La raíz del escándalo. Durante la cuestionada gestión del fujimorista Luis Galarreta como presidente del Congreso se eliminó no solo la obligatoriedad de rendición de cuentas de los gastos por "semana de representación", sino que el monto por este concepto pasó de S/ 2.000 a S/ 2.800 líquido, luego de la retención del impuesto a la renta. La decisión fue aprobada en agosto del 2107, por la recién instalada Mesa Directiva que integraban entonces, además de Galarreta, Mauricio Mulder, Richard Acuña y Mario Mantilla.
El procedimiento anterior, hasta el final de la gestión de Luz Salgado, implicaba que cada legislador hacía la solicitud previa de los S/ 2.000 para ser utilizados durante la semana de representación, pero luego tenían sustentar sus gastos con boletas, facturas y comprobantes. Si el legislador no lograba acreditar el monto total de lo recibido, estaba obligado a devolver el saldo, como sucede con el resto del sector público, precisó este miércoles La República.
Pero con la llegada de Galarreta y compañía a la Mesa Directiva, los informes para la sustentación de las actividades de representación de los 130 parlamentarios se volvieron una burla. Solo lo hicieron 108 legisladores entre agosto de 2017 y julio de 2018; es decir, 22 congresistas no justificaron sus gastos por este concepto y algunos incluso lo sustentaron con opiniones en los medios y hasta con tuits.
La medida adoptada implicó, en la práctica, no solo un privilegio sino también un aumento encubierto. La misma congresista oficialista Mercedes Aráoz admitió que lo que reciben por gastos de representación no es un bono sino que es parte del sueldo de cada parlamentario y que había que sincerar este tema.
El escándalo por este tema le estalló en la cara al actual presidente del Congreso, Daniel Salaverry, anunció una reforma al respecto pero no dio más detalles. En principio dejó entrever que se eliminarían los gastos por representación pero hay resistencias de varios legisladores. Y su Mesa Directiva prohibió que se realicen viajes al extranjero en semana de representación.
La polémica disposición de Galarreta, Mulder, Acuña y Mantilla se sustentó en un informe de la Dirección General de Administración del Congreso que planteaba eliminar la obligatoriedad de la sustentación de los S/ 2.000. Y con su aprobación, ahora los legisladores reciben directamente el dinero, mediante un cheque, sin que haya ningún control para verificar si en efecto usaron el dinero para actividades de representación.
El reportaje de Cuarto Poder de la semana pasada evidencia lo efectos de la falta de control: seis congresistas, cinco fujimoristas y uno no agrupado, cobraron los cheques por gastos de representación, a pesar de que se encontraban de viaje en el extranjero, también con recursos del Legislativo. Es decir, cobraron doble. Ya la fiscalía de la Nación les abrió investigación preliminar y la Procuraduría pedirá que se amplíe la denuncia también a los que no sustentado ni justificado debidamente sus gastos de representación.
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