¿Cómo entender la estrategia de los militantes islamistas? ¿Quieren reclutar extranjeros o, por el contrario, los quieren ahuyentar? Lo que quiere el Estado Islámico (EI) es mantener vivo el caos en Siria y en Irak, para poder mantener el control del territorio y desarrollar su califato, asegura el influyente diario británico Financial Times. Su objetivo no es derrocar al presidente sirio Bashar al-Assad, dado que su figura es muy útil como objetivo del odio sunita; además, hay una cooperación tácita entre el EI y el régimen. Evitan el conflicto directo y ambos lados atacan a las milicias más moderadas. 

Para captar adeptos, el EI utiliza los horrores de la guerra y el terrorismo. El grupo terrorista prefiere que el conflicto se presente como los musulmanes contra los infieles, ya sean EEUU, Rusia o Europa. También les beneficia alimentar el conflicto entre chiítas y sunitas. Para ellos, anota el diario, los atentados de París son un símbolo de poder que les ayudará a sumar adeptos a su causa en Europa. 

Los terroristas saben que, tras las guerras de Irak y Afganistán, ni Occidente ni Moscú tienen ganas de iniciar otro conflicto. Aunque el presidente francés habló de guerra, no parece que la OTAN quiera implicarse.

¿Qué es lo que no quiere el EI?

Hay dos cosas que quiere evitar el ISIS. Primera, una intervención por tierra de las tropas de la OTAN o de Rusia, que causaría muchas bajas entre sus militantes al Este de Siria y al Oeste de Irak.

La segunda cosa que quiere evitar el EI es un acuerdo de paz con un nuevo gobierno en Siria. Si hubiera un acuerdo en el que se beneficiara a los sunitas de Siria, el EI perdería atractivo. Eso reforzaría la resolución de los ministros de Asuntos Exteriores de EEUU, Rusia, Europa y Medio Oriente, que se reunieron en Viena el sábado para buscar una solución política a la guerra de siria. 

La intervención militar de Rusia en Siria contra las fuerzas contrarias al régimen ha fortalecido las negociaciones del Kremlim y su aliado, el régimen de Assad. Si Occidente quiere decidir el resultado, su papel militar tendrá que cambiar y no limitarse a unos cuantos ataques aéreos selectivos contra objetivos del ISIS; además, debería dejar de vender armas a las milicias menos extremistas que luchan contra el régimen.

¿Quién será el próximo?

¿Por qué atacó el EI a Francia? París ha estado al frente de la lucha contra los islamistas radicales en el Sahel y en Siria. La comunidad musulmana francesa no está bien integrada y se siente más involucrada en los conflictos del mundo árabe, lo que les hace más susceptibles al discurso del EI.  

El próximo atentado seguramente no será en Francia. El EI quiere provocar divisiones en Europa, y una reacción de hostilidad hacia los refugiados que huyen del conflicto. Alemania sería uno de los países más vulnerables, ya que el EI vería un ataque al país como un síntoma de debilidad de la canciller Angela Merkel. Lo mismo ocurre con Londres. Según Andrew Parker, responsable del MI5, los servicios de inteligencia británicos, Reino Unido ya ha evitado seis atentados terroristas en lo que va de año, aunque sospecho que ninguno tan brutal como el de París. 

Las estrategias políticas y los operativos disponibles determinarán el lugar en el que el EI perpetrará su próximo atentado, opina el Financial Times. No hay duda de que habrá más. Esto será un desafío no solamente para las agencias de inteligencia. El conflicto que se libra en Siria afecta cada vez más a los gobiernos de Europa, sobre todo a Francia, Alemania y Reino Unido.  


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