Los líderes de la Iglesia Católica en el Perú, y especialmente los del Sodalicio de Vida Cristiana, pensaron que las denuncias en contra de esta última organización por abusos y delitos sexuales contra menores pasarían desapercibidas, debido al interés que concita entre los peruanos la presente campaña electoral.
Sin embargo, un medio internacional prestigioso como la British Broadcasting Corporation (BBC) ha "resucitado" el asunto, destacándolo en su portada de su página web en español.
Dicho informe, escrito por la periodista Pierina Pighi, recuerda que actualmente el Sodalicio "enfrenta acusaciones de abusos psicológicos, físicos y sexuales contra menores de edad y la Fiscalía del Perú lo investiga desde octubre de 2015".
También indica que dicha investigación empezó luego de la publicación del libro "Mitad monjes, mitad soldados" escrito por el periodista Pedro Salinas, en colaboración con su colega Paola Ugaz, que reúne 30 testimonios de abusos ocurrido a lo largo de tres décadas, en las que las supuestas víctimas, que prefieren el anonimato, indican que el responsable de estos hechos son el fundador de esta organización, Luis Fernando Figari Rodrigo.
Pighi indica que de los 30 testimonios, "cinco narran episodios de abusos sexuales", y que tres de estos últimos "señalan como perpetrador al fundador Figari".
El informe de la BBC menciona que los denunciantes de los casos que señalan directamente a Figari acudieron al mismo Vaticano hace cinco años, "pero no han recibido respuesta", indicó tanto Ugaz como la exintegrante del Sodalicio, Rocío Figueroa, quien ayudó a los que han denunciado estos hechos.
LA MADRE DEL CORDERO
El exintegrante de la organización, Martín Scheuch, quien reside actualmente en Alemania, indicó a la BBC que los participantes "leían libros fascistas", tal como lo indica el libro "Mitad monjes, mitad soldados". Este texto refiere que uno de los autores leídos "era José Antonio Primo de Rivera, fundador de la falange española".
Scheuch, quien ha publicado su testimonio sobre lo ocurrido en el Sodalicio en su blog "Las líneas torcidas", ha recordado cuáles eran las ideas que debían practicar los miembros de esta organización religiosa:
"(...) una de las ideas principales con las que surgió el Sodalicio era que sus miembros debían practicar la obediencia absoluta, en cuanto a horarios, actividades, lecturas, forma de vestir e incluso estudios profesionales (...) El que obedece nunca se equivoca".
Por su parte, Figueroa dijo a la BBC que dicho concepto le parecía "superpeligroso", pues todos perdían "su capacidad crítica" de manera que "los superiores podían mandar cualquier estupidez".
Sin embargo, el asistente de comunicaciones del Sodalicio, Fernando Vidal, sostuvo que "a los comienzos, cuando los sodálites eran muy jóvenes, tomaban como referencia antiguas costumbres de la época", pero que nunca se prohibió lecturas, sino que se hicieron "recomendaciones durante su formación".
Pese a la versión de Vidal, lo cierto es que esta sumisión a la que eran sometidos los jóvenes sodálites era la coartada perfecta para que cedieran ante las bajas pasiones de sus superiores.
LAS PRIMERAS DENUNCIAS
Hasta culminado el siglo XX, el Sodalicio era visto como una organización más en el mundo católico. Sin embargo, el año 2000 comenzaría a cambiar todo, luego que el exintegrante José Enrique Escardó Steck publicó en la revista Gente "una serie de columnas en las que contaba los abusos psicológicos y físicos que sufrió durante el año que vivió en las comunidades del Sodalicio", las cuales están reunidas en su blog "El quinto pie del Gato".
Estas son algunas de las cosas que le hicieron hacer durante su paso por el Sodalicio, según sus declaraciones a la BBC:
"sus superiores lo obligaron a dormir un mes en una escalera y a comer arroz con leche con kétchup" (...) lo amedrentaron con una cuchilla en el cuello y lo escondían en el baño de la comunidad cuando su mamá iba a visitarlo".
La respuesta de Vidal a la consulta de la prestigiosa cadena británica no se hizo esperar:
"Creo que en situaciones así confluyen muchas cosas: los defectos y problemas del señor Figari, el contexto socio-cultural de los años 60 y 70, la juventud e inexperiencia de los que iniciaban este camino (...) más allá de cuáles (de las prácticas) sean verdaderas o no, (no se hacen) desde hace muchos años en ninguna de las comunidades sodálites".
