De manera sorpresiva, un sector del Partido Aprista Peruano, encabezado por Miguel Del Castillo, hijo de Jorge del Castillo, se presentó en el Congreso acompañado por el parlamentario Julio Rosas para decir que "el pueblo aprista" rechaza el proyecto de Unión Civil.

El grupo repitió los argumentos religiosos y "naturalistas" presentados anteriormente por Rosas, Martha Chávez y otros representantes de los sectores más conservadores. Dijeron que de aprobarse este proyecto se estaría atentando contra la familia y el "orden natural de la sociedad".

La posición de este grupo aprista va en contra de las declaraciones de Mauricio Mulder y Alan García. El lunes, Mulder reafirmó su posición a favor de la Unión Civil y declaró que hay muchos militantes apristas que son homosexuales y que han destacado. 

"Siempre hemos tenido una actitud de apertura ante este tipo de cosas y muchos 'compañeros' saben que hay muchos que son homosexuales, algunos incluso han 'salido del closet' y otros no", dijo Mulder a RPP Noticias.

Los jóvenes religiosos y políticos dijeron que no había una decisión oficial del APRA respecto a este tema y que esperan declaración de su máximo líder Alan García. Sin embargo, al parecer olvidaron que él ya se mostró a favor de este proyecto en entrevista a Canal N en setiembre del 2013.

"Creo en todo lo que sea libertad de los seres humanos. Esa unión civil no me parece nada mal. [...] Déjenlos vivir. Yo soy católico pero esto no tiene nada que ver", dijo Alan García y agregó que "no hay por qué escandalizarnos de un pacto civil y legal".

Luego de la manifestación de los jóvenes conservadores del APRA, Mauricio Mulder respondió y explicó el asunto.

"Es una posición que está orientada por quienes comparten filiación aprista y religiosa. La célula parlamentaria aprista ha decido votar a favor del proyecto presentado por Bruce. Esto es Unión Civil, no matrimonio. Eso de lo natural es un concepto religioso contra el matrimonio", dijo a los periodistas.

El sector religioso y conservador del APRA ha levantado la voz. Tienen miedo de que se apruebe el proyecto de ley. Los sectores más conservadores tiemblan. Quizás sea una señal positiva de que del otro lado los derechos se están defendiendo con fundamento.

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