El juez Richard Concepción Carhuancho ordenó, a pedido de la fiscalía, 18 meses de prisión preventiva para el expresidente Alejandro Toledo para asegurar que se someta a la investigación por tráfico de influencias y lavado de activos que le abrió el Ministerio Público, que lo acusa de recibir US$ 20 millones de Odebrecht por la buena pro de la carretera Interoceánica.

Otra medida de aseguramiento que emitió el juez en la audiencia del jueves en la Sala Penal Nacional es la captura internacional de Toledo, es decir, una orden para que la Policía Internacional (Interpol) lo detenga en el país donde se encuentre.

En este contexto, hay al menos cuatro escenarios que se abren tras el fallo judicial en mención, que señala que el fiscal del caso, Hamilton Castro, aportó evidencias suficientes para que proceda la detención de Toledo por las coimas que habría recibido de la constructora a través de depósitos en un entramado de empresas offshore  en el extranjero vinculadas a su amigo y exfinancista Josef Maiman.

I) Que la Interpol lo detenga y lo entregue al Perú

Esta posibilidad se da luego de que el Ministerio del Interior peruano solicitará a la Interpol Francia "celeridad" ante el alto riesgo de fuga de Toledo, quien sigue en París, según su abogado.  

La oficina de la Interpol respondió al Mininter que la solicitud está en proceso de evaluación y que una vez concluida la difundirán, pero no precisaron fecha ni hora. Hasta la publicación de esta nota, aún no se había difundido la notificación. De ser detenido en este contexto, podría ser entregado de inmediato a las autoridades peruanas.

II) Que vuelva al Perú

Este es quizá el escenario menos probable, no solo porque el mismo Toledo y su esposa, Eliane Karp, han alegado que no confían en la justicia, sino porque el juez rechazó el pedido de su defensa en la audiencia del jueves para que afronte las pesquisas bajo comparecencia restringida. 

De hecho, sus abogados le recomendaron al exmandatario que no regrese al Perú, al menos hasta que se resuelva la apelación de la resolución de prisión preventiva.

El penalista Mario Amoretti sostuvo que, de volver al Perú, Toledo Manrique no se podría alegar que el próximo mes cumple 72 años para evitar la cárcel, porque en este caso se toma en en cuenta la edad del exmandatario cuando se cometió el delito. Según la fiscalía, lo pagos ilícitos los recibió entre el 2005 y el 2010. 

Tampoco podrá acogerse a otros beneficios, por la gravedad de los delitos que se le imputan, sobre todo el de lavado de activos. "(Toledo) iría directo a prisión", dijo el experto a El Comercio.

III) Que se queda en Estados Unidos

Toledo vive la mayor parte del año en California, donde trabaja en la Universidad de Stanford. Es probable que una de las opciones que bajara es quedarse ahí. En ese caso, se tendría que iniciar un proceso de extradición, para lo cual se recurriría al convenio que el Perú tiene con EEUU, sobre todo si se trata de delitos graves de corrupción, como el blanqueo de dinero ilícito.

Pero el también abogado Carlos Caro sostuvo que las autoridades del país del norte podrían anular la visa de Toledo para evitar un proceso de extradición largo. Ya ha pasado en otros casos en los que EEUU quiere deshacerse rápido de un acusado de corrupción y recurren al régimen migratorio para ponerlo en el primer avión rumbo al país donde la justicia lo reclama. "Ellos (EEUU) tienen una larga tradición de convenios con la justicia peruana respecto a extradición por delitos graves y mediáticos", sostuvo el penalista al citado medio.

4) Que vaya a Israel

Esta es otra de la posibilidades que tiene Toledo. De hecho, el jurista Javier Valle Riestra, cuyo estudio tenía a su cargo la defensa del expresidente hasta que la fiscalía formalizó las imputaciones, le recomendó que busque refugio en Israel, no solo porque el Perú no tiene un tratado de extradición con ese país, sino también porque al tener su esposa, Eliane Karp, esa nacionalidad, además de la belga, le otorga inmunidad para no ser entregado a la justicia peruana.

Sin embargo, el penalista Mario Amoretti sostiene que, en este escenario, existe un precedente que puede beneficiar al Perú que data del 2013, cuando nuestro país entregó, de buena fe, sin un convenio formal de por medio, a un ciudadano israelí acusado de corrupción. "Si bien no existe un tratado de extradición con dicho país, sí se aplicaría el principio de oportunidad. Este radica en que el Perú entregó en el pasado a una persona solicitada por Israel por lo que, en este momento, se le devolvería a un ciudadano peruano", explicó.

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