Cuatro de los cinco nominados para el Oscar al Mejora actor de reparto aparecen en los filmes nominados para la Mejor película de Hollywood del año. Uno de ellos aparece en dos. Todos son blancos y mayores de 35 años, y el único que recibe este año su primera nominación es en realidad un actor de teatro. Con todos estos datos, la de Mejor actor de reparto es la única entre las categorías de actuación de estos premios Oscar en la que podría pasar más o menos cualquier cosa. Una cosa, sin embargo, queda clara: esta es una categoría en la que la Academia pudo haber incluido con holgura a Idris Elba y evitar la competencia entre cinco hombres blancos.
Sylvester Stallone es, sin duda el favorito. Con Creed, recibe su segunda nominación, curiosamente interpretando al mismo personaje que le valió la primera, en 1977: Rocky Balboa. Este factor de nostalgia -Rocky es prácticamente una insignia de los Estados Unidos- es lo que más le juega a favor a Stallone, un actor que nunca ha tenido como fuerte el rango emocional del que gozan sus competidores.
Existe una posibilidad de que Tom Hardy se lleve los votos de los actores de la Academia este año por su actuación en The Revenant. Aunque es su primera nominación, Hardy ha tenido un año sorprendente: sus trabajos en la nominada como Mejor película Mad Max: Fury Road y en la menos comercial Legend lo han convertido, de pronto, en un actor reconocido en el circuito de premios de Hollywood. The Revenant, además, es la favorita en la categoría de Mejor película, así que tiene garantizados votos en todos los gremios.
Christian Bale es el más admirado entre los actores de esta categoría, siendo nominado por tercera vez y habiendo ganado como actor de reparto en 2010. Sin embargo, su participación en The Big Short solo es clave durante el primer tercio de la película, y después se pierde en el elenco de superestrellas reunido para este drama de Wall Street. Aunque Bale ha hecho para The Big Short el trabajo de método que lo convierte en uno de los actores más intensos de su generación, es poco probable que consiga ganarle al villano de Hardy o al simbólico Stallone.
El actor que podría sorprender, despertando las simpatías de su gremio por tener el único personaje 'frágil' de la categoría, es Mark Ruffalo. El periodista al que retrata en Spotlight es el único que se permite un par de monólogos emocionales en el premiado elenco reunido en este drama. Siendo nominado por segunda vez seguida, Ruffalo está demostrando que, aunque tampoco gane esta vez, ha encontrado la forma de salir del confuso ciclo de películas románticas y de superhéroes en las que empezó su carrera.
Quizá el único que está definitivamente fuera de la carrera para recibir el Oscar al Mejor actor de reparto es Mark Rylance. El inglés, que usualmente trabaja en teatro, interpreta a la contraparte de Tom Hanks en Bridge of Spies, el drama sobre la Guerra Fría de Steven Spielberg nominado como Mejor película. Sin embargo, el ímpetu de Bridge of Spies no sobrevivió a las primeras semanas de la temporada de premios, y frente al conjunto de actores que son comerciales además de talentosos que lo acompaña, Rylance tampoco tiene muchas opciones. Ante este desequilibrio, no habría sido difícil reemplazar a Rylance y darle diversidad a la categoría con una merecida nominación para Idris Elba.
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