Luego de que el jefe de estado Pedro Pablo Kuczynski se mostrara liberal a propósito de fumarse un 'troncho' al decir que no es el fin del mundo fumarse uno, los más conservadores y moralistas lo criticaron por haber dicho ello, e incluso desde la Defensoría del Pueblo se emitió un pronunciamiento en el que manifiesta preocupación por lo dicho por el mandatario. Sin embargo, es una magnífica oportunidad más para seguir intercambiando ideas sobre el cannabis. Como muestra de ello, Alfredo Menacho, antropólogo y gerente general de Wawasana, y miembro del directorio de Adex, comparte sus reflexiones con los lectores de LaMula.pe:
"Los recientes comentarios de nuestro presidente respecto a la cannabis y el revuelo que han causado en los medios, son dignos de análisis. Sobre todo si sabemos que tres países de la región vienen trabajando ya la marihuana medicinal y uno de ellos también la recreacional, y que este noviembre se votará la legalización en otros 25 estados de EEUU, y que es muy posible que gane el sí.
En el caso del país de las oportunidades, no podría ser de otra manera cuando miramos el tamaño del negocio. A la fecha, con 5 estados en los que la marihuana, medicinal y/o “recreacional” es legal, el mercado ya es de 5 mil millones de dólares al año. Se calcula que, con el ingreso de los nuevos postulantes, llegaría rápidamente a 27 mil millones de dólares. Esto puede implicar la federalización del negocio y permitirle acelerar sus actuales procesos, relentizados por no poder bancarizar esas enormes sumas de dinero. En Colorado, en donde es totalmente legal, el mercado es de mil millones al año y los impuestos que paga han generado una nueva dinámica económica y un conjunto de mejoras en infraestructura vial, educativa, de salud, etc. así como la aparición de nuevos negocios de desarrollo y abastecimiento de materiales auxiliares y otras industrias conexas.
Por su lado, la planta tiene una larguísima historia de usos agrícolas e industriales diversos, mucho más “ambientales” que todas sus competidoras: su productividad agrícola es altísima, no requiere pesticidas agresivos, es un negocio agrícola con mercado seguro y se espera muchos más productos con la “marca” Cannabis. La especie es capaz de producir mucho más fibra que cualquier algodón, es totalmente renovable y sirve para producir y confeccionar combustible renovable (el primer auto, el Ford T, usó alcohol de cannabis para moverse), alimento para animales, ropa, calzado, aparejos marinos (las velas y todos los aparejos de las carabelas de Colón fueron hechas con cannabis), etc. Su potencial económico es, pues, enorme, sin hablar de sus usos recreacional y medicinal.
La investigación científica –en cannabis hay mucha- ha identificado, dos canabinoles principales en la planta. El THC es el componente que permite el estado de relajación, la hiper sensibilidad, la sensación de bienestar, la risa fácil, el estado de consciencia ampliado, la percepción aguda, la introspección, etc. El CBD gatilla más bien las principales funciones medicinales y su mercado es creciente y jugoso al punto que el FDA le ha quitado el permiso de uso a las empresas que lo trabajaban como suplemento nutricional por años y se lo ha entregado a los laboratorios farmacéuticos: el tamaño del negocio amerita alguna que otra trasgresión a la “libertad de empresa” tan voceada en “America”.
Los resultados medicinales del CBD en cáncer, diabetes, control del dolor y muchas, muchas otras dolencias, son tan fuera de lo común que cualquier persona enferma debería tener el derecho de usarla para recuperar la salud y el bienestar y prolongar su vida.
Un toque académico.
La planta aparece en un capítulo especial de Las Plantas de los Dioses, texto fundamental del biólogo norteamericano Evan Shultes y el químico suizo Albert Hoffman, en el que se lista y analiza la mayoría de plantas que han sido usadas a lo largo de la historia para fines religiosos, rituales, etc. Estas plantas, son llamadas enteógenos.
La palabra "enteógeno" es un neologismo propuesto en un artículo publicado en la revista Journal of Psychedelic Drugs, vol. II, núms. 1 y 2, enero-junio 1979. Sus autores son los helenistas C.A.P. Ruck, J. Bigwood, y D. Staples, el micólogo R.G. Wasson, y el botánico J. Ott. Dicho artículo fue incluido, ulteriormente, en el libro El camino a Eleusis, de la editorial Fondo de Cultura Económica.
El término se adapta de la lengua griega, en la que éntheos (…) significa "poseído por un dios" (literalmente "dios dentro de") y génos (…) que significa "origen, nacimiento". Por tanto, el significado etimológico es «devenir divino de adentro». El adjetivo correspondiente es enteogénico.
Por lo demás, la relación entre enteógenos y estados de consciencia superiores ha sido señalada también por Marlene Dobkin de Rios, una antropóloga gringa casada con peruano, especialista en religiones y estados de consciencia. Ella afirma que el uso de alguna planta de este tipo está en el centro del nacimiento de todas las religiones. Lo mismo indica el extraordinario sicólogo norteamericano Abraham Maslow –el de la famosa pirámide:
Abraham Maslow denominó a estas experiencias directas con lo divino EXPERIENCIAS CUMBRE, pero este tipo de experiencias no están limitadas a los estados alterados producidos solamente por drogas, también pueden ocurrir durante la meditación, hiperventilando, practicando yoga, hipnosis, etc.
