Cuando en abril se anunció -con pocas figuras que hablarán de una renovación-, la denominada Coalición Progresista Unión de Fuerzas de Izquierda, (CPUFI) con miras a tentar la presidencia de la República, todos los lentes se fijaron sobre el exministro del segundo gobierno aprista Yehude Simon, al ser su partido político el que ponía a disposición su inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones para hacer la candidatura viable.
Un mes después el CPUFI se transformó en 'Únete por otra democracia' y provocó el rechazo de otros partidos y movimientos de izquierda que consideraban a Simon, uno de los señalados como responsable político del Baguazo, como un pasivo demasiado costoso para considerar una probable alianza.
Pero este domingo, al parecer, el congresista se habría dado cuenta finalmente que al interior de la izquierda son pocos los que lo quieren y utilizó su cuenta en Twitter para enviar un mensaje que en un principio se entendió como el anuncio de una ruptura.
Sin embargo, no se trataría del anuncio de una ruptura en dicha alianza, sino de una respuesta a las declaraciones de Marco Arana, precandidato en el Frente Amplio, este domingo en la República.
"Yo descarto este juego en el que Yehude ha caído, en el que varios medios plantean como que es un tema de Marco Arana y Yehude Simon (...) Nosotros estamos por la protección, la defensa y la reivindicación de los reclamos postergados, de los derechos territoriales de los pueblos indígenas de la amazonía. Entonces, no hay manera (...) La responsabilidad política en el Baguazo, la defensa del conjunto de normas que dio Alan García, incluidas las normas de criminalización de la protesta, son de su responsabilidad política. Eso no es una descalificación personal del señor Yehude Simon, sino de su rol político. Además (estuvo) con un gobierno que está claramente cuestionado por los narcoindultos. De ese gobierno del que se dice que puede haber sido tan o más corrupto que el de Fujimori, Yehude ha sido su premier".
¿Pero podría llegar un alejamiento de Simon?
A finales de julio el mismo Simon anunciaba bastante emocionado que en la tercera semana de agosto se haría oficial su candidatura a la presidencia representando a Únete. Lo daba por hecho pese a aclarar que se realizarían elecciones internas para determinar al candidato.
"En realidad, ya hemos iniciado nuestra campaña. La empezamos con las visitas hechas a las comunidades y asentamientos humanos, a los agricultores, pero el lanzamiento oficial será en la capital", señalaba entonces a Andina.
Sin embargo, ante la ola de críticas y la resistencia de otros frentes de izquierda, hace solo unos días diría que no tenía problemas en dar un paso al costado si su presencia suponía un impedimento para lograr la unidad.
"Yo no tengo problema en dar un paso al costado para que una opción popular gane o tenga mayor presencia. Yo lo haré [de ser el caso]. No soy tan torpe de hacer que la izquierda sea derrotada por mi presencia", sostuvo en declaraciones a El Comercio.
Esta manifestación vendría solo horas después del anuncio de la precandidatura de Verónika Mendoza a las internas del Frente Amplio, una posibilidad que ha despertado la simpatía y ha sido vista con buenos ojos al interior de la izquierda y ha alterado -siendo solo precandidata- a muchos opositores.
¿Por qué es importante Simon? ¿Por la inscripción?
El Partido Humanista es el que cuenta con la inscripción ante el JNE -como el caso de Tierra y Libertad en el Frente Amplio-, lo que posibilitaba la opción de formalizar una candidatura de Únete. Sin dicha inscripción, ¿tendría sentido mantener la convocatoria a elecciones primarias en dicha coalición?
Parece que no. Lo cierto es que el alejamiento de Simon habría con los crespos hechos a quienes propusieron en las últimas horas como precandidato en Únete a Gonzalo García Nuñez.
A estar atentos.
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