Futuro Caliente es un festival que se propone, con una potencia inusitada, remecer los preconceptos que tenemos los ciudadanos en dos ámbitos que están más relacionados de lo que usualmente pensamos: el uso del espacio público y el cambio climático

El festival ofrecerá intervenciones artísticas en espacio público y un foro participativo para conversaciones, presentaciones y talleres. En esta, su primera edición, la convocatoria incluye tanto artistas extranjeros como nacionales. Los artistas internacionales que participan con intervenciones de sitio específico son: el colectivo Cascoland de Holanda y Josef Wouters de Bélgica. Del Perú participan: Sandra Nakamura, Christians Luna, Lucía Monge, Gabriel Acevedo, el colectivo 24/7 Arquitectura y la agrupación Masunostudio

 Se trata, dice Maricel Delgado, parte de la agrupación que organiza el festival, de una selección de artistas locales "que  ya estaban involucrados en el tema, pero además que tienen esta práctica colaborativa: tanto con comunidades como de manera colectiva. En el caso de Cascoland, nos interesa especialmente su modo de trabajo. Porque ellos no tienen ningún plan previo. Vienen, identifican una problemática en la ciudad y a partir de eso proponen algo. Ese es el tipo de trabajo que nos interesa, porque de ese modo pueden entrar varios actores en juego y con distintos puntos de vista."

Maricel delgado, elisenda estrems y teresa borasino, ORGANIZADORAS de futuro caliente. / Foto: Ana cabrera. 

Lo que busca generar Futuro Caliente es un espacio de diálogo que logre soluciones colectivas en torno a la problemática del cambio climático, entendida como una oportunidad para transformar nuestra vida ciudadana. La primera edición de este festival, organizado por La Junta (agrupación formada por Teresa Borasino, Elisenda Estrems y Maricel Delgado), se desarrollará en simultáneo a la COP20, que se llevará a cabo durante los primeros días de diciembre en nuestra ciudad.

"La idea surgió por la COP 20. Un evento así crea coyuntura y queremos que todos los ámbitos se activen al mismo tiempo. Queríamos que la cultura también se active, para acompañar a la COP20 y hacer más movimiento. Se trata de generar más opinión pública y sumar al impacto de esto, fuera del círculo cerrado de las negociaciones políticas," dice Teresa Borasino.

El hecho de que no sea una muestra dentro de una galería es el acierto más grande de Futuro Caliente, porque así logra evadir también el circuito del arte. "Queremos que el arte salga del arte y llegue al ciudadano. Creando estos híbridos interdisciplinarios. Trabajamos con arquitectos, artistas, organizaciones sociales, universidades, con expertos y un largo etcétera. Toda esta colaboración e intercambio es una forma de invitar al ciudadano de a pie a tener un rol activo dentro de esto," aclara Borasino.

Plantón Móvil. 2011, Lima. - Lucía Monge / foto: difusión.

Es de este modo que la dinámica del festival logra incidir en dos problemas cruciales, que además en nuestra sociedad están estrechamente ligados: por un la relación entre el espacio público y la ciudadanía, y por el otro las consecuencias del cambio climático. En ese sentido, Futuro Caliente busca enfrentar dos problemáticas con una sola acción, generando un impacto real sobre la vida ciudadana. "Se trata un poco de emular lo que pasará en la COP20. En un evento así, llega un montón de gente con sus propias ideas, su propia agenda y la necesidad de comunicar ciertas cosas. Es ahí donde se generan los acuerdos. La idea es que en esta confluencia de realidades se generen nuevas formas y dinámicas que den soluciones tangibles a los problemas del cambio climático que afectan al ciudadano común,” comenta Elisenda Estrems.

Una Promesa es una Nube. 2014, Lima. - Sandra nakamura / FOTO DIFUSIÓN.

Tomando en cuenta que solo tres de cada diez peruanos sabe de qué se trata la COP 20 y su relevancia para el futuro de las políticas globales sobre medio ambiente, la pertinencia de un evento así se hace evidente. Evitar los dos extremos que produce una discusión sobre el tema no es tarea fácil. No podemos aproximarnos cínicamente al cambio climático, pero tampoco debemos actuar de manera inocente respecto de cómo afecta nuestras vidas. Es ahí donde Futuro Caliente logra un balance inesperado, convirtiendo al espectador en actor. Probando así que los cambios efectivos son posibles y los problemas de escala completamente superables.

Winter Garden. 2011. Amsterdam, holanda.  -  cascoland / foto: difusión.

Como afirma Femke Bijlsma, miembro de Cascoland: "Lo que es realmente interesante es que, el arte es un vehículo para llevar una discusión que tal vez se considera personal o privada al terreno público. Cuestionar qué es lo que pertenece al ámbito de la discusión publica y el espacio público, es una forma de introducir al ciudadano a nuevos ámbitos de reflexión. Pienso que la respuesta a como darle continuidad, es empujar el tema al terreno público y una vez que está ahí empieza a moverse solo."

Empecemos a movernos pues.


Futuro Caliente va en La Alameda de la Integración [entre el Parque de las Aguas y el Estadio Nacional] y el Parque Cervantes, del 5 al 10 de diciembre. Puedes encontrar más información y el programa de actividades aquí.

[Imagen de portada: proyección virtual del foro central del festival]


Notas relacionadas en lamula.pe:

El Jardín Simbólico de Eliana Otta

Transitar la incertidumbre

Híbridos del futuro

Extractivismo, paisaje, arte: La topografía como voluntad del hombre

Para sobrevivir al temporal