Al mismo tiempo, reconoció que todos estos hechos son "inaceptables", pero que han sido "aislados, circunscritos". Sin embargo, indicó que el Sodalicio "no se reduce a las denuncias. Hay mucha gente buena y generosa".
EL ESCÁNDALO DEL HOTEL
Luego de unos años en los que estas denuncias fueron olvidadas, en octubre del 2007 la policía encontró al integrante del Sodalicio, Daniel Murguía Ward, "con un niño de 11 años al que iba a tomarle fotos desnudo". Murguía fue muy cercano a Figari, según reveló su propia hermana, Patricia Murguía.
Luego de su detención, el Sodalicio anunció la expulsión de Murguía, debido a"esta situación hasta ahora totalmente desconocida para nosotros, que consideramos completamente inaceptable, y que ha sorprendido y golpeado dolorosamente a toda nuestra comunidad". Daniel pasó año y medio en la cárcel.
GERMÁN DOIG Y SU FRACASO COMO SANTO
El informe de la BBC recuerda que tres años después, Figari renunció de manera sorpresiva a ser superior de la organización, luego de 39 años al mando. Ese mismo año 2010, el proceso de beatificación de Germán Doig, vicario general del Sodalicio fallecido en 2001, quedó suspendido.
La BBC también refiere que, al año siguiente, el 2011, Diario 16 reveló varios testimonios de abuso sexual, que señalaban a Doig como responsable. El Sodalicio reconoció que estas denuncias fueron la causa de la anulación de su beatificación.
En el libro de Salinas, una de las víctimas de Doig afirma que este "era muy cariñoso", ya que le "cogía la mano" y lo abrazaba en espacios donde se practicaban "sesiones de consejería espiritual". Allí,"se quedaban desnudos para hacer ejercicios de energía y Doig lo masturbaba".
Otro denunciante refiere que Doig "le pidió que lo penetrara", como una manera de "experimentar para ayudar a otros aconsejados”, según se indica en el libro. Por su parte, Figueroa indicó que Doig "le tocó un seno en una sesión de yoga".
LA ESCALADA LLEGÓ A FIGARI
Pero Doig no era el único en practicar estos abusos. El año 2011, luego de publicar la información sobre el frustrado aspirante a santo, Diario 16 difundió nuevas denuncias, que esta vez involucraban a Figari.
En el libro de Salinas, un exsodálite acusa a Figari "de pedirle que se sentara sobre un palo" y otra víctima contó que a los 17 años, "Figari le dijo que era momento de 'abrir el tercer ojo para ver mejor las auras y que despertaría su kundalini al depositar su semen en su hueso sacro'".
Figari ha permanecido entre Lima y Roma desde el 2010, año de su retiro, y el 2015 se estableció en la capital italiana. Ese último año, respondió con una carta dirigida a los sodálites, en la que admitió que cometió "graves errores, fallas y ligerezas", pero negó los abusos sexuales.
Ante la investigación fiscal, su abogado Juan Armando Lengua Balbi criticó que los testimonios del libro sean anónimos. "No puede haber autores si no hay agraviados claros", ha declarado, al mismo tiempo que ha aconsejado a su defendido "no asistir" a la citación de la Fiscalía, pues aduce que esta no envió el documento a su domicilio en Roma.
LA ACTUACIÓN DE LA IGLESIA
El informe de Pierina Pighi también revela cómo actuó la Iglesia Católica ante las múltiples denuncias contra el Sodalicio.
Conocedor de estos hechos, el Vaticano nombró, en abril del 2015, al sacerdote peruano Fortunato Pablo Urcey como "visitador" para las casas del Sodalicio, con el objetivo de "recoger información sobre la forma de vida del Sodalicio y la autoridad de Luis Fernando Figari".
Sin embargo, el trabajo de Pablo Urcey se ha limitado, como indica la BBC "a preguntar a los miembros sobre los testimonios de abusos" y que "ha tomado lonche (merienda) y ha compartido la eucaristía con ellos", pues "investigarlos no es un trabajo que él tenga que hacer".
Así están las cosas y la campaña electoral parece hacer que el tema quede en el olvido. Pero la prensa extranjera siempre puede ayudar a que resucite. Sería bueno conocer en qué va la investigación de la fiscalía.
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