Con solo 19 años, Mason Wells  ha pasado por tres de los episodios terroristas más violentos de los últimos tiempos. Y es que el joven, quien es un misionero mormón, estaba junto con dos compañeros cuando los yihadistas suicidas se inmolaron en el aeropuerto de Bruselas este martes.

Sus amigos identificados como Richard Norby, de 66 años, y Joseph Empey, de 20, fueron heridos de gravedad, mientras que Wells casi salió ileso con solo algunas heridas menores. 

Sin embargo, este no es el único incidente de este tipo en que estuvo presente el misionero. También sobrevivió a los atentados en Boston del 2013 y a los de París del 2015. 

La maratón de Boston

El 15 de abril del 2013 Mason y su padre se encontraban entre el público asistente a la maratón de Boston, donde participaba su madre, cuando una bomba explotó a solo una cuadra de donde se encontraban. En aquella oportunidad, no sufrió ninguna lesión aunque su padre afirmó que sintieron la explosión y hasta se sacudieron por ella. 

Los atentados de París

Dos años después, el 13 de noviembre del 2015, estaba en París cuando se produjo el tiroteo en la sala Le Bataclan, en varios restaurantes y una explosión cerca del estadio de fútbol de la capital francesa. Sin embargo, en esta ocasión, Mason estaba en un barrio alejado del centro de los ataques. El joven mormón sirve en la misión de su iglesia en Francia y tiene su residencia actual en París. 

El ataque en el aeropuerto de Bruselas

Este martes el 'afortunado' misionero se encontraba en el aeropuerto internacional de Bruselas, Zaventem, junto a sus dos colegas, y acompañaban a la hermana Fanny Rachel Clain, una joven de 20 años y de origen francés que había servido en la misión de Francia y que se encontraba a la espera de recibir la aprobación de una visa permanente para Estados Unidos.

Clain se salvó del alcance de la ataque puesto que en ese momento ya había cruzado el control de seguridad.

El atentado en el aeropuerto cobró la vida de al menos 14 personas y dejó a Mason herido con quemaduras en la cara y brazos y un tendón de Aquiles roto. 

Su padre, Chad Wells, declaró que se encuentra fuera de peligro en un hospital belga:

"Vivimos en un mundo peligroso, no todo el mundo es amable y amoroso. Estuvimos en contacto con él y se encuentra bien, con mucho ánimo. Es un milagro que haya sobrevivido sólo con algunas heridas".

Y es que Mason sigue conservando su optimismo y no se ha sentido derrotado emocionalmente a pesar de haber experimentado esta clase de ataques basados en el terror, el odio y el miedo. 

El obispo de su congregación, Scott Bond, dijo sobre el afortunado misionero:

"Cualquiera de nosotros nos sentiríamos sacudidos, pero Wells puede manejar esto mejor que nadie. Es el tipo de hombre joven que convertirá esto en algo positivo, es un hombre joven fenomenal".

Por su parte, el presidente de la misión de mormones en París, Frederic J. Balbin, pidió a los demás misioneros de su jurisdicción que no salgan de sus casas, aunque dijo que se encontraban preparados para afrontar este tipo de crisis:

"Desde lo sucedido en París el año pasado, estuvimos trabajando con los hermanos y hermanas de nuestra Iglesia para estar preparados ante cualquiera de estas situaciones". 

(Con información de eleconomista.es e infobae.com)

(Foto de cabecera: abc.net.au)