El presidente de la República, Ollanta Humala, aprovechó el baño de popularidad que tuvo hoy, cuando se presentó en la inauguración de una carretera, en el distrito de Lircay, provincia de Angaraes, en la región Huancavelica, para afirmar que su gobierno tiene la capacidad de escuchar las necesidades de los pueblos del interior e ignorar el "ruido político" proveniente de algunos sectores.

 “Hay mucho 'ruido político' sí, pero está en Lima, nosotros estamos escuchando la agenda del pueblo, tenemos la capacidad de superar ese 'ruido político' y escuchar las necesidades de agua y desagüe, de carreteras, hospitales, educación”, señaló.

Humala también subrayó que su gobierno se preocupa por acercarse a los pueblos y no dirigir el país tan solo desde un escritorio: "No basta gobernar el país con los ministros, necesitamos gobernar el país con los alcaldes, los presidentes regionales, desde aquí tiendo el camino de la unidad, del diálogo; extiendo la mano a todas las autoridades para trabajar juntos como ayer hemos estado en Lima con los alcaldes".

Esta polarización Lima-pueblo llama la atención porque se organiza a partir de la contraposición entre los reclamos de la oposición (¿así habría que interpretar "ruido político"?) y las necesidades reales de los sectores menos afortunados de la población. 

Humala, al definirse como jefe de un gobierno que no dirige el país desde un escritorio, lo que estaría pretendiendo sería mostrarse como alguien distinto al resto de la tradicional clase política, en especial a los congresistas.

Esta estrategia le fue muy útil durante su periodo como candidato presidencial. ¿Acaso lo de hoy se trata de un gesto para reengancharse con sus otrora simpatizantes?

Por otra parte, en Lima, la bancada nacionalista, a través de su vocero Josué Gutiérrez, anunció que desde la próxima semana se invitará a los líderes de los partidos y agrupaciones políticas a ser parte del diálogo convocado por la presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara.

En declaraciones a RPP, el parlamentario de Gana Perú también indicó: "Acá no hay una actuación individual, partidarizada, ni de grupo, se trata de anteponer los intereses del país a las exigencias que se dan. Es claro que la titular del Consejo de Ministros, Ana Jara, puso de manifiesto ese interés".

Respecto a las críticas vertidas por la oposición sobre supuestos casos de reglaje (¿un ejemplo del "ruido político" que nombraba el presidente Humala?), Gutiérrez refirió que este tema "no es nuevo, aunque aclaro que se trata de métodos proscritos con la política del actual Gobierno, razón por la cual deben ser combatidos".

Estas declaraciones del jefe de Estado y de vocero de la bancada oficialista se suman a las ofrecidas el día de ayer por la primera dama y actual líder del nacionalismo, Nadine Heredia, en torno al tema de los reglajes, forjando así un bloque sólido. 

Parece que el partido de gobierno no quiere lucir endeble tras la derrota que le significó la derogación de la llamada "Ley Pulpín", la que, entre otras cosas, le costó la renuncia de algunos de sus miembros.

(foto de portada: Andina)