El gobierno de Ollanta Humala vive momentos difíciles en cuanto a liderazgo, gobernabilidad y descontento en un contexto en que la sociedad percibe que el país no avanza, al menos no hacia adelante. Retrocesos en la ley laboral juvenil, investigaciones fallidas, ministros en la cuerda floja han ocasionado que el presidente reaccione y, por eso, convocó ayer a través de la PCM a una serie de una reuniones con la oposición para dar un mensaje político de calma, unión y trabajo. ¿Lo logrará?
Ayer, luego de presidir la reunión con el Gabinete Ministerial, Ana Jara declaró que la idea de estas asambleas es generar una agenda concertada y soluciones prácticas para enfrentar la crisis política y social que el país enfrenta. Aunque eso sea en el papel, lo cierto es que el gobierno busca con este gesto respirar un poco en la cancha, darse un aire al conflicto con la oposición que lo ha dejado mal parado desde inicios del año y fin del anterior.
La primera ministra dijo que espera contar con todas las fuerzas políticas del espectro peruano y los citó a las 10:00 a.m. el lunes 9 de febrero en Palacio de Gobierno.
La jefa de la PCM dijo que la agenda versará en los temas que quedaron sin desarrollarse en las primeras reuniones con el anterior primer ministro Juan Jiménez: lucha contra la pobreza, inseguridad ciudadana, crecimiento económico y lucha contra la corrupción.
No dudamos tampoco que en los previos, en los saludos de entrada, se converse también sobre Martín Belaunde Lossio, #LeyPulpin, y Rodolfo Orellana también se discutirán entre la oposición y el oficialismo.
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