Para nadie es un secreto que el fujimorista Julio Rosas podría encajar perfectamente en el Congreso de hace un siglo. La haría linda. Nos lo ha demostrado en innumerables ocasiones durante los últimos cuatro años en que se ha opuesto tajantemente a cualquier iniciativa que reconozca los derechos de las mujeres y las personas LGTBI.  Cuatro años en que le ha importado poco que el Perú sea oficialmente un Estado laico y ha pretendido que se creen leyes tan innecesarias como la instauración del 'día de la biblia'. Cuatro años en que se ha dedicado a convertir el Congreso de, insistimos, un Estado laico, en la sucursal de un templo religioso.

Porque al señor Rosas le encanta organizar conferencias o aprovecharse de temas coyunturales para pretender que su creencia religiosa se apropie de la sede del Legislativo a cualquier precio. Hace poco el pretexto fue la rehabilitación de ex presos para así llevar el discurso aquel de que 'solo dios puede salvarte del mal camino, etc, etc'. No mucho antes había sido el ciudadano que deseaba que las leyes peruanas reconocieran nuevamente su nombre de nacimiento para que todos entiendan 'que solo Cristo puede salvarte de la homosexualidad, etc, etc". Y eso sin contar aquellas charlas -con condecoraciones incluidas- de personajes conocidos internacionalmente por su discurso homofóbico. Todo en el Congreso de un Estado laico.

Pues don Julio sigue en sus trece. Para este martes, según la web del Congreso, convocó a la conferencia "El Problema del Derecho a la Vida en el Perú y el Rol de los Organismos Internacionales". Un título que no sorprende teniendo en cuenta que 'la defensa de la vida' es otra de las banderas que se jacta de defender. ¿Dónde está el problema? Pues que echando un vistazo a los expositores de la misma, nos encontramos con un nombre que no nos es ajeno: Sergio Tapia Tapia.

¿Y por qué nos resulta familiar? Pues porque hace solo un año Espacio 360 daba a conocer la contratación de Tapia como asesor del fujimorista. Claro, que las perlas que nos recordaba Patricