Post: Las elecciones se acabaron hace rato pero Kenji sigue regalón

El hijo menor de Alberto Fujimori dejó, en plena segunda vuelta que tenía como candidatos a su hermana Keiko y al ahora presidente electo Pedro Pablo Kuczynski, bastante claras sus pretensiones presidenciales en el futuro por medio de un bastante comentado tweet. El mensaje decía:

A pesar de que a los pocos días -y gracias principalmente a todo el revuelo que se generó- Kenji se haya desdicho. Su comportamiento errático posterior (desapareciendo el día de la segunda vuelta, etc.) daba la sensación de que esta idea no se había ido de la cabeza del congresista electo, lo que sólo podría significar que existe una contienda de poder filial dentro del fujimorismo.

Ahora, por si faltaran más sospechas al respecto, Kenji está actuando de una forma muy parecida a lo que actúan los candidatos en campaña así falten cinco años para las siguientes presidenciales. Parece que su estrategia sería recorrer desde ya todo el Perú, al clásico estilo Fujimori de posicionarse políticamente. Tal como lo hizo Keiko tras perder las elecciones del 2011, y tal como lo hizo Alberto tras ganar en 1990 para asegurar su reelección de 1995.

El diario La República publicó hoy unas imágenes -que aparentemente fueron tomadas el 13 de junio- en las que podemos ver a Kenji llegando al pueblo de San José de Baños, en la provincia de Huaral, conversando con la gente de la zona. En un video, hasta aparece con una señora que le dice: "Cumpliste tu palabra, has regresado de nuevo, no importa que no hayas ganado, no importa, no importa"

Tras responderle que seguirán recibiendo "apoyo", Kenji indica a uno de sus acompañantes que dé un listado de los regalos que trajo para el colegio de la zona. "Les hemos traído computadoras, les hemos traído un proyector para los niños, les hemos traído libros, útiles escolares y sus dos televisores", señala.

Luego se observa que recibe la invitación para una fiesta previa a la corrida de toros que se realizó el pasado 14 de junio en dicho pueblo. Todo este 'show' ha sido realizado, aparentemente, a puro título personal por el congresista electo. Entre sus acompañantes no estaba ni su hermana Keiko, ni ningún vocero de su partido, Fuerza Popular (FP).

Así -a diferencia de otros eventos del fujimorismo- esta entrega de dádivas no sea ilegal pues ha sido fuera de época electoral, sí se podría entender como un acto desafiante de parte de Kenji sobre el liderazgo de Keiko. Una disputa de poder interna entre los herederos sería lo último que necesitaría Fuerza Popular (o como se vayan a llamar de aquí para las próximas elecciones). Entre haber perdido dos elecciones seguidas y la consolidación del 'antifujimorismo' luego de esta ajustada segunda vuelta (donde para ganar la derecha 'tuvo' que ponerse la camiseta democrática) no la van a tener fácil. Veremos si termina existiendo una 'dispersión' del voto fujimorista.