Fue blanda con Juan Luis Cipriani y dio crédito al Arzobispado de Lima, que dijo que las frases del cardenal sobre la violación sexual hacia las mujeres fueron "descontextualizadas". Pero, además, la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marisol Pérez Tello, dio a conocer su pensamiento sobre la relación entre el Estado peruano y la Iglesia Católica, así como su posición respecto a propuestas a favor de las mujeres y de las personas LGTBI.
En una entrevista en el programa Agenda Política de Canal N, el periodista Enrique Castillo le preguntó si el Estado peruano debe seguir subvencionando exclusivamente a la Iglesia Católica. La abogada respondió:
"Esa pregunta te la agradezco. Salió publicado el reglamento recientemente, había una serie de arbitrariedades con relación a, no solamente a otras iglesias, sino a otros credos, incluso desde el registro. La pelea de los interconfesionales, con quienes yo he trabajado desde el Congreso muchos años, no era solo por el tema del financiamiento, que por supuesto siendo este país mayoritariamente católico, como de hecho yo lo soy, no puede admitir que el Estado deje de ser laico con determinadas manifestaciones. Nosotros vamos a revisar ese reglamento, su implementación, y asegurar que todos los cultos, todas las creencias sean respetadas en igualdad de condiciones, y que cada quien tenga derecho a tener sus manifestaciones religiosas y que el Estado las promueva".
Para ilustrar casos en los que el Estado debería promover las manifestaciones religiosas, la ministra de Justicia puso como ejemplo lo que ocurre en las cárceles:
"Todas las capellanías tienen credos católicos, pastores, que contribuyen al proceso de resocialización y que deberían ser incentivados desde el Estado, sin que eso signifique por supuesto tomar partido por uno o por otro, así que este reglamento que se ha publicado recientemente hace 4 o 5 días, lo conversaremos nuevamente en este grupo interconfesional, en esta responsabilidad que tenemos en el Ministerio y evaluaremos, entre otras cosas, las prerrogativas que tiene la Iglesia Católica".
Con estas declaraciones, pareciera que Pérez Tello, católica confesa, estaría tomando el criterio de igualdad para el trato con las diversas creencias religiosas que practican los peruanos. Sin embargo, cuando respondió preguntas acerca de temas como el aborto o los derechos a favor de las personas LGTBI, le ganó el credo a su oficio de política.
Dejó claro que está en contra del aborto y no consideró, en ello, los casos en los que las mujeres quedan embarazadas víctimas de una violación sexual. Pero el problema vino cuando le consultaron sobre el matrimonio a favor de personas del mismo sexo y se olvidó de la igualdad de derechos:
"Estoy a favor de la Unión Civil... Patrimonial [...] Del proyecto Carlos Bruce con algunas modificaciones", dijo en un primer momento la ministra de Justicia. En este sentido, debemos recordar que la propuesta legislativa a la que hace mención Pérez Tello es la presentada por la excongresista fujimorista Martha Chávez.
En un intento por mostrarse progresista, recordó que ella apoyó la ley sobre crímenes de odio: "De hecho yo fui parte de las que impulsó el crimen de odio, el agravante de crimen de odio. A mi me parece que el tema LGTBI en el Perú no debiera de confundirse con las posiciones religiosas. Es un tema de respeto a la decisión libre de una persona de tener su opción sexual".
Con esta frase, la ministra parece señalar que las creencias religiosas no deben intervenir al momento de reconocer derechos. Pero fue imprecisa, ya que la homosexualidad, por ejemplo, no se decide y tampoco es una opción: se trata de una orientación sexual.
El problema con la ley de crímenes de odio es que, como reconoce la excongresista, esa ley no incluyó a las personas LGTBI para considerar que los asesinatos provocados por la homofobia sean declarados, expresamente, como crímenes de odio:
"El crimen de odio tiene una peculiaridad y es que establece que el móvil no es el asesinato de Pedro, Juan o María, es el asesinato porque es mujer, lesbiana, católica, periodista o congresista. Con lo cual te demuestra que puede haber una repetición porque el móvil es un móvil de odio. En ese sentido, se sanciona con mayor severidad, de hecho es un agravante, ya está incluido en el Código Penal las modificaciones a la aplicación por tercios. No se pusieron por supuestos, simplemente se estableció que el crimen de odio, por cualquier forma de discriminación, era considerado un agravante".
Para activistas y defensores de los derechos humanos, esto fue una invisibilización contra las personas LGTBI del Congreso, así como el archivamiento del proyecto de Unión Civil para personas del mismo sexo, presentado por el parlamentario Bruce.
En este sentido, al momento de hablar del matrimonio igualitario, Pérez Tello olvidó lo que dijo antes sobre no dejar que las creencias religiosas interfieran en el tema LGTBI y dijo:
"Estoy a favor de la Unión Civil Patrimonial. No al matrimonio, no al matrimonio [Y de la adopción] tampoco, tampoco. Y te explico por qué: el matrimonio es una institución religiosa tomada por el Código Civil, esas cosas tienen que respetarse. En todo caso, si quieren una legislación pareja, el concepto de matrimonio es un concepto que el Código Civil de la Biblia, de la Iglesia Católica. Esas cosas hay que respetarlas, la figura del matrimonio como tal".
Con estas expresiones, la ministra de Justicia y Derechos Humanos pone por encima de la Constitución y de la realidad, conceptos que supuestamente se señalan en un libro sagrado de un credo particular. ¿Dónde quedó la igualdad de derechos? ¿El Estado laico?
(Foto de portada: El Heraldo / Congreso de la República del Perú)
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