El Gobierno declaró este miércoles en emergencia sanitaria por 90 la calidad del agua para consumo humano en las zonas de Amazonas y Loreto afectadas por los sendos derrames de petróleo que se registraron hace dos semanas por roturas en el Oleoducto Norperuano, operado por Petroperú, que sería sancionada y su presidente, Germán Velásquez, removido del cargo.
Una resolución de la Dirección General de Salud (Digesa) publicada en el diario oficial El Peruano decretó la medida en Imaza (Amazonas), y los distritos Morona, Manseriche, Barranca, Pastaza y Cahuapana, ubicados en la provincia de Dátem de Marañón (Loreto).
El dispositivo ordenó incrementar la frecuencia de la vigilancia sanitaria de los sistemas de abastecimiento de agua para consumo humano en coordinación con las Direcciones Regionales de Salud de Amazonas y Loreto mientras dure la declaración de emergencia sanitaria.
Una muestra del grave daño ambiental en la Amazonía. (OEFA)
La Dirección General de Salud también mandó realizar acciones de asistencia técnica y logística para instalar sistemas de abastecimiento de agua para consumo humano en los domicilios de las zonas afectadas.
El decreto insta además a las autoridades municipales, provinciales y regionales a emprender las acciones necesarias para eliminar el riesgo sanitario generado por el derrame de petróleo ocurrido en sus jurisdicciones.
El documento recordó que la declaración de emergencia sanitaria "no exime de responsabilidades a aquellas instituciones que no hayan cumplido con sus funciones establecidas en la ley y que hayan generado la emergencia sanitaria", en alusión a Petroperú, responsable de Oleoducto.
Los ríos afectados por los derrames de crudo son fuentes de agua para consumo humano de las comunidades indígenas de la Amazonía asentadas en sus orillas, de donde además extraen peces.
La flora y fauna se han visto seriamente afectadas. (La República)
La primera fuga se produjo el 25 de enero a la altura del kilómetro 441 del oleoducto, en el caserío de Villa Hermosa, en el distrito de Imaza-Chiriaco, donde se derramaron entre 2.000 y 3.000 barriles de petróleo durante los tres días que Petroperú demoró en reparar la rotura.
El petróleo derramado afectó los ríos Inayo, Chiriaco y Marañón, uno de los afluentes del Amazonas, y a las comunidades indígenas de Suashapea, Pakunt, Chiriaco, Nuevo Progreso, Nazareth y Nuevo Horizonte, según la resolución de la Digesa.
Menores de edad realizan labores de limpieza de ríos, sin usar la protección necesaria para ello. Petroperú lo niega. (El Comercio)
La segunda fuga se registró el 3 de febrero a la altura del kilómetro 206 del mismo oleoducto, en Dátem del Marañón, y el crudo llegó hasta el río Mayuriaga, a 13 kilómetros del punto de la rotura, desde donde llegó al río Morona, otro afluente del Marañón.
La cantidad de crudo vertida en esa fuga es aún indeterminada, debido a que Petroperú no cuantificó los barriles perdidos en su reporte de emergencia ambiental presentado al OEFA.
El Oleoducto Norperuano transporta el petróleo extraído en la selva peruana hasta el terminal portuario de Bayóvar, en el océano Pacífico, a lo largo de un trayecto de 854 kilómetros de tuberías.
(Foto de cabecera: EFE)
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