El escándalo de su exasesor Carlos Moreno ya le había empezado a pasar factura al presidente Pedro Pablo Kuczynski, melló la confianza en el Gobierno, golpeó fuerte su aprobación y lo obligó a que, sobre la marcha, apurara un paquete de medidas anticorrupción para darle un respiro.

Pero casi sobre la marcha, el conflicto socioambiental por el proyecto minero de Las Bambas, en Apurímac, cobró su cuarta víctima mortal, la primera de la gestión de PPK. Esto también tuvo un impacto en la popularidad del mandatario, según el último sondeo de GFK, difundido por La República este domingo.

La encuesta nacional urbano rural revela que el mandatario ha perdido 10 puntos de aprobación en un mes, al pasar de 62% a 52%, y que su respaldo es menor en los sectores más pobres, el D y el E (48%) y en Lima (47%). 

La tendencia descendente es mayor aún en la zona sur del país, donde se ubicada Las Bambas, en el segmento C, el sector medio emergente que no quiere perder lo que ha ganado en los últimos años y espera la reactivación económica del país, y entre quienes votaron por Keiko Fujimori en las últimas elecciones.

Lo que haga el Gobierno en adelante, con el tema de las facultades legislativas y las medidas que anuncie la Comisión Presidencial de Integridad, será clave, porque puede marcar un punto de inflexión, subraya el gerente de GFK, Hernán Chaparro. "La mitad de la población considera que el gobierno puede mejorar y casi dos tercios mencionan que los avances se podrían ver en tres a cuatro meses", dijo el analista, citado por La República. 

Otro dato relevante que parece ser un efecto de Las Bambas es que ha vuelto a prevalecer la percepción que asocia a Kuczynski con el gran empresariado. Según el sondeo, un 53% cree que su gobierno trabajará a favor de las grandes empresas y solo 30% cree que lo hará a favor de los más humildes. PPK había logrado que esa imagen se revierta en agosto, cuando 43% decía que gobernaría para los más pobres, frente a un 38% que veía beneficiando a las corporaciones privadas.

Pero no solo en este aspecto ha perdido terreno el presidente, porque de agosto a la fecha, los que creían que PPK  "es respetado por los peruanos", pasan de 81% a 71%; los que lo ven "comprometido con los problemas del país", de 76% a 69%; los que creen que "es activo/enérgico", de 71% a 64%; y quienes dicen que "es querido por los peruanos", disminuyen de 80% a 74%. Se trata de caídas significativas de entre seis y 10 puntos porcentuales.

Diversos analistas coinciden que si algo han revelado estos primeros 100 días de gestión de PPK es que estamos frente a un gobierno débil, que no cuenta con un partido ni con una bancada cohesionada, pero que dentro de esa debilidad ha mostrado alguna capacidad política para negociar acuerdos específicos como el otorgamiento por parte del mismo de facultades para legislar.

En general, la encuesta de GFK, si se compara con la de setiembre, muestra que el ánimo ciudadano es más crítico no solo con PPK, sino con el resto del gabinete. En solo un mes, el premier Fernando Zavala cae 14 puntos (de 46 a 32%) y el equipo ministerial 11 (42 a 31%).

Lee también:

PPK: cien días que no hicieron la diferencia

El 'negociazo' de Moreno golpea fuerte la aprobación de PPK, según Ipsos

Reactivar, formalizar y aumentar: la receta de PPK para mejorar el sueldo mínimo