Esta semana se llevó a cabo en Davos la cuatrigésima quinta edición del Foro Mundial Económico (WFE por sus siglas en inglés). En la ciudad suiza se dieron cita 2,500 participantes de 140 países, incluidos cerca de 40 jefes de Estado y de gobierno (de hecho, en un primer momento se dijo que el presidente Ollanta Humala acudiría, pero finalmente declinó).
Por lo general estas reuniones tienen agendas que suelen repetirse y esta vez no fue la excepción; sin embargo, además de la economía destacaron otros cuatro temas que no siempre son los de siempre: la seguridad en el mundo, las pandemias, la revolución tecnológica y el calentamiento global.
Seguridad
Un punto ineludible fue el conflicto político y militar entre Ucrania y Rusia. Europa está preocupada porque consideran que esta guerra de baja intensidad puede crecer. Son conscientes también de que las sanciones impuestas a la economía rusa han levantado la popularidad de Vladimir Putin, lo que daría lugar a que éste emprenda estrategias inesperadas que desestabilicen la región.
Por otro lado, y lo más mediático tal vez, fue el ataque terrorista en Francia contra el semanario Charlie Hebdo. Tal como lo hizo en su momento y seguido después por otros políticos europeos, el presidente François Hollande hizo un llamado a la unidad y a formar frentes comunes contra el terrorismo de origen islámico. Asimismo se revisó lo que ocurre con Estado Islámico, su salvajismo y su gran influencia en jóvenes europeos. El mensaje fue que los riesgos geopolíticos van al alza.
Pandemia
Los participantes de Davos vieron con optimismo el desarrollo de la campaña contra el ébola. Esta epidemia ha dejado un costo inmenso, tanto en términos de vidas como de menor actividad productiva en partes de África. Sin embargo, las proyecciones apocalípticas no se cumplieron. El número de personas afectadas por semana ha pasado de 300 nuevos casos en setiembre a 10 en Liberia, de 330 en diciembre a 140 en enero en Sierra Leona y de 114 a 30 en Guinea. Esto es consecuencia de la ayuda internacional, aunque la ONU necesita US$1,000 millones adicionales para concluir sus esfuerzos, y los observadores esperan los resultados de una vacuna prometedora que está a punto de comenzar pruebas.
Cabe indicar que el martes pasado el Banco Mundial informó que el impacto económico del ébola en las economías africanas en el 2015 será menos grave de lo pensado anteriormente, generando solo una parte de los más de US$25,000 millones esperados inicialmente en pérdidas. Aun así, el mensaje enviado es que no hay que bajar la guardia. Los expertos congregados en Davos señalaron que peligros de esta índole están latentes y solo la respuesta coordinada de las entidades especializadas y los laboratorios proveerá la respuesta.
Cambio climático
Tal como ocurrió recientemente en Lima, durante la COP20, en este tema no hubo mucho acuerdos, a pesar de confirmarse que el 2014 fue el año de más alta temperatura. Y así como en Lima, quien llamó la atención de la concurrencia en este tema fue el exvicepresidente estadounidense Al Gore, quien alertó sobre el empeoramiento de la situación.
Si bien Alemania genera tres cuartas partes de su electricidad con fuentes renovables y que EEUU y China anunciaron el año pasado que buscarán la forma de reducir las emisiones de gases efecto invernadero, todavía se arrojan a la atmósfera 110 millones de toneladas de dióxido de carbono diariamente. Hay que indicar que en febrero se retomarán las reuniones climáticas globales de cara a la COP21.
Revolución tecnológica
Los presidentes ejecutivos de Microsoft, Facebook, Google y Vodafone aseguraron que la fuerza de la economía digital continúa, y con ella la transformación de la vida de millones de personas.
“Permitir el acceso a la banda ancha equivale a lo que fue instalar tuberías para que llegara el agua potable, y tiene un efecto igualmente revolucionario”, anotó Vittorio Colao, de Vodafone. En tanto que Sheryl Sandberg, de Facebook, recordó que este año el número de personas que poseen teléfonos inteligentes aumentará en 400 millones, lo que impulsará el consumo de datos y el conocimiento.
Distribución de riqueza
Durante el foro se entregó el informe de Oxfam sobre desigualdad económica, que indica que la riqueza combinada de los individuos más acaudalados del planeta equivale a la de los 3,500 millones de menores recursos (el 48% de la población total). Una brecha que tiende a abrirse. “La excesiva desigualdad no propicia un crecimiento sostenible”, señaló Christine Lagarde, directora gerente del FMI.
Y aunque millones de personas en el mundo no le crean, dijo que el FMI concluye que “la distribución de la riqueza es importante en sí, porque aumentar los ingresos de los pobres tiene un efecto multiplicador que no se produce si se aumenta el ingreso de los que ya son ricos”.
¿Algunos de estos temas serán recurrentes en enero del 2016?
(Foto portada: Washington Post)
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