Se lava las manos. Tras varios días de silencio, en lo que se reveló el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) entrega permisos de forma automática a los vehículos para transportar GLP sin ninguna revisión, el ente estatal emitió un informe sobre la tragedia en Villa El Salvador ocurrida hace ocho días y que ya ha cobrado la vida de 21 personas.

Para el Osinergmin, la desgracia tuvo a dos razones principales: el mal estado de la vía y la negligencia de la empresa Trangas LG E.I.R.L. en la que se registró el camión cisterna —que transportaba 2.500 galones de GLP—, informó El Comercio. De su responsabilidad, nada. 

¿Qué dice el documento oficial? Que la unidad estaba certificada y que cumplía los requisitos para transportar material peligroso, pero la pericia policial sostiene lo contrario, porque el camión no tenía los elementos de seguridad necesarios. El desnivel de la vía y la imprudencia del conductor también influyeron.

En efecto, como dice el Osinergmin, el camión tenía un certificado de inspección del tanque de GLP, que fue otorgado por la empresa Marconsult S.A.C. (acreditada por el Inacal), pero esto solo implica que la compañía garantizaba que el tanque de la unidad no suponía un peligro. El tengo no sufrió un daño importante luego de la deflagración de gas el 23 de enero pasado.

El problema es que la empresa certificadora nunca revisó el estado de los ductos ni las válvulas ni la carrocería del cambio, como admitió su propio gerente general declaró a El Comercio. La revisión de esos aspectos estuvo a cargo de la propia Transgas, que envió una declaración jurada a Osinergmin para que la autorizara a operar. Y el ente supervisor dio el permiso, sin verificar que, en efecto, lo que decía la empresa se cumpliera o si el personal de la firma a cargo de transportar GLP haya recibido la capacitación respectiva.

"La causa de la fuga de GLP se originó por el impacto contra un desnivel de la pista que no cumplía los estándares técnicos correspondientes. El impacto fue de tal magnitud que originó el desplazamiento de la base de la bomba (que a su vez sirve de mecanismo de protección), ocasionando además el desplazamiento vertical de la bomba y una válvula de paso, la cual se desacopló, siendo este el punto de fuga [...]", dice el informe del organismo supervisor.

"El vehículo se desplazaba con la válvula interna bloqueada en posición abierta, cuando debió estar cerrada de acuerdo a lo señalado en el Código de GLP NFPA 58 y a las recomendaciones del propio fabricante de la válvula interna", agrega el documento.

El Osinergmin explicó que esta válvula es un dispositivo diseñado para evitar la pérdida de contenido del recipiente en caso de accidente. "Al estar indebidamente abierta al momento del siniestro, ocasionó una fuga masiva del contenido del tanque", agrega el informe. De haber estado cerrada la válvula interna, estos daños no se hubieran producido. La única fuga hubiera sido la del GLP en las tuberías y accesorios (no la del tanque). 

Daniel Schmerler, presidente de Osinergmin, alegó en RPP no es competencia de del ente estatal verificar si el personal de las empresas que certifican cuenta con la calificación y capacitación para el transporte de materiales peligrosos como es el GLP.

Entonces, ¿de quién es competencia?  A estas alturas, para nadie es un secreto las falencias y vacíos en la norma que impiden un control y supervisión efectivos por parte de las autoridades al transporte de combustibles. 

Pablo de la Flor, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), dijo que no se puede seguir dando autorizaciones automáticas con la sola presentación de una declaración jurada y que se haya realizado una minuciosa verificación sobre las condiciones mecánicas, técnicas y de seguridad de los vehículos como el que causó la tragedia en Villa El Salvador.

El problema es que la normativa vigente permite que Osinergmin otorgue permisos de forma automática a vehículos para trasladar GLP sin ninguna revisión, por lo que urge una reforma en ese sentido, remarcó Fernando Cabada, presidente de la Sociedad Peruana de GLP.

Agregó que Osinergmin no exige como requisito la revisión técnica del camión. "Tiene que haber una certificación de la integridad de todo el sistema de GLP, no solo del tanque [...] Un camión-cisterna en malas condiciones también puede ocasionar un siniestro", comentó.

A esto se suma que el camión cisterna que provocó la desgracia fue modificado para brindar el servicio de transporte de GLP. Primero fue un furgón de 8,1 metros de largo al que se le alargó la carrocería en el 2011 para que mida 9,3 metros. En el 2013, se le colocó un tanque GLP y se redujo su longitud a 7 metros, y se le cambió su altura y se le añadió un asiento.

Además, este viernes, la secretaria del sindicato de Osinergmin, Pilar Merino, dijo  en Radio Capital que hace meses casi no hay fiscalizadores, porque se redujo el presupuesto, pero que los asesores externos del organismo pasaron de dos a 10.  

"Desde el 2017, hemos ido advirtiendo de una serie de problemas de forma interna. Se está copando la entidad de gerentes que no tienen experiencia en el sector y nos hemos convertido en una entidad administrativa, cuando nuestra función está afuera, fiscalizando. Eso es lo que se cuestiona", remarcó. 

Lee también

El Ejecutivo declara en emergencia Villa El Salvador tras tragedia

Pericia policial determina los tres factores que provocaron la tragedia en Villa El Salvador

La tragedia en Villa El Salvador pone en evidencia la falta de control y fiscalización de las autoridades