Durante su discurso que brindó en el Congreso de la República para obtener el voto de confianza, Fernando Zavala -jefe del Gabinete Ministerial- reveló una de las metas más ambiciosas del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski

"Tenemos como meta reducir la anemia infantil y la desnutrición crónica que afecta al 43,5% de los niños menores de tres años y al 14,4% de los menores de cinco años, respectivamente. Trabajaremos para reducir los niveles de desnutrición crónica infantil en menores de cinco años al 8% a nivel nacional y lograr que la anemia deje de ser un problema de salud pública".

El reto, aunque plausible, demanda una estrategia altamente planificada y que combine el trabajo intersectorial de los ministerios involucrados -Salud, Mujer Educación, Agricultura, Desarrollo e Inclusión Social-  en la reducción de los índices de desnutrición crónica y anemia infantil. 

Para conocer la gravedad del panorama que enfrentará el Ejecutivo, LaMula.pe conversó con Alejandro Vargas, Coordinador Nacional de Programas de Acción Contra el Hambre. 

"Si queremos hacer un balance de los último 5 cincos, desde el 2011 y 2015, en el tema de la desnutrición crónica infantil (DCI) en niños menores de cinco años, vemos que ha habido un avance importante. Según las cifras del INEI, la reducción ha sido de 19.5% a 14.4%, e incluso en el área rural ha habido un avance, lo cual es importante. En el año 2011, había una prevalencia de 37% y en el año 2015, esa prevalencia pasó, en el año 2015, a 27.7%", señaló.

Pero estos pequeños logros esconden cifras alarmantes, sobre todo, en las regiones andinas como Huancavelica, Huanuco y Cajamarca. La primera de ellas continúa siendo la de mayor incidencia de DCI con 34% (en el 2011, la cifra alcanzaba el 54.2%). En tanto, en Huánuco el registro alcanza el 24,2%. En la tercera región mencionada -considerado el centro minero más importante del país- la cifra es de 23,9%. Si nos trasladamos a la selva encontraremos que en Ucayali, la DCI llega a 24%.

[Mira un reportaje sobre la problemática de la anemia y la desnutrición crónica infantil del 2015]

Como puede prefiguarse, esta deficiencia en los menores de edad aumenta en las regiones donde hay mayor desigualdad económica, y por consiguiente, menos oportunidades de desarrollo.

"La DCI es un indicador de desarrollo más que un indicador nutricional. Donde existen altos niveles de pobreza y exclusión  y cuando más déficit de acceso a los servicios públicos hay, se generan las condiciones para este problema", manifestó Vargas a este portal. 

 ¿Y CÓMO VAMOS EN ANEMIA INFANTIL? 

A diferencia de la DCI, la anemia infantil (AI) en niños de entre 6 y 36 meses ha aumentado en los últimos años. Si en el 2011, la preevalencia de la AI era de 41.6%, en el último reporte (del año 2015) la cifra aumenta a 43.5%, siendo el sector rural el más afectado (51.1%) que el urbano (40.5%). 

En cuanto a este mal, la región Puno es la más afectada. En esta zona altoandina la AI infantil llegó, en el 2015, a la alarmante cifra de 76%. Madre de Dios, por su parte, tiene un reporte de 58.2%. Pasco también evidencia una situación preocupante con un 56.1%

¿POR QUÉ FALLA EL ESTADO EN EL SECTOR RURAL?

La DCI infantil -explicó Vargas- se generan, principalmente, por dos razones: 1) Un consumo deficiente de alimentos en cantidad y calidad  y 2) Las reiteradas ocurrencias de infecciones diarreicas, respiratorias y parasitarias.  

