Colombia vive momentos de incertidumbre. Aunque Juan Manuel Santos y Timochenko han declarado que mantienen su voluntad por seguir dialogando a favor de la paz, tras la victoria del No en el plebiscito del último domingo, lo cierto es que nadie puede decir, con seguridad, qué pasará en los próximos meses en el país sudamericano.
Ya hemos hecho un acercamiento a las razones de los votantes del No. Pero, ¿qué pasó con los colombianos que no acudieron a votar (21.833.898 personas)? Vice hizo suya está interrogante y salió en busca de respuestas con una delimitación: solo consultó a los colombianos nacido entre 1981 y 1995, es decir, los millennials. El desinterés hacia los asuntos públicos y la desconfianza en los políticos son rasgos comunes. Compartimos algunos testimonios.
VALERIA
"Nunca en mi vida he votado. No creo en la política, me sentiría cómplice de una mala opción... Estoy segura de que detrás del Sí hay corrupción y detrás del No también.... Compadezco a las víctimas pero no creo tampoco que exista un plan conveniente para integrar a esta gente en la sociedad. Y para completar me parece un descaro decidir sobre algo que no he vivido directamente. Dentro de mi ignorancia, siempre he creído que no importa qué o a quién elijamos: las decisiones siempre estarán inclinadas a favor de los dueños del sistema, que son los bancos o los grandes empresarios (y eso no se elige)..."
CARLOS
"Yo nunca he votado en mi vida. Hasta hace varios años, solo tenía pereza, en realidad no me importaba. Sin embargo, en estos últimos cinco años, con una carrera y una maestría en Historia encima, puedo decir que la democracia es una falacia y que como régimen político no es viable. No creo en la democracia, mucho menos en un país que tiene un abstencionismo de más de 50%, porque es en esencia hipócrita. ¿Que la democracia es más incluyente?: mentira, porque hoy en día estamos cayendo en esos conceptos que rayan con lo "políticamente correcto" y termina siendo más una posición autocomplaciente que otra cosa"
JUAN DIEGO
"Yo inicialmente no tenía la intención de votar porque a mí no me gusta mucho eso. Luego sí iba a votar, pero al final no me pude levantar porque me pegué una rumba el día anterior y me levanté a las dos de la tarde y no me pude parar. Básicamente fue por eso: estaba bien toteado. Realmente no creí que me fuera a enfiestar tanto, sí quería votar. Iba por el Sí. Cuando vi que ganaba el No, quedé muy impresionado. Uno tiene que ser consciente: por algo era ley seca".
LAURA
"No fui fundamentalmente porque en el microcosmos que vivimos el Sí iba a acabar de manera abrumadora con el No, por ende creí que mi voto iba a sobrar, que no era requerido. Además, el debate suscitado por las dos posturas me pareció bastante inocuo. No vi claramente un proceso de paz (que por otro lado no era necesario refrendar en la urnas sino que se debió imponer, como en otros casos históricos). Fueron habladurías de quién es bueno y quién es el malo: eso hastió, desde mi punto de vista, a muchos posibles votantes como yo".
[Foto de portada: feednoticias.com]
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