A estas alturas, probablemente ya hayas visto la nueva secuela de Mad Max, o al menos leído tanto al respecto que es como si la hubieras visto. Fury Road se estrenó en el Festival de Cannes y, aunque está fuera de competencia, ha recibido una masiva aprobación de la crítica que la pone entre las primeras cinco películas de cualquier lista de esta edición del Festival de Cine más importante de Europa –o del mundo–.

La sorpresa con Mad Max: Fury Road se debe principalmente a dos cosas: por un lado, es una realización espectacular con una historia sencilla y directa; por otro, su aproximación a los personajes femeninos es la más fresca que se ha visto en el cine de Hollywood desde que Trinity inauguró The Matrix con su patada aérea.

Se trata de dos horas de una persecución perfectamente acompasada para que el espectador tenga tiempo de recuperar el aliento entre enfrentamiento y enfrentamiento. El montaje cinematográfico –realizado por la esposa del director George Miller, Margaret Sixel, que normalmente edita dramas– es en gran parte responsable de que la película prácticamente carezca de diálogos.

casi todos los efectos de
fury road son prácticos

En este sentido, Miller –que también dirigió la trilogía original de Mad Max en la década de 1980– ha sido lo más honesto posible respecto a su película. Unos meses antes de su estreno, dijo que la idea era que Fury Road se pudiese ver y entender en Japón y sin subtítulos. El protagonista Tom Hardy, además, se ha tomado tan en serio esta premisa que la mitad de sus diálogos consisten en gruñidos. La primera revolución de Mad Max, entonces, es que se puede hacer una película de ciencia ficción alucinante sin demasiadas pretensiones intelectuales.

La segunda –y este verdaderamente es territorio inexplorado– es la aproximación de Miller al tema del género: la película se llama Mad Max, pero el personaje de Max resulta ser más bien instrumental para la aventura del personaje de Charlize Theron, Imperator Furiosa.

Furiosa es una mujer con un brazo biónico y la cara embadurnada en aceite de motor. Sabemos que ha hecho cosas malas –es la favorita del villano Immortan Joe– y que su misión en Fury Road –rescatar a las esposas/esclavas de Joe– tiene una carga emocional y moral que solo una mujer como Furiosa es capaz de soportar.

hardy y theron se ponen de acuerdo en fury road

Por eso la ‘denuncia’ de un grupo de defensores de los ‘derechos de los hombres’ es más bien absurda: según Aaron Clarey, la trama de Fury Road es un caballo de Troya que “las feministas y los izquierdistas de Hollywood van a usar para (vanamente) insistir en el tópico de que las mujeres son iguales a los hombres en todo, incluyendo el físico, la fuerza y la lógica”.

Pero la película de Miller en ningún momento afirma tal cosa. Es más, la odisea de Furiosa y sus compañeras –a quienes Max se une luego– es una afirmación tácita de todo lo contrario: en el universo de Mad Max, estas mujeres son las únicas capaces de revertir el estado tiránico de Immortan Joe, de mantener su identidad en vez de convertirse en peones, de protegerse las unas a las otras y de forjar lazos de amistad desinteresados

Lo más interesante es que Mad Max no tiene ninguna agenda feminista. No es un lobby para la igualdad de las mujeres. No es el manifiesto de Miller por la inclusión femenina en Hollywood. Durante el Festival de Cannes, Miller hizo la afirmación más sorprendente respecto a la creación de su historia:

Fury Road iba a ser una gran persecución, y “lo que la gente perseguía no iba a ser un objeto, sino a las cinco esposas. Necesitaba a un guerrero. Pero no podía tratarse de un hombre llevándose las cinco esposas de otro hombre. Esa es una historia completamente distinta.

furiosa y max encuentran enemigos comunes

Quizá esto explica por qué la aproximación de Miller –que sencillamente ha creado su historia de la manera más honesta posible, sin estar pensando si es feminista o no es feminista– ha resultado mucho más interesante que la del públicamente feminista Joss Whedon en The Avengers: Age of Ultron: en vez de formar los personajes femeninos según su rol en la historia que quiere contar, Whedon inserta la feminidad solo con la intención de demostrar lo políticamente correcto que es. El resultado son unos personajes femeninos que parecen gritar ‘¡somos mujeres! ¡nuestra presencia es heroica!’.

Imperator Furiosa y las cinco esposas encuentran su lugar en Fury Road como por su propio peso, porque la creatividad de Miller, en los 35 años desde la primera entrega de Mad Max –que era una inyección de testosterona a la vena– ha evolucionado. Y eso solo significa que ha sido capaz de no pensar en términos de inclusión y feminismo, sino en términos del funcionamiento de su historia.

Mad Max: Fury Road es el primer blockbuster que prescinde del machismo en cualquiera de sus formas porque también prescinde del feminismo. Desde el día de su estreno, no hay vuelta atrás en la industria de las superproducciones cinematográficas.



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