Berta Cáceres, la activista que luchaba en defensa del medio ambiente en su natal Honduras, fue asesinada este jueves durante la madrugada en La Esperanza, un departamento situado al oeste del país. 

Cáceres era líder de la comunidad indígena lenca y tenía a su cargo varios movimientos campesinos. Además era defensora de los derechos humanos. 

Según fuentes locales, los asesinos forzaron la puerta de su casa para poder cometer el crimen. Y aunque la Policía indica que murió en un intento de robo, su madre afirmó que 'todos sabemos que fue por su lucha'. 

En abril de 2015, esa misma lucha le valió a Berta le Premio Medioambiental Goldman, el máximo reconocimiento mundial para una activista de medio ambiente. 

fuente: telesurtv.net

La batalla de Berta


A pesar de que amenazaron con violarla y lincharla, y hasta con atacar a su madre y secuestrar a sus hijas, nada detuvo la lucha de esta mujer hondureña. Sus esfuerzos y campaña en contra de un polémico proyecto hidroeléctrico con financiación internacional fue lo que le valió el Goldman.

Berta Cáceres organizó al pueblo lenca, la más grande etnia indígena de Honduras, en su lucha contra la represa de Agua Zarca, cuya construcción estaba prevista para desarrollarse en el noroeste del país, en el Río Gualcarque, considerado sagrado para las comunidades indígenas y vital para su supervivencia. 

La campaña liderada por la hondureña logró que la constructora más grande de represas del mundo, la empresa estatal china Sinohydro, se retirara del proyecto. La Corporación Financiera Internacional, una institución del Banco Mundial que invierte en el sector privado, también abandonó la iniciativa. 

Sin embargo, las amenazas de muerte contra Cáceres no pararon en Honduras, el país centroamericano más peligroso del mundo para los defensores ambientales, según un informe de Global Witness. 

fuente: goldmanprize.org

Las muertes

El informe de la ONG, titulado '¿Cuántos más?', indica que en el 2014 Honduras fue el lugar que más asesinatos per capita de defensores del ambiente registró en todo el mundo. 

De las 116 muertes de ambientalistas a nivel mundial, casi tres cuartas partes ocurrieron en América Latina, en especial en Honduras, Brasil y Perú. 

En el caso específico de Honduras, entre el 2002 y el 2014 se produjeron 111 asesinatos de activistas medioambientales

Al respecto, Chris Moye, de Global Witness, dijo a la BBC:

"Más de 80 tuvieron lugar sólo en los últimos tres años en una región, Bajo Aguán".

Asimismo la ONG critica que mientras los gobiernos se reúnen frecuentemente a discutir en foros globales los impactos del cambio climático, quienes trabajan en defensa de los ríos y bosques mueren impunemente sin siquiera generar cobertura en los medios internacionales. 

Es así que para Chris Moye, el caso de Berta Cáceres debería ser representativo de la situación de persecución sistemática a la que se enfrentan día a día los defensores del planeta en Honduras.

fuente: bbc.com

El sentido de justicia

Berta Cáceres afirmaba que la noción de justicia la adquirió de su madre, Doña Berta, una partera y enfermera que ayudó a las refugiadas salvadoreñas en la peor época de la represión de los 80.  

Esto fue lo que la activista declaró a la BBC poco después de recibir el Goldman:

"Somos de una familia de muchas mujeres a las que le ha tocado luchar solas. Crecí en un hogar dirigido sólo por mi mamá y desde temprano ella trabajó en la defensa de los derechos humanos. Le tocó vivir dictaduras, golpes de Estado, y hasta hoy en día me motiva para continuar con esta lucha".

Esa actitud ante la vida de la mamá de Berta la marcó profundamente. De niña ayudó a su madre y luego participó activamente en organizaciones estudiantiles. Ya en 1993 cofundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH.

fuente: bbc.com

Su pueblo ancestral

Quizá su defensa a favor de la naturaleza estuvo basada en la identidad lenca de Berta.  Sobre esto declaró lo siguiente:

"Actualmente somos más de 400 mil lencas. Somos un pueblo milenario en Honduras y el oriente de El Salvador. Nos consideramos custodios de la naturaleza, de la tierra, y sobre todo de los ríos".

