No es un proyecto "limpio" y no hay condiciones para que este se ejecute en estos momentos. Esta fue la respuesta del exembajador peruano en Argentina, Nicolás Lynch a su interlocutor el director de Lampadia, Pablo Bustamente. Ambos debatieron sobre el proyecto minero Tía María de Southern Copper en el programa La Hora N.
Mientras Bustamante alertaba sobre supuestos peligros que correríamos los peruanos de no ejecutarse el proyecto (como el convertirnos en subhumanos), Lynch sostuvo lo siguiente:
"En estas condiciones, el proyecto está muerto. Y está muerto por la coalición del gobierno y la empresa. En estas condiciones, es muy difícil. No creo que la empresa quiera entrar de esta manera. Los militares deben salir porque no están para reprimir una protesta social".
Señaló también que este no es el problema de un proyecto, sino de un modelo económico que viene provocando conflictos en el Perú:
"Tía María es la radiografía del modelo neoliberal agotado. Un proyecto que genera ganancias para un grupo reducido de empresas. Su generación de empleo también es debil. Si bien es importante en términos de impuestos, esta es una actividad que debe hacerse en equilibrio con el medio ambiente, con otras actividades de la zona y debe tener licencia social de las comunidades en las que se desarrolla. El Estado y la población deben participar de las ganancias porque se trata de un recurso no renovable".
El integrante de Ciudadanos por el Cambio recordó la manera en la que se realizaron las audiencias públicas para la aprobación del EIA:
"Se ha engañado a la población. Se ha burlado a los habitantes del Valle de Tambo. En las audiencias para aprobar el Estudio de Impacto Ambiental, se ha llevado a gente fuera del lugar y se ha rodeado de policías. El resultado de esas audiencias en términos democráticos ha sido mínimo. Es lógico entonces que la población reclame. Se ha tenido que hacer un segundo EIA, pero no se es transparente sobre los resultados de este estudio. En lugar de velar los intereses de los peruanos, el Estado está protegiendo los intereses de la empresa extranjera, en este caso Southern del Grupo México".
Bustamante dijo en todo momento que Tía María es un proyecto limpio, a lo que Lynch respondió:
"Es falso que sea un proyecto limpio. Es un proyecto sucio. En un primer momento, se presentaron cuatro objeciones: por el agua, por la chancadora del mineral, el problema del ácido sulfúrico y el problema del tajo abierto y su profundidad. Es posible hacer una minería limpia, pero cuesta más. Lógicamente estamos de acuerdo en que somos un país minero, pero no podemos serlo en contra de la agricultura. Tiene que haber equilibrio. Tiene que haber ordenamiento territorial, no puede ser que hayan provincias que estén prácticamente concesionadas por completo a la minería".
Mira los videos del debate aquí:
(Foto de portada: Ministerio de Cultura de Argentina / Flickr)
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