La defensa de Manuel Burga ha venido sostiendo que las pruebas contra el extitular de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) no existen, puesto que no hay documentos que demuestren que haya recibido sobornos de parte de las empresas de comunicación interesadas en transmitir los campeonatos de fútbol. 

Sin embargo, en un reciente artículo en la revista PODER, el periodista Juan Carlos Ortecho abona algunas razones por las cuales la Sala Penal Suprema que preside Javier Villa Stein debería dar el visto bueno a la extradición del otrora mandamás de la FPF.

En dicho artículo, Ortecho indica que hay que tener en cuenta "la naturaleza del proceso judicial en el que (Burga) está involucrado". Allí recuerda que:

"La extradición de Manuel Burga se solicita en base a una acusación de la fiscalía norteamericana en la que se le imputan cinco cargos bajo el marco de la Ley RICO (norma que se utiliza en Estados Unidos para perseguir las actividades ilícitas de organizaciones criminales)".

Los cargos por los que la justicia estadounidense pretende extraditar a Burga son los siguientes:

(1) Un cargo de conspiración de crimen organizado (racketeering conspiracy) (2) Dos cargos por su participación en la conspiración del caso Copa Libertadores (fraude electrónico y lavado de dinero) (3) Dos cargos por su participación en la conspiración del caso Copa América Centenario (fraude electrónico y lavado de dinero) 

Todos estos casos tienen que ver con los casos en los que Burga ha participado, según varios testimonios, como cómplice de los sobornos de empresas que pretendían hacerse cargo de los derechos de transmisión de estos torneos.

CONMEBOL COMO UNA ORGANIZACIÓN CRIMINAL

Sobre la responsabilidad de las organizaciones que dirigen el fútbol a nivel continental y mundial (en el caso de América del Sur es la Confederación Sudamericana de Fútbol- Conmebol), Ortecho indica:

"basta con entender que en todo el proceso penal contra la dirigencia del fútbol mundial, la fiscalía norteamericana sindica a las organizaciones de fútbol, como la FIFA o la CONMEBOL como empresas criminales (usa el término criminal enterprise) y cuya razón de ser es el manejo de un negocio fraudulento, valiéndose de actividades ilícitas como el soborno y el lavado de dinero, entre otras". 

¿Cuál es la responsabilidad de la Conmebol? Ortecho explica a qué conclusión llegó la justicia de los Estados Unidos:

"se trata de una empresa criminal luego de analizar que desde 1991 existe un patrón de actividad en el que todos los derechos de explotación comercial del fútbol sudamericano se negociaban a cambio de sobornos". 

¿Y qué responsabilidad tendría Burga? El artículo de PODER indica que es considerado "partícipe y co-conspirador", y que en el caso del cargo de "conspiración de crimen organizado" la justicia de Estados Unidos no imputa "el delito individual, si no el conjunto de actividades ilícitas que realiza una empresa", que en este caso es la Conmebol.

"Por lo tanto, para que quede probado el cargo de conspiración de crimen organizado en sede judicial norteamericana en contra de Manuel Burga, bastaría con verificar que el dirigente peruano era un miembro del directorio de CONMEBOL. Es decir, un funcionario con voz y voto en las decisiones que el ente sudamericano tomó cuando se cometieron estas actividades ilícitas". 

LA COPA LIBERTADORES ES MI OBSESIÓN

En cuanto a los sobornos por la Copa Libertadores, que la justicia estadounidense detectó por movimientos en sus sistema financiero, la fiscalía de aquel país recuerda los hechos:

"T&T, una empresa con sede en Islas Caimán, comenzó a pagar a inicios de la década del 2000, sobornos a los dirigentes con mayor peso tradicional de CONMEBOL a razón de casi un millón de dólares anuales para cada uno". 

En base al testimonio de Alejandro Burzaco, quien estaba a cargo de esta empresa, este confesó que en el año 2009

"un bloque conformado por seis de las naciones con menor peso tradicional, (llamado “Grupo de los Seis”) entre los cuales estaba Manuel Burga de Perú, intentaron ganar mayor control en la toma de decisiones en el seno de CONMEBOL y desde entonces pidieron que los sobornos por la Copa Libertadores se repartiera entre ellos también". 

Sin embargo, la defensa de Burga sostiene que el pedido de extradición de Estados Unidos "no ha presentado más evidencia que la confesión de Burzaco en este caso".  

LA COPA AMÉRICA

Sobre el torneo continental más antiguo del mundo en vigencia, Ortecho recuerda el siguiente hecho:

"El 25 de mayo del 2013 en Londres, CONMEBOL suscribió un contrato con la empresa DATISA (constituida por los hoy procesados Alejandro Burzaco, Mariano y Hugo Jinkis y Joseph Hawilla) otorgándole todos los derechos comerciales de la Copa América desde el 2015 hasta el 2023. Manuel Burga, como miembro de la CONMEBOL, estaba entre los firmantes. El contrato estipulaba que se pagarían US $ 317. 5 millones por los derechos y un “bono” de US $ 100 millones destinados a ser pagados en cinco armadas de US $ 20 millones para los diez presidentes de CONMEBOL. De ese “bono” —que Estados Unidos llama soborno— le tocaban $7.5 millones a Manuel Burga, a razón de US$1.5 millones a la firma y US$1.5 millones por Copa. Según la denuncia fiscal, US$40 millones ya habrían sido desembolsados, de los cuales US$3 millones habrían sido transferidos al Perú".

Para mayor información, puede leer el artículo completo aquí.

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