Conociendo las causas, hay que preguntarse por qué los sectores rurales son los más vulnerables. Para el representante de Acción Contra el Hambre existen cuatro razones que generan que los sectores rurales sean los más afectados en lo que se refiere a DCI: 

-"Los niveles de producción y productividad agrícola y pecuaria en la zona rural están cada vez siendo menores debido a la falta de asistencia técnica o por indidencia de plagas".
-"El acceso de las familias de acceso a servicios de salud de calidad es limitado, a pesar de que se ha mejorado mucho la disponibilidad de los servicios. El problema, además, es que la atención está enfocada en la cura de las enfermedades mas no en la prevención, es decir, en que las familias tengan buenas prácticas de alimentación, higiene y cuidado infantil".
-"Hay un deficiente acceso a los servicios de agua y saneamiento". 
-"Falta de promoción de prácticas, en las familias, para contrarrestar la DCI". 

En el caso de la AI el principal factor de desecandenante es la falta de consumo de hierro. A ello hay que añadirle la parasitosis. En este último aspecto la selva (donde la AI alcanzó el 47.9% en el 2015) es más vulnerable ya que los parásitos que ocasionan pérdidas de sangre, y por lo tanto inciden en la anemia, están básicamente en esa zona. 

Otro aspecto importante es que las mujeres gestantes tienen un consumo deficiente de hierro lo que afecta a sus hijos y que se agrava con el corte inadecuado del corte umbilical (antes de que termine de pasar sangre fetal al niño para que le permita cubrir su insuficiencia de hierro). 

El panorama se agrava más cuando no existe una lactancia materna exclusiva que le permita a los recién nacidos recibir -durante los primeros tres años de vida- el hierro necesario para una formación adecuada de sus músculos y huesos. 

LAS RECOMENDACIONES PARA PPK

En Acción Contra el Hambre consideran que una de las claves para combatir la DCI y AI es el trabajo intersectorial entre los diferentes ministerios (Salud, Agricultura Educación, Mujer, Desarrollo e Inclusión). Esta labor, además, tiene que estar articulada por una entidad intersectorial que dependa directamente de la Presidencia del Consejo de Ministros. 

"Hasta hace algunos se tenía la Comisión Interministerial de Asuntos Sociales que facilitaba enormemente la coordinación y articulación de los sectores. En este último gobierno, esta comisión bajó a ser una instancia del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y eso limitó su capacidad de trabajo", apuntó Vargas. 

El especialista consideró que el Ejecutivo debe abordar la AI desde la gestación e incluso desde antes, "trabajando con las mujeres en edad fértil e incluso con escolares". 

A su vez hay que incidir en el aspecto comunicativo sobre el uso de micronutrientes que en últimos años ha incrementado su cobertura. Para que esta acción se fortalezca hay que trabajar directamente con las comunidades a través, por ejemplo, de las municipalidades.  

En cuanto al acceso a la salud, hay que incidir en un "cambio de paradigma" en el personal profesional de los establecimiento de primer nivel de atención (9.500 en todo el país aproximadamente) para que asuma que su función primordial es desarrollar acciones de prevención y promoción de la salud para que la población se mantenga sana.  

Por supuesto, para realizar todas estas labores requiere de una fuerte inversión. En ese sentido, la Iniciativa contra Desnutrición Infantil (IDI) ha propuesto el incremento del gasto público anual en acciones para la reducción de DCI y la AI de 1.25% a 1.5% (S/ 320 millones de soles aproximadamente).

Finalmente, hay que resaltar que la desnutrición y la anemia no solo son probremas sociales sino también económicos. Sobre ello, hay que mencionar que ambos males nos llevan a perder, respectivamente, 3% y 0.67% de Producto Bruto Interno (PBI). En otras palabras, ¿cómo queremos desarrollar nuestra economía a largo plazo, si no nuestros profesionales no llegan a desarrollar todas sus capacidades cognitivas?

[Foto de portada: Andina] 

Notas relacionadas en LaMula.pe:

Reducir la desnutrición infantil: la promesa que PPK deberá cumplir

Farid Matuk: "La medición de la pobreza es ficticia"

Carolina Trivelli: "Programas productivos reducen pobreza pero no reemplazan a redes de protección social"

¿Revolución (social) caliente? Algunas reflexiones sobre las metas sociales del gobierno de PPK

PPK promete erradicar desnutrición infantil en Puno y anuncia agua potable y electricidad en toda la región

Fernando Zavala: Gobierno se compromete a reducir pobreza nacional de 22% a 15%