Según información del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Estado Islámico ha dañado significativamente el templo de Bel, uno de los patrimonios más representativos de la ciudad de Palmira, en el centro de Siria. Se sabe que dinamitaron diferentes partes del edificio cuyo techo, ya desaparecido, estaba recubierto de oro. 

La organización activista informó sobre la explosión ocurrida este domingo por la tarde, pero sin embargo aún no se ha podido detallar la magnitud de atentado ni el daño que ha sufrido el histórico templo a totalidad.

A pesar de ello, un vecino de la ciudad llamado Nasser Zaer, informó a la agencia Associated Press que la destrucción era total y que los bloques y columnas están desperdigadas por el suelo.

A la fecha, la Dirección de Antigüedades del gobierno no se ha pronunciado sobre el ataque. Sin embargo, con este, ya serían dos templos los destruidos por el grupo terrorista en menos de un mes en Siria.

El templo de Baal

El 23 de agosto pasado, Estado Islámico publico unas fotografías de la destrucción del templo de Baalshamin de 2.000 años de antigüedad. Los terroristas emplearon bombas caseras para acabar con el edificio de estilo romano. 

El templo de Bel

Este recinto arqueológico se encontraba en estado de conservación excepcional para preservar su valor histórico y arquitectónico. 

Se trataba de una construcción de piedra en ruinas pero era la mejor conservada de todos los templos en Palmira. Fue edificado en el año 32 d.C. para consagrar al dios semita Bel y era el centro de la vida religiosa en la ciudad. 

La toma de Palmira

Desde mayo pasado, Estado Islámico se apoderó de Tadmur y Palmira. A partir de entones empezaron a usar los lugares arqueológicos como zona de arsenal y trincheras. 

Es en este periodo que la agrupación terrorista ha realizado distintas atrocidades como la ejecución de 25 solados oficialistas, la del renombrado arqueólogo Jalid Asaad y distintos atentados patrimoniales como la destrucción de la estatua del león de Lat, la del templo de Baal y la del templo de Bel. 

Al respecto, Irina Bookova, directora de la Unesco, dijo hace dos semanas que a pesar de las destrucciones masivas, los extremistas "no podrán silenciar la historia":

"La destrucción sistemática de símbolos culturales representantes de la diversidad cultural de Siria revela la verdadera intención de estos ataques, que es privar al pueblo sirio de su conocimiento, su identidad y su historia".

Por su parte Estado Islámico está afiliado a una bizarra interpretación del islam basada en el wahabismo saudí que condena la idolatría anti islámica. Es de esta manera que saquean piezas de valor para luego venderlas en el mercado negro, lo restante es reducido a escombros. 

A la fecha ya han derribado yacimientos de incalculable valor como Hatra y Nimrud, y el museo de Mosul en Irak. 

(Foto de cabecera: rtve.es)