Ollanta Humala hizo catarsis en su visita oficial a España. A miles de kilómetros de la realidad que lo agobia, declaró de temas de los que normalmente no habla acá, arremetió contra la prensa, defendió a su cuestionada esposa, Nadine Heredia, y respondió a los críticos de su gestión.
El presidente peruano recibió ayer al diario español El Mundo, en el Palacio de El Pardo, justo antes de acudir a la recepción con los Reyes de España.
Humala aprovechó la ocasión para responder a los sectores de izquierda que lo apoyaron para llegar al poder en 2011 y que ahora, por poco, lo acusan de traición, por no cumplir lo que prometió tras haber roto con ellos.
"Hemos reducido la pobreza a través de programas de política social. Si eso no es izquierda progresista...cómo pueden decir que son medidas de derechas".
Y el mandatario peruano recurre a los números (que, por cierto, no son su fuerte) para explicar por qué cree que no traicionó sus promesas electorales:
"El marco macroeconómico es muy importante, es como el marco de esta pintura que hace que el dibujo no se salga del cuadro. Hay que entender dónde ubicar las decisiones políticas de carácter ideológico, qué es lo que diferencia una opción política de otra, y dónde no se puede hacer ideología".
Ahora Humala afronta sus horas más difíciles, pero dice que, en un año, cuando deje Palacio, lo hará satisfecho, pese a que acabará su mandato tras haber dilapidado casi todo su capital político y con niveles paupérrimos de respaldo popular.
"Hice lo que el pueblo me pidió, trabajar por la inclusión social".
Pero la realidad dice lo contrario. Según el último sondeo de la empresa GFK, la popularidad de Humala se desplomó al 10%, y casi la mitad de los peruanos (40%) cree que su gestión empeorará en los próximos 12 meses.
Y es un hecho que las investigaciones a Nadine Heredia -que desataron su ira y lo llevaron a cometer exabruptos- por supuestas irregularidades en sus finanzas, contribuirán a desgastar su imagen en un año preelectoral, en el que la oposición tiene en la mira puesta en la también presidenta del Partido Nacionalista Peruano, quien probablemente buscará ganar un escaño en el Congreso en las elecciones de 2016.
VENEZUELA
Otro tema recurrente cuando se trata de Humala es Venezuela y el chavismo. El presidente peruano, quien se dice orgulloso de haber sido amigo de Hugo Chávez, cree que la grave crisis política, social y económica que vive el país llanero no es una herencia del chavismo.
"La relación de los países sudamericanos con Venezuela no se ve de la misma manera que desde Europa".
¿Qué significa esto? Para Humala el problema radica en que cuando se habla de la crisis de Venezuela, el tema se saca de contexto. Para el presidente peruano el drama venezolano no nace con Chávez ni empeora con Nicolás Maduro:
"Viene de antes, del colapso del sistema político de Carlos Andrés Pérez (...) Lo que hoy vemos en Venezuela es una lucha encarnizada entre un Gobierno y una clase política donde se engloban la mayoría de empresarios venezolanos".
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