El canal de Bruselas separa a dos mundos tan contradictorios que no se podría creer. Y es que para un lado de la capital belga se sitúa un barrio lleno de vida y de pequeñas cervecerías y por el otro está Molenbeek, el más grande y principal refugio de los yihadistas en la Unión Europea. 

Es así que frente a los atentados del viernes en París, Jan Jambon, el ministro de Interior de Bélgica ha asegurado que la socialista Françoise Schepmans, autoridad del distrito, ha pedido ayuda para aclarar la situación terrorista en Molenbeek:

"Tenemos el barrio fuera de control".

Molenbeek 

El deprimente y a la vez temido distrito de casi 6 kilómetros de extensión y situado al noroeste de la capital belga, fue uno de los principales objetivos de las autoridades policiales después de la tragedia que azotó París el viernes pasado. 

Y aunque sus habitantes, en su mayoría seguidores del Islam, no quieren dar sus nombres y califican al barrio como muy tranquilo, la policía no respalda sus opiniones. 

La cuna del yihadismo en europa

En la calle de Dubois - Thorn la policía belga detuvo el sábado pasado a un joven sospechoso de haber participado en los atentados en París, aunque según la Fiscalía ya serían cinco los arrestados por colaborar en los ataques. 

Al respecto, Reda Caib, un habitante musulmán del polémico distrito se muestra harto del estigma y del racismo que se está germinando contra su comunidad, sobre todo después del ataque a la revista Charlie Hebdo:

"Es un barrio de mayoría musulmana pero eso no quiere decir que haya terroristas".

En contraposición, el primer ministro belga, Charles Michel, dijo que 'cada vez que hay un atentado islamista, existe un vínculo con Molenbeek'.

Y es que después del fallido atentado al Thalys, el tren que une Ámsterdam con París a través de Bélgica, se supo que el atacante, identificado como Ayub el Khazani, había pasado por Molenbeek, al igual que los responsables de los asesinatos en el Museo Judío de Bruselas (mayo del 2014) y del atentado en contra de la revista satírica francesa. 

Es así que en vista de los 300 yihadistas que resguarda Bélgica, Michel cree que además de 'prevenir', hay que 'reprimir'.

Y algo así están haciendo pero de manera moderada y cautelosa pues la Policía lleva a cabo una vigilancia extrema a todos los vecinos, según cuenta Rachid Mrabti, un contador y padre de 28 años:

"Cualquiera que tenga un móvil con conexión a Internet está controlado".

Al mismo tiempo se muestra orgulloso de su origen, sin estar a favor de las acciones terroristas:

"Hoy el terrorismo viene de una parte de la religión musulmana, en otros tiempos fue nazi. En cada época hay algo que representa el terror y aquí somos una comunidad árabe".

El futuro de Molenbeek

Molenbeek tiene alrededor de 100 mil habitantes y es un barrio bastante reciente con una media de edad de 34 años. 

Y aunque parezca extraño, el mayor problema del barrio no es la violencia, sino la tasa de desempleo. Caib se lamenta al respecto mientras ve a un grupo de muchachos bailar breakdance en la puerta del metro:

"Los jóvenes de aquí quieren ser futbolistas. No terroristas".

Y es que el vecindario sufre uno de los mayores índices de desempleo en la ciudad: 28,6% para los hombres y 33,1% para las mujeres. Estos porcentajes se destacan en comparación al típico barrio belga de Ixelles, que cuenta con 22% para hombres y 19% para las mujeres. 

En esa línea, Caib apunta:

"Yo conduzco un tranvía desde que dejé la escuela con 20 años. Pero casi nadie de mi entorno trabaja".

Es así que explicó que su salario puede variar entre los 1.300 y 2.000 euros mensuales dependiendo si trabaja de día o de noche. 

Además explica que los cinco detenidos en su barrio no son terroristas y que les atribuyen esa calificación porque su distrito es de mayoría musulmana:

"Es una mentira de la Policía. [Los arrestos] son sólo para que la sociedad vea que la autoridad responde. Pero es todo falso".

(Foto de cabecera: lesobservateurs.ch)