Entonces no estamos hablando solamente de una droga maligna capaz de llevar a nuestros hijos al abismo de las drogas duras, sino también de una planta considerada sagrada dentro de contextos específicos.
Los tronchos y los fumones
Es claro que nuestro presidente algo de esto conoce. A pesar que no es ningún experto en el tema, su primera referencia fue quitarle a la planta el aura de maldición gitana y usar la palabra con la que popularmente se nombra a los cigarrillos de marihuana en nuestro medio. Con su referencia ligera a los tronchos dijo algo muy cierto: la marihuana no es tan mala. Y, claramente, puede ser muy buena, a la luz de la información anterior. Entonces, ¿cómo pasa de tratarla amigablemente a ubicarla en la sección fumones? Es evidente que gracias a la reacción de los políticos opositores y muchos medios de comunicación que quieren, todos ellos, ganarse alguito con un discurso altisonante, moralista y mojigato. Nuestro presidente no se va a hacer de un tema tan incomprendido cuando tiene tantos otros pendientes. Aunque, como economista y estadista, debería irlo pensando.
La marihuana es un hábito que, manejado desde la madurez y el equilibrio personal, solo produce bienestar y gozo en todos los ámbitos de la vida, además de propiciar un ánimo sereno y una sensibilidad que nos ayuda a entender mejor este mundo y sus infinitas posibilidades. Claramente, no todos tendrán acceso a esta aparente panacea. El equilibrio, la serenidad, el buen ánimo y la sensibilidad tienen que preexistir para que se manifiesten ampliadas con el uso de cannabis. Asimismo, sus efectos se manifestarán según el estado de cada uno, el uso o el abuso de la planta y la circunstancia específica de cada uno. Ni más ni menos que con el alcohol, los cigarrillos o cualquier otro consumo humano pasible de excesos. Como en todo, no es la sustancia, sino la dosis.
Por otro lado, como ya lo dijo en su momento el presidente Mujica, es mil veces preferible que el Estado tenga el control de las sustancias y no la delincuencia. La prohibición del alcohol en los EEUU de principios del siglo XX es un buen ejemplo de ello.
¿Y la coca?
A diferencia de Estados Unidos, que se ha zurrado en la Convención de Viena de 1961 que puso la marihuana en la lista N° 1 de sustancias prohibidas, nosotros seguimos obedientes sus anacrónicos mandatos, sin siquiera empezar a pensar en los enormes beneficios que nos podría traer un manejo más abierto e inteligente de nuestra hoja de coca: la hoja sagrada de los Incas.
Hace un año hicimos en ADEX un estudio preliminar de las posibilidades que tendría la hoja de coca en caso fuera un negocio legal global. Un análisis inicial reveló un potencial de 40 mil millones anuales, solamente en las categorías de adelgazante y para control del apetito, coadyuvante para el control de la diabetes, coadyuvante en el control de osteoporosis, bebidas y alimentos energizantes. Esto con una participación proyectada de solo 5% del mercado mundial. No hablamos de abonos y pesticidas naturales, alimentos para animales y muchas otras categorías, millonarias todas, en las que nuestra hoja sagrada podría participar con éxito.
Creo que sus posibilidades son enormes, pero hay un largo camino por recorrer, a pesar que la hoja de coca no tiene un efecto enteógenico instantáneo, como el de la marihuana y aun cuando proporciona una serie de efectos benéficos en lo físico y en lo espiritual. Lo que queda claro es que es un tema que no se ha discutido por falta de información. Hace un par de meses conversé con Andrew Weil, uno de los más conocidos y reputados médicos norteamericanos, autor de muchos libros y creador de una cátedra de medicinas integradas, sobre qué hacer para ayudar a un mejor manejo de este recurso natural. El sugirió que avancemos en el trabajo de investigación científica. Por diversas razones no se ha estudiado la otrora hoja sagrada y las únicas referencias locales son muy limitadas. Ahí hay una tarea pendiente.
La semana que viene se presenta en una conferencia de prensa durante el London Chocolate Forum, Rafael Cánovas, gerente general de Enaco, la Empresa Nacional de la Coca. Rafael viaja invitado por Greg Anahorian, un norteamericano experto en patentes que ha descubierto la manera de desamargar el cacao usando los extractos atomizados y descocainizados o simplemente con infusión de coca. Lo que Greg pretende es entrar con su fórmula patentada al mercado del chocolate, de más de 100 mil millones de dólares anuales. Este es un negocio que puede cambiar la historia de la hoja de coca y su relación exclusiva y excluyente con el narcotráfico, en caso que Enaco aumente muchísimo su actual capacidad de producción o, lo ideal, tercerice la producción del extracto con empresas privadas nacionales formales.
Actualmente necesitamos con urgencia inversiones en infraestructura, ampliar nuestra cobertura y capacidades en educación y salud, implementar sistemas autosostenibles de inclusión social, impulsar el desarrollo de emprendimientos, crear nuevos mercados, etc. Ya deberíamos ir diseñando una ruta piloto seria de ingreso de la hoja de coca al mercado legal."
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