Esta mañana cinco víctimas de los abusos reconocidos por el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) presentaron, en conferencia de prensa, una denuncia penal ampliatoria al Ministerio Público pidiendo que se añada a los cargos por los que se abrió una investigación de oficio -el pasado 22 de octubre de 2015- los de secuestro y asociación ilícita para delinquir.
La denuncia fue presentada en contra del fundador del SCV, Luis Fernando Figari, y la cúpula con la que manejó a la asociación por muchos años, Jaime Baertl Gómez, Virgilio Levaggi Vega, José Ambrozic Velezmoro, José Antonio Eguren Anselmi, Eduardo Regal Villa, Óscar Tokumura, Edwin Scheuch Pool.
Este nuevo flanco por el que se está acusando a la asociación religiosa es importante pues, a diferencia de los delitos de violencia sexual, los de secuestro y asociación ilícita para delinquir no prescriben. Entonces, de pasar esta petición, los denunciados se verían en juicios que los podrían llevar a prisión hasta por 30 años. El basamento legal de esta denuncia lo puedes leer aquí. La conferencia de prensa -en su integridad- la puedes ver aquí abajo.
Además de presentar estos cargos, los miembros y exvíctimas del Sodalicio que firman la denuncia contaron, cada uno de ellos, de qué manera fueron violentados física y psicológicamente, cómo estas experiencias sustentan su denuncia, y explicando sus razones al presentarla.
Martín López de Romaña
"Esta no es una denuncia civil, por lo tanto no tiene ningún fin económico. Es una denuncia penal que representa el sentir de muchas personas que han estado en el SVC. Es una denuncia para aclarar las cosas e individualizar a los responsables".
"Me doy cuenta que la organización a la cual he pertenecido por 15 años tenía fines criminales, aunque los disfrazaran con cualquier tipo de excusa religiosa, incluso ante sí mismos".
José Enrique Escardó
"Yo no conocía a ninguno de los que estamos aquí hasta el momento en que hemos hecho esta denuncia. Solo a Pedro, que salía del SVC cuando yo entraba. Esto refrenda el hecho de que los diferentes testimonios dados son ciertos pues no ha habido ninguna conexión entre las víctimas".
"A nosotros nos vinieron mentalizando desde desde los 12 o 13 años en el colegio los profesores del Sodalicio para ingresar a él. En mi caso, hice una ‘promesa de aspirante’ a los 17. O sea, fue en ese momento, como menor de edad, que entré formalmente al Sodalicio. Luego a los 18, entré a vivir a la comunidad.
El secuestro se manifestaba no solo de manera psicológica, sino física. No estábamos permitidos de ir a ningún lado si no era acompañados por otro miembro del Sodalicio. Cuando mi madre me iba a visitar me encerraban en el baño y le decían que no estaba. Bloqueaban la comunicación con nuestros padres .
Vicente Lopez de Romaña
El proceso para que alguien que ha pasado por el Sodalicio se de cuenta de los abusos es largo. El libro de Pedro y Paola me ayudó mucho para tomar esa perspectiva. Yo pensé que esto me pasó sólo a mí y empecé a rehacer mi vida. Pero ví los testimonios y encontré que hay cosas que se repiten.
Cuando eres parte del Sodalicio, estás dentro de una estructura que te hace pensar que Dios se manifiesta a través de los superiores y que es necesaria una obediencia de órdenes absurdas. Empiezas a dejar de decidir tu vida e incluso a desconfiar que lo que sientes y piensas sea lo correcto. Por eso para la gente que está afuera, este caso es clarísimo. Pero la que está adentro se siente atacada.
El proceso de captación es larguísimo, de 3 o 4 años, donde te sientes identificado con ellos. Piensas que hacen el bien, te plantean la vida cristiana como una aventura y dices ‘vamos’. Terminas solo confiando en lo que viene de tus superiores. En ese contexto ya tienes la cancha abierta para cometer cualquier tipo de abuso.
Espero que las demás víctimas lean esta denuncia para que ellos mismos se den cuenta cómo ha funcionado el Sodalicio dentro de ellos.
Oscar Osterling
No hay ninguna finalidad económica en todo esto, lo que buscamos es que se investigue, lo que buscamos es justicia.
Muchas personas afectadas tal vez no hayan sido víctimas de abuso sexual. Pero en muchos casos tienen actualmente la vida destruida a consecuencia de lo que vivieron en las comunidades del Sodalicio.
Te destruyen por ejemplo, en el tema laboral. Yo estudié educación pero me pasé casi 11 años sin ejercer nada. Luego uno sale a la calle y es una persona de 40 años sin ninguna experiencia laboral, ¿quién te va a contratar?
También es difícil reinsertarse socialmente, uno sale y no tiene a nadie. Ni amigos y hasta ni familia, pues muchas veces al entrar al SVC te peleas con ella.
Pedro Salinas
Todo lo que han dicho los demás es algo que podría subrayar yo mismo, a pesar de que pasamos por el Sodalicio en momentos diferentes.
Si no hubiese sido por las víctimas que rompieron su silencio, esta verdad horrenda nunca habría salido a la luz. Si esas personas no hubiesen hablado, Luis Fernando Figari y su cúpula seguirían gobernando el Sodalicio, perpetrando más crímenes.
El Sodalicio, hasta la fecha, no ha hecho absolutamente nada por expectorar a Figari de sus filas, por identificar a los encubridores, o por ayudar a sus víctimas.
No queremos que esto acabe como el caso de los Legionarios de Cristo, en México, cuyo fundador Marcial Maciel terminó siendo el único condenado. No hubo más responsable. Maciel abusó de centenares de niños, entre ellos sus propios hijos, y nadie de la organización supo nada. Todo lo hizo solo.
Creo que Figari no actuó solo, por eso esta demanda lo acusa a él y a siete otras personas que estamos convencidos han formado parte de esta red de encubrimiento y protección durante muchísimos años. Por lo menos casi 40 de los 45 años que tiene el Sodalicio de historia.
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