La tragedia aérea del Chapecoense que enlutó al mundo está dando un giro hacia la indignación, ya que las investigaciones han revelado que el avión que se estrelló cerca de Medellín con 77 personas, de las cuales solo seis se salvaron, no tenía el combustible necesario para llegar a su destino final, y esto puede dejar sin indemnización a las familias de las víctimas. La póliza de seguro vigente de LAMIA, la aerolínea boliviana dueña del aparato siniestrado, prevé eximir de dicha reparación en caso de negligencia del piloto.
A medida que avanzan las pesquisas, todo apunta que así fue, a que el capitán del fatídico vuelo, Miguel Quiroga, no tomó las previsiones del caso, porque la aeronave no tenía el combustible mínimo de seguridad para hacer el viaje. "Estoy indignado de que haya sido un fallo de la aerolínea y de un piloto, que no está aquí ahora para explicarse. No se puede comprender", dijo al respecto el presidente interino del club brasileño, Iván Tozzo. "No consigo ni siquiera imaginar lo que han hecho. Tenían autonomía, pero no tenían margen para llegar. Es muy complicado", agregó.
A esto se suma que los familiares de las víctimas de la tragedia podrían no recibir ninguna indemnización por parte de la empresa de seguros contratada por LAMIA. ¿La razón? La póliza contratada por la empresa boliviana tendría dos cláusulas de exclusión que eximirían el pago de la cobertura en caso de negligencia u omisión del operador, en este caso, el piloto Miguel Quiroga, así lo reveló el diario brasileño Folha de Sao Paulo.
Aunque la verdad definitiva sobre qué ocurrió se sabrá sólo tras el análisis de las cajas negras del vuelo, lo cierto es que este proceso podría demorar hasta seis meses. Para las autoridades colombianas está claro que el tanque del avión estaba vacío en el momento del impacto. Y la aerolínea boliviana ya culpó de la tragedia a su piloto, quien falleció en el accidente.
En cuanto a la póliza que LAMIA firmó con la aseguradora Tokio Marine Kiln, ya se empezaron a conocer detalles de este contrato que, en principio, tendría valores irrisorios para los estándares del sector aéreo, según James Healy-Pratt, abogado de un bufete que trabajó anteriormente en los accidentes aéreos más famosos de los últimos años en Europa.
El experto explicó que empresas pequeñas del tamaño de LAMIA están obligadas a tener al menos 750 millones de dólares o incluso hasta mil o dos mil millones de dólares para cubrir este tipo de accidentes. Pero la aerolínea que transportaba al Chapecoense y a periodistas a Colombia es de apenas 25 millones de dólares, un monto mucho menor.
Incluso Folha señala que la póliza de LAMIA no cubría ni siquiera el avión Avro RJ85, un modelo que dejó de ser fabricado en 2002 y el único de su flota con espacio para hasta 100 pasajeros.
Además, Bolivia es uno de los 140 países que acordaron responsabilizar de los accidentes aéreos a las líneas aéreas, y que estas paguen a los familiares de las víctimas alrededor de 170 mil dólares (por cada víctima como mínimo).
¿Qué hacer en estos casos? Las familias deberían hacerle juicio a la empresa, según los expertos, pero es probable que LAMIA no tenga liquidez suficiente para pagar lo correspondiente, lo que complica el panorama y provocaría una disputa larga y difícil.
En tanto, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y Chapecoense informaron que cubrirán todos los gastos de los entierros de las víctimas.
La aseguradora contratada por el club deberá desembolsar cerca de 2,5 millones de reales (700 mil dólares) para cada familia, un monto calculado al multiplicar por 28 el salario de cada atleta.
(Foto de cabecera: Reuters)
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