A pesar de las continuas denuncias por intentos de feminicidio que inundan los medios de prensa y las comisarias de distintos puntos del país, parece que los jueces se hacen de la vista gorda y no quieren reconocer la terrible realidad que aqueja a cientos de mujeres en el Perú. 

Y es que Luis Ángel Piscoya Pérez, el agresor que violentó de manera brutal a su ex pareja, Misui Chávez Sandoval, en un hotel en el asentamiento humano Consuelo de Velasco en Piura, se libró de la prisión preventiva y ahora solo tendrá que ajustarse al proceso de comparecencia con restricciones. 

La jueza titular del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de Piura, Ubaldina Rojas Salazar, realizó dicho dictamen, negando de esta manera el pedido de prisión preventiva por nueve meses que habría solicitado la representante del Ministerio Público, Karla Salazar Gómez. 

La decisión fue tomada bajo los argumentos que indican que no existen indicios suficientes que relacionen a Piscoya Pérez con el delito de intento de feminicidio, es así que su falta se tipificó increíblemente solo como lesiones leves. 

Rojas Salazar se basó en los resultados del médico legista y del médico del Centro de Salud Pachitea, quienes examinaron a la joven mujer y consideraron que sus lesiones no podrían haberle causado la muerte. 

Además, a pesar de que se llevó un proyector a la audiencia para poder mostrar el video y la magnitud de la agresión, cabe resaltar que la mujer se desvaneció por los violentos golpes, el abogado del procesado, Julio Moscol Morales, se negó a que se reproduzca. 

La madre de la víctima, Isabel Chávez, aseguró que Moscol argumentó que el material había sido incorporado de manera irregular y como elemento de convicción, lo que la jueza declaró procedente. Asimismo, la magistrada tampoco tuvo en consideración las armas (cuchillo) que portaba Piscoya al momento de su detención.

Al respecto, Chávez se mostró indignada y sobre todo preocupada pues, hasta la fecha, no sabe el paradero de su hija y teme que su agresor la mantenga privada de su libertad:

“Hasta que la encuentren muerta, las autoridades no van a hacer justicia para mi hija. Todo porque somos pobres”.

La sanción

Como parte de la insólita decisión, para la jueza titular, el agresor solo merece un sanción monetaria por 2,000 soles; además de otras normas de conducta como no cambiar de domicilio, presentarse cada 30 días, no acercarse a ningún vinculado a la investigación y acudir a todas las citaciones que se le envíen.

Realmente un resultado censurable en medio de tanta violencia contra la mujer en nuestro país. 

(Foto de cabecera: eltrome.pe)