El 2013 ha sido un año de movilizaciones. Protestas y manifestaciones que llevaron a gran parte de la ciudadanía a tomar las calles exigiendo a las autoridades el poner en práctica todos los elementos necesarios para que en el Perú se viva una democracia plena. Lamentablemente, una democracia y un Estado justo no puede ser considerado como tal si una parte de su población, por minoritaria que sea, se ve discriminada al no reconocerle derechos fundamentales que merecen de manera intrínseca. 

Las personas LGTB en el Perú han librado una lucha constante e inagotable por el reconocimiento de estos derechos durante el año que termina. Esta vez, la situación de dicha comunidad obligó a que las manifestaciones no queden en el simbólico 'besos contra la homofobia' de cada año, sino que llevó a sus integrantes a reclamar cosas que en otras sociedades resultaría ridículo poner en discusión.

"Controversial"

El 17 de mayo, Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia, un grupo de ciudadanos se acercó hasta el Ministerio de Justicia para manifestar su decepción por el retiro de los derechos de las personas LGTB del Plan Nacional de Derechos Humanos 2013-2016, al considerar la extitular de dicho sector Eda Rivas que se trataba de un "tema controversial".

Una declaración desafortunada de un ministro de Justicia tomada como justificación para ir contra algo por lo que, ese mismo 17 de mayo, organismos internacionales condenaban: la discriminación y maltrato. Un video de la ONU, con la participación de su secretario general , Ban Ki-Moon, y de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, lo evidenciaba.

Días después, Aministía Internacional sería más directa al dirigirse en concreto al Estado peruano: "Toda persona debe poder disfrutar de todos los derechos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos". ¿Cuál fue la respuesta del Gobierno?¿Del Congreso? No se oyó, padre.

Crímenes de odio

Pero si hacía falta una evidencia de que desde el Congreso -salvo contadísimas excepciones-, no existe la mínima intención de modificar las leyes para otorgar y salvaguardar los derechos de las personas LGTB, el 4 de julio el Pleno rechazó la incorporación de la orientación sexual e identidad de género como agravante en delitos de discriminación, en el marco del debate sobre la Ley contra los crímenes de odio que reformaría el Código Penal. Un retroceso vergonzoso en política de derechos humanos de nuestro país que se había iniciado semanas atrás en la Comisión de Justicia. Un hecho que tuvo anécdotas ridículas como la conferencia encabezada por el evangelista Julio Rosas, que utilizó un espacio público -de un Estado Laico-, para hacer apología de sus creencias religiosas y 'promocionar' la 'reorientación sexual'.

Frente a esto las protestas nuevamente no se hicieron esperar. A mediados de julio una vigilia de más de un centenar de personas frente a Palacio de Justicia en la que se recordó a todos aquellos asesinados únicamente por ser como eran así como la participación del colectivo LGTB en las protestas ciudadanas contra la denominada 'repartija', supuso un llamado de atención a la necesidad de desterrar la homofobia que aún se resiste a desaparecer de nuestra clase política.

En dicho contexto, la Marcha del Orgullo Gay del 2013 celebrada semanas atrás cobró otro sentido.

video: tomate colectivo 

"Esta vivienda es censofóbica"

Como si no hubiese sido suficiente con la decisión del Congreso de no establecer penas más severas a quienes atenten contra una persona LGTB la disposición del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de no reconocer a las parejas del mismo sexo en el último censo, coronó una larga lista de decisiones, por demás, surrealistas y acordes con cualquier tiempo menos el actual.

Frente a ello, usuarios de redes sociales y colectivos iniciaron la campaña #NoMeCenses como una forma de exigir al INEI que corrija el manual del empadronador y advertir que no se brindaría información a estos hasta que la disposición sea enmendada. Algo que, nuevamente, las autoridades pasaron por agua tibia.

#UniónCivilYa

Finalmente, una luz al final del túnel. A inicios de setiembre el congresista Carlos Bruce presentó el proyecto de ley de Unión Civil No Matrimonial para parejas del mismo sexo, el mismo que busca que éstas gocen de derechos que en la actualidad el Estado les niega, como el formar sociedades gananciales y que sus integrantes reciban los mismos beneficios que un pariente de primer grado en determinadas circunstancias.

LaMula.pe fue uno de los primeros medios que entrevistó a Bruce al respecto, y en aquella ocasión expresó que negarle este derecho a las personas LGTB suponía una falta muy grave incluso a nivel constitucional, pues en la carta magna se indica que ningún ciudadano peruano puede ser discriminado por ningún motivo.

"Es clarísimo que acá hay un grupo de peruanos que trabajan como todos, pagan impuestos como todos, pero no tienen los mismos derechos. Si ellos se enamoran y quieren vivir con esta persona, no tiene la protección del Estado. Aquí estamos discriminando a un grupo de personas, en razón a su orientación sexual".

Como era de esperarse, la presentación del proyecto desató la ira del sector más conservador de nuestra sociedad, encabezado, entre otros personajes, por el cardenal Juan Luis Cipriani, pero apoyado por otro sector importante que no ve nada de malo en devolverle a los homosexuales los mismos derechos con los que nacieron.

La Comisión de Justicia, grupo de trabajo en el que el proyecto deberá debatirse antes de pasar al Pleno, agendó finalmente que este se discuta en marzo próximo. Una decisión que en un primer momento decepcionó a muchos pero que a la larga motivó a muchos ciudadanos, en su mayoría jóvenes, a planificar una campaña de información hacia aquellos que, más por desinformación y prejuicios que otra cosa, se muestran contrarios a la iniciativa.

Surgió así las #ParejasImaginarias, una iniciativa que despertó críticas pero obtuvo consenso en el hecho de que ayudaría a prender una mecha que demorará mucho en apagarse. Asimismo, diversos colectivos y movimientos empezaron su accionar en redes sociales, siendo el más destacado #UniónCivilYa, cuyos integrantes vienen realizando actividades en distintos distritos de la capital e incluso intervenciones artísticas que ganan terreno cada vez más entre los ciudadanos.

Video: Jacqueline Meléndez

Como dije líneas arriba, la mecha se ha prendido y será muy difícil que llegue a apagarse. El 2014 se inicia con una agenda pendiente en materia de derechos LGTB que deberá ser abordada sí o sí por las autoridades, para terminar de una vez por todas con un flagelo que lleva años reprimiendo y marginando a peruanos que con enamorarse no cometen ningún delito. 

Pero dicho objetivo no solo compete a quienes legislan y gobiernan, sino que debe comprometer a toda la sociedad en su conjunto por tratarse de un tema de derechos humanos. Un compromiso que deben asumir todos, pero en primer lugar, los mismos ciudadanos LGTB. Porque los derechos no se piden, se exigen.

Como diría Mafalda, no es el año nuevo el que debe cambiar las cosas, sino nosotros mismos.