Hace unos días el Colectivo Marcha Por el Orgullo que organiza año a año la movilización del mismo nombre por el Día Internacional del Orgullo LGTBI, dio a conocer que desde la Municipalidad de Lima se les estaba negando cerrar la edición de este año en la Plaza San Martín sin un solo argumento que justifique esa decisión.
A cuatro días de la Marcha, el vocero del colectivo, Jorge Apolaya, y el regidor Augusto Rey informaron que pese a la negativa el evento se realizará sí o sí, pues han cumplido con todos los requisitos legales que les permiten hacer uso de un espacio público como cualquier otro grupo de ciudadanos.
En conferencia de prensa Apolaya recordó que desde hace años realizan el tradicional espectáculo de cierre en la emblemática plaza, el mismo que siempre cuenta con las garantías necesarias y donde nunca se ha dado algún incidente que haya puesto en riesgo la seguridad de los asistentes ni el cuidado del lugar.
"Hemos cumplido con todo los requisitos que la Municipalidad nos ha solicitado. La colocación de baños portátiles, extintores, seguridad particular y los planes de contingencia (...) Afirmar que es peligroso es negar lo que en 15 años hemos obtenido y lo que quiero decir fuere y claro: cero muertos, cero heridos, cero llantas quemadas, cero invasión a la propiedad privada, cero alteración al orden. Solo nos hemos dedicado a luchar, a nuestro estilo, con color, música, baile, arengas y mucha indignación".
Apolaya hizo un llamado de atención para tratar de entender por qué solo se niega el permiso para un evento a la comunidad LGTBI cuando en la misma Plaza, o incluso en la Plaza Mayor, se permiten otro tipo de concentraciones como festivales de skaters o la colocación de pantallas gigantes para seguir los partidos de la selección de fútbol.
"Darnos alternativas sin mayores argumentos solo afirma la idea de que nuestra comunidad siga siendo estigmatizada y que la opinión pública nos siga viendo como los apestados, los que no tenemos derecho de caminar por el Centro de Lima (...) Negarnos la plaza no tiene mayor argumento que la homofobia municipal".
La abogada del colectivo, Silvana Casanova, recordó que ha sido frente a su solicitud que la Municipalidad buscó explicar el porqué de la negativa, pues en un primer momento se limitaron solo a informarles que la Plaza San Martín no se encontraba disponible.
Sin embargo al no haber encontrado ninguna razón justificable, aclaró que la Marcha cerrará de todas maneras en Plaza San Martín, ya que es lo que se pidió en un inicio y para lo que se está cumpliendo con todos los requisitos.
"Nosotros hemos solicitado la Plaza San Martín y deberían darnos argumentos jurídicos por los que no podemos utilizarla".
El regidor opositor Augusto Rey también hizo hincapié en la incongruencia de la administración municipal respecto a este evento y se animó incluso a pedirle a los funcionarios, desde el mismo alcalde, Luis Castañeda, a no solo permitir la realización de la Marcha, sino a también participar de ella.
"Las razones no encuentran un asidero justificable si vemos como las plazas del centro han sido utilizadas de manera positiva para la celebración de distintas actividades. Todos los años vemos grandes conciertos en la Plaza Mayor que son una maravilla para todos los limeños. ¿Por qué es que la Marcha del Orgullo tendría un trato diferenciado si los organizadores vienen cumpliendo a cabalidad lo que se viene solicitando (...) Invito al alcalde y los funcionarios a sumarse a la marcha, a promover la igualdad".
El Dato
Las opciones presentadas por la Municipalidad de Lima para realizar el cierre son la Plaza Dos de Mayo y el Campo de Marte. Sin embargo ambas no son viables para el Colectivo.
Por una parte no corresponde a la Municipalidad Metropolitana de Lima otorgar 'autorización' sobre el Campo de Marte pues, según explicó Casanova, corresponde a la Municipalidad de Jesús María pronunciarse. En el caso de la Plaza Dos de Mayo, no existen las garantías para salvaguardar la seguridad de los asistentes puesto que el mismo tipo de circulación vehicular alrededor de la misma hacen imposible una concentración masiva, a menos que se cierren las vías. Una posibilidad que generaría mayor congestión.
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