La conductora de televisión Magaly Medina se ha convertido en los últimos días en foco de críticas tras referirse a los estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos que protestaron contra distintas medidas del nuevo rectorado como 'aprendices de terroristas'. Un calificativo por el que no solo han evaluado tomar medidas legales desde dicha casa de estudios, sino que además ha generado el rechazo del Colegio de Periodistas del Perú.

Hoy Medina no está dispuesta a rectificarse e incluso ahora sostiene que lo que dijo realmente fue que "parecían aprendices de terroristas, que no es lo mismo" y que no se refería a todos los que estudian una carrera en San Marcos. Una actitud que a muchos estudiantes le has sentado más a burla que aclaración.

Sin embargo, hubo un tiempo en que para la presentadora resultaba esperanzador saber que las nuevas generaciones de jóvenes salían a protestar y mostraban su inconformidad frente a lo que consideraban injusto.

En marzo de 2001, Magaly Medina regresaba a la televisión a través de ATV luego que el control de Frecuencia Latina volviera a Baruch Ivcher en diciembre del 2000. En uno de sus primeros programas emitió una esperadísima entrevista al periodista César Hildebrandt, quien por entonces también se encontraba fuera de la televisión tras pelearse en vivo con Gustavo Delgado Parker y renunciar a dicha casa televisora.

El periodista intentaba explicarle a Medina Vela la razón por la que había decidido alejarse por un tiempo de las pantallas esperando "que la televisión se regenere", pues al continuar con los mismos contenidos generaba más inconformidad entre la población.

"La televisión es la vena, la arteria principal que va a la democracia en una sociedad mediática como la del siglo XXI. Antes era la prensa, ahora es la tele la arteria principal que va al cerebro de la democracia. Cuando esa arteria en vez de sangre fluye excremento, entonces el cerebro se llena de excremento. La democracia colapsa, la televisión puede hacerlo (...) Eso no es un país, para mí es una resignación colectiva".

La conductora, sin embargo, refutó a Hildebrandt asegurando que lo visto en aquellos últimos meses tras las masivas protestas de jóvenes que llevaron a la caída del régimen de Alberto Fujimori, mostraban lo contrario.

"Yo creo que ahora estamos viviendo nuevos tiempos, ah. Esos jóvenes que han salido a la calle no son ningunos borreguitos, hay una nueva generación de gente que piensa, que se rebela, que es inconforme. Yo creo que mientras haya gente inconforme en este país o en cualquier otro, una democracia no puede morir".


La respuesta del periodista podría aplicarse incluso para los tiempos que corren.

"Pero esos jóvenes resultan silenciados por los grandes medios, porque resulta que aparecen un día y no vuelven a aparecer nunca. ¿Y quiénes salen? Los de siempre, los que convirtieron este país en una gran chacra e hicieron de esta democracia un simulacro. Los jóvenes son usados como adorno para que el sistema diga, 'miren, también hay anarquistas y una suerte de desfogue de energía', pero son adorno. El sistema consiste en no contarle a la gente lo importante".

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¿Y cómo protestaban los jóvenes entonces?




Pero aquella entrevista -que no fue la única en la que ambos personajes se verían frente a frente-, dejó varias frases imperdibles de Hildebrandt respecto a una sociedad que, lamentablemente, 16 años después no parece haber cambiado mucho.

Aquí solo algunas:

"Tú (Magaly) has aparecido como un fenómeno de la comunicación y la tele te engríe, te sientes muy cómoda. Yo en cambio me he tenido que tragar, estadísticamente hablando, diez programas de 'fuera y patada'".
"Hay esta sensación de servidumbre que han creado algunos colegas respecto a que los periodistas tienen que ser fichas del ajedrez. Supuestamente inteligente pero siempre interesado de los patrones. Federico Salazar les ha hecho creer a muchos desde sus columnas, muy bien escritas, que los periodistas son empleados, y como lo son tienen que obedecer a la casa y los intereses eventuales".
"La televisión no le ha pedido perdón al Perú. No ha emitido un solo comunicado de arrepentimiento social después de toda la basura que durante años ha perpetrado sistemáticamente. El Perú desinformaba, en el Perú se mentía, la televisión servía estrictamente para decir lo contrario de lo que pasaba".
"La televisión es lo más importante. ¿Por qué crees que mi cabeza podría costar 7 millones y podía convertirse en objeto de una negociación? Porque este es un país de no lectores, es un país en donde la lectura ha decrecido a un punto tal que una revista que antes vendía 40 mil ejemplares hace diez años, hoy vende 14 mil. Con excepción de la prensa popular de 0.50 céntimos que es la única que más o menos es masiva y se parece mucho a la televisión".
"Anuncio públicamente que no voy a reaparecer en la televisión informativa porque creo que es desinformativa. He escogido este programa para decirlo y despedirme provisionalmente de los televidentes. No estoy en la tele porque no puedo estar en una que no se ha regenerado, está más arrogante que nunca, se siente más impune que nunca y se siente más mafiosa que nunca. No voy a estar, no puedo estar. No porque sea héroe, quisiera trabajar, el sueldo lo necesito, pero no a ese costo".
"Usted no puede salir en la mañana a decir que el incendio del Banco de la Nación lo ha producido Toledo. No tienen pruebas. Tampoco es cierto que pueden decir que lo han producido agentes del SIN. Pero no, decían 'Toledo el incendiario, la pandilla salvaje', eso no es televisión, eso es mierda. Y eso envenena el alma de la gente, el tejido social de un país, acaba con la credulidad de la gente en la democracia".


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