Las dos principales compañías especializas en telefonía, Movistar, la subsidiaria de la empresa española Telefónica, y Digitel anunciaron la suspensión parcial de sus servicios de llamadas al extranjero desde Venezuela debido a problemas relacionados con el control de cambios, un dispositivo implementado por el fallecido expresidente Hugo Chávez en febrero del 2003 y que hasta ahora permanece en vigencia. 

Es de esta manera que ambas empresas reducirán de manera drástica el listado de naciones a las cuales los venezolanos tienen la alternativa de llamar. 

Desde el miércoles 13 de abril no podrán comunicarse con Brasil, Perú y República Dominicana. Asimismo, desde el 14 del mismo mes no se podrá llamar a España, Italia y México, mientas que desde el 15 tampoco a Estados Unidos ni Colombia. 

Si bien Movistar aseguró que la medida es temporal, aún no ha anunciando cuando se reanudarán las llamadas internacionales. Sin embargo, los venezolanos podrán seguir haciendo sus llamadas al extranjero desde las líneas telefónicas terrestres. 

Cabe indicar que ambas firmas anunciaron que tienen deudas por decenas de millones de dólares con proveedores internacionales. Es así que le pidieron al Gobierno, aunque sin éxito, permiso para aumentar el costo de las tarifas de las llamadas internacionales. 

Y es que estos precios no han mantenido su valor frente a una terrible inflación que a la fecha ya llega a cifras de tres dígitos y que, desde que comenzó la era chavista en febrero de 1999, acumula uun 615,3% según las cifras del Banco Central del país.

Es así que por ejemplo una llamada a Hong Kong de cuatro horas cuesta menos de 50 centavos de dólar a la tasa del mercado negro del dólar. 

La prohibición de comprar dólares dificulta que Venezuela aumente su participación en el comercio global. Es por esta razón que varias aerolíneas han abandonado la nación dirigida ahora por Nicolás Maduro. Asimismo el correo internacional también ha sido restringido. 

El Gobierno ha creado un complicado sistema de tasas subsidiadas para la compra y venta de divisas internacionales, y pide que las compañías tengan su aprobación previa para convertir la moneda local (bolívares) en dólares. 

Sin embargo, como el Estado no cuenta con una gran cantidad de reservas en dólares, sumado al colapso de su economía, los funcionarios encargados de aprobar los permisos se niegan a comerciar con monedas extranjeras. 

(Con información de AP)

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