que no están avanzando de la misma forma en las decisiones políticas o incluso en las presiones que se vienen haciendo en los sectores ultraconservadores que tienen una postura como es el caso de las iglesias evangélicas o el último comunicado de los obispos del Perú. Eso nos hace ver que estamos todavía ante una lucha por derechos que son reconocidos por la ciudadanía pero que lamentablemente no son respetados por una minoría. Todavía estamos ante una vieja forma de hacer política donde las evidencias no están contando", señala en declaraciones a LaMula.pe
Chávez considera que gran parte de la responsabilidad de informar a la ciudadanía respecto a estos temas y defender las políticas públicas al rededor de estos, debe provenir del mismo Estado y las autoridades.
"Cuando estos sectores religiosos desinformados, o malintencionadamente desinformados, convocan a una especie de resistencia a las normas o las leyes de convivencia, desde donde debe informarse es desde el propio Estado. Nos hubiera gustado ver al presidente Kuczynski salir y hablar sobre el tema de una manera un poco más enfática en vez de estar con titubeos. Quisiéramos tener a un primer ministro expresándose públicamente sobre esto".
Pero lo que no hace el Estado están dispuestos a hacerlo cientos de jóvenes con una sola herramienta: la información. Para Cristina Cáceres, vocera del colectivo #NoALaIdeologíaDelOdio, las cifras deben ser tomadas "con bastante alegría pero también con cautela", ya que si bien muestran que hay bastante aceptación, aún a un sector de la población le falta llegar a esta información, precisamente quienes se ven influenciados por los artífices de campañas como #ConMisHijosNoTeMetas
"Esperamos una campaña más agresiva de parte de ellos, pero nosotros vamos a seguir con nuestra misma línea: informando en las calles, cara a cara con la gente. Hemos tenido una jornada exitosa este fin de semana donde la gente nos ha mostrado su preocupación, preguntas y dudas al ver carteles que los asustan un poco, pero luego leen y se dan cuenta que no es así. Cuando uno de verdad va, habla con ellos y se les explica, te muestran un apoyo increíble que resulta gratificante. Vamos a seguir con esto, aunque nuestra campaña sea más austera porque no tenemos 'diezmos'", sostiene.
"Todos los que hemos pasado por el colegio sabemos que se utilizan términos como gay y lesbiana como insultos. La mayoría de padres son conscientes de ello y por eso están a favor de que se enseñe a respetar a los niños. Precisamente este tipo de comportamientos persiste porque no se le enseña desde pequeños que no se trata de insultos y se normaliza". Cristina Cáceres.
Un poco más acostumbrada a los avatares que suponen la lucha por el respeto a los derechos de las personas LGTBI, la activista Verónica Ferrari considera que hay dos puntos importantes a resaltar en la encuesta de Ipsos.
"Indica dos cosas más o menos evidentes. Primero que hay una mayoría consciente de las dificultades que atraviesan las mujeres desde que son muy pequeñas, y que esa situación debe cambiar a través de una educación igualitaria y que la campaña millonaria y nacional que han emprendido los conservadores, sobre la base de mentiras, ha fracasado. El Perú va camino hacia un cambio cultural sin precedentes que los antiderechos no tienen forma de contener".
¿Entonces tiene sentido la súbita aparición en escena de los obispos? ¿Han acudido al rescate de una campaña que no está funcionando? Para Ferrari es algo que no sorprende.
"La Conferencia Episcopal se está pronunciando sobre algo que no existe. No sorprende que en este afán de contener el avance de las ideas progresistas, se sumen a la campaña de mentiras que algunos grupos evangélicos están llevando adelante con poco éxito. Quieren hacer presión sobre el Estado y la ciudadanía, interviniendo en política y contraviniendo sus propios principios de mantenerse lejana a esta, como han hecho todo el tiempo cuando se trata de derechos de las mujeres y de personas LGTBI. A mí, personalmente, me parecen manotazos de ahogado. Es evidente que el Perú no es el mismo de hace 50 años en los que ellos decidían qué era posible y qué no. Esperemos que el gobierno no retroceda en el camino de la igualdad que ha emprendido respetando la Constitución y los Tratados Internacionales que protegen sobre todo a las poblaciones en situación de vulnerabilidad".
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