Según la tradición lenca, en los ríos viven espíritus femeninos y las mujeres son sus principales guardianas. Una de sus más importantes luchas por preservar los ríos fue el de Agua Zarca. 

fuente: bbc.com

La represa de Agua Zarca

En el 2006, la comunidad lenca de Río Blanco pidió la ayuda de la organización fundada por Berta Cáceres, porque empezaron a meter maquinaria pesada al lugar. Ahí se dieron cuenta que se trataba de un proyecto hidroeléctrico, aunque el gobierno no les había ni comunicado ni mucho menos consultado nada.

fuente: eldiario.es

El proyecto de la represa de Agua Zarca fue aprobado con una concesión a la empresa hondureña Desarrollos Energéticos SA, que primero logró el respaldo de la compañía china Sinohydro

Desde el golpe de Estado de 2009, Honduras sufrió un aumento explosivo de megaproyectos, especialmente los relacionados a la provisión de energía barata para concesiones mineras, en perjuicio de las comunidades nativas. Al respecto, Berta Cáceres le dijo a la BBC:

"La represa de Agua Zarca hubiera significado desplazamientos y hubiera impedido a la comunidad desarrollar sus actividades agrícolas. No sólo se privatiza el río sino varios kilómetros a la redonda".

Según la activista, con este tipo de proyectos el río deja de ser de las comunidades y pasa a manos privadas. 

El acecho militar

Con la intervención de Berta, 150 asambleas indígenas de las comunidades lencas expresaron su rechazo a la construcción de la represa sobre el río Gualcarque, porque el proyecto negó el derecho de consulta previa e informada, garantizada en el convenio 169 de la OIT, a los pueblos indígenas.

Ante la falta de ayuda del gobierno, Berta Cáceres llevó su lucha a la capital, Tegucigalpa, para exigir al Congreso la anulación del proyecto en el 2010. Sin embargo, otorgaron la concesión a las empresas privadas por más de 30 años.

fuente: culturalsurvival.org

Finalmente, en el 2013, el pueblo lenca se impuso y comenzó a tomar carreteras de manera indefinida para impedir la entrada de la maquinaria. El bloqueo duró más de un año y en palabras de Berta Cáceres, fue un periodo muy complicado:

"Había presencia y hostigamiento militar, policial, guardias privados, sicarios. Incluso la policía hizo acciones en que apuntó los cañones de sus fusiles a las cabezas de niños y niñas y ancianos de Río Blanco".

Según Global Witness, tres líderes lenca fueron asesinados durante la campaña de Agua Zarca. Uno de ellos fue Tomás García, a quien un militar el disparó durante el bloqueo. El responsable fue detenido por unos días y luego puesto en libertad. 

El retiro de Sinohydro

A fines del 2013, Sinohydro dio por concluido su contrato con la empresa hondureña Desarrollos Energéticos SA, ante la continua resistencia comunitaria. 

Luego, la Corporación Financiera Internacional retiró su financiación alegando inquietudes sobre violaciones de los derechos humanos. 

Con el retiro de Sinohydro, otra empresa entró en el proyecto: la alemana Voith Hydro. Frente a ello organizaciones internacionales como Amigos de la Tierra le reclaman para que abandone su respaldo al proyecto. 

fuente: lawrencesolomon.files.wordpress.com

Hasta el año pasado el proyecto Agua Zarca está detenido. Sin embargo, Berta Cáceres, antes de que sea asesinada,  advirtió que aún hay peligros potenciales:

"Amenazan con construir en otro punto, aguas arriba. Y también está Blue Energy, otro proyecto sobre el río Cangel, con capitales estadounidenses y canadienses".

Berta aseguró que recibió múltiples amenazas de Blue Energy.

En diciembre la activista visitó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y denunció "reportes que apuntan a una completa ausencia de las medidas más básicas para dar respuesta a denuncias de graves violaciones a los derechos humanos (…) a pesar de patrones de violencia identificados por organizaciones campesinas en relación a la posible participación del Estado en los presuntos incidentes".

En ese momento, el país fue retirado de la lista negra de la Comisión, algo que solo implica un sistema de monitoreo distinto al habitual.

Para el gobierno hondureño, este fue un claro estímulo:

"Por primera vez, después de cinco años, un gobierno logra que Honduras sea excluida de la Lista Negra de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, lo que demuestra el firme compromiso del presidente Juan Orlando Hernández en garantizar que se respeten los derechos humanos de los hondureños". 

Antes de la muerte de Berta Cáceres, dos de sus hijos abandonaron el país por temor a ver vulnerada su seguridad. Sin embargo, la activista nunca perdió la esperanza y el coraje, hasta que apagaron su vida:

"Cuando iniciamos la lucha contra Agua Zarca yo sabía lo duro que iba a ser pero sabía que íbamos a triunfar, me lo dijo el río. Seguiremos ya no sólo como pueblo lenca sino con otras organizaciones con la esperanza de cambiar la situación en nuestro país. No nos queda otro camino más que luchar".

(Con información de la BBC Mundo)

(Foto de cabecera: goldmanprize.org)

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