Después de que Uruguay aprobara a fines del 2013 una ley que normalizaba el consumo regulado de marihuana y su distribución únicamente por parte del Estado, hoy el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Milton Romaní, informó que falta muy poco para que los uruguayos puedan comprar legalmente el producto.

Lo único que resta para implementar la venta regulada son cuestiones meramente técnicas, según informó el funcionario:

"Solo falta afinar el software para registro y retiro en farmacias y definir qué empresas harán la distribución a los comercios".

Se tiene previsto que la droga llegue a las farmacias costando 1,40 dólares el gramo, una cantidad que supondrá una producción de entre seis y ocho toneladas mensuales. 

Y es que basados en testimonios de los usuarios regulares y esporádicos de marihuana, el Gobierno del presidente Tabaré Vázquez calcula que para los 3,4 millones de habitantes hay un 'mercado de 160.000 uruguayos que consumen frecuente o habitualmente cannabis':

"Eso, más o menos nos está hablando, por la ley que le otorga 40 gramos mensuales a razón de 10 gramos semanales (a cada consumidor), de unas 6-8-10 toneladas mensuales".

La calidad

Romaní indicó además que la marihuana que se venderá en las farmacias será un producto 100% autóctono y el nombre se colocó en referencia a como se les llama a los uruguayos en el mundo deportivo:

"Tenemos la semilla cuya exploración y variedad genética son originales del Uruguay. Es 'cannabis charrúa'".

El experimento

La medida aprobada en el 2013 habilita al Estado a dar licencias de producción de marihuana, la cual podrá ser comercializada en farmacias en beneficio únicamente de los usuarios registrados, un modelo nunca antes visto en Latinoamérica. 

En ese contexto, dos empresas fueron las escogidas por licitación, a comienzos del pasado octubre, para producir la droga y comercializarla.

Cabe señalar que la ley de regulación de cannabis, desde que fue presentada por el expresidente Mujica, fue planteada como una prueba.

Es así que Romaní afirmó que, por tratarse de un modelo inédito en el mundo, la medida es un experimento:

"Nosotros vamos paso a paso viendo qué podemos cubrir. Estas dos empresas comienzan con dos toneladas cada una y a medida que vaya afianzándose el sistema vamos a ir llamando a otra licitación o admitiendo que estas mismas empresas pueden producir más", hasta llegar a los volúmenes que se estiman necesarios para cubrir la demanda del mercado".

Asimismo resaltó que se trata de una 'ingeniería' que está a prueba y que puede irse modificando con el tiempo.

Otros caminos

Además de la venta regulada, la ley estipula otros dos mecanismo de acceso a la marihuana legal. El primero es el 'autocultivo' o cultivo de plantas para el propio consumo, estableciendo así un máximo de seis plantas por persona. Asimismo, los clubes cannábicos, asociaciones que producen de manera cooperativa el producto solo para miembros registrados, tendrá permitido producir hasta 99 plantas por núcleo. 

El tipo de adquisición

Milton Romaní dijo que el punto clave para que el sistema funcione es que lo usuarios se acoplen a él por los beneficios que les ofrece:

"Lo más importante para nosotros es que los usuarios de cannabis adhieran al sistema (...) por precio, por calidad, por confiabilidad, por accesibilidad, por seguridad pues quien consume no debe recurrir a una 'boca' (puntos de venta del narcotráfico) sino a una farmacia".

En esta misma línea, indicó que quienes decidan usar la droga producida bajo el control del Estado, deben registrarse e iniciar el consumo por esta vía. 

Además cuando se le preguntó acerca de las medidas de seguridad para la producción, afirmó que los terrenos que han sido utilizados están siendo actualmente custodiados por efectivos policías, al mismo tiempo que recordó que a las empresas se les exigía una provisión de seguridad extra. 

Asimismo sostuvo que el hecho de producir una sola variedad, permite un mejor seguimiento de la droga. 

Turismo cannábico

El funcionario aseguró que no hay ninguna posibilidad de que este sistema admita el turismo cannánico puesto que únicamente los consumidores registrados podrán tener acceso a la droga en las farmacias. Para ello se necesita ser uruguayo o residir en el país por un mínimo de dos años. 

Y aunque la ley no tiene fines recaudatorios, Romaní indicó que el erario público obtendrá entre el 10% y el 13% de lo producido por la comercialización en las farmacias, además de más ingresos por las licencias otorgadas a las empresas productoras. 

Otros beneficios

Al margen de los fines recreativos del uso de cannabis, los uruguayos se beneficiarán por el cultivo de cáñamo industrial (productos alimenticios, textiles, etc.) y su utilización en la medicina, ya sea para pacientes con glaucoma, enfermedades que acarrean mucho dolor o desórdenes alimenticios.

(Foto de cabecera: hoy.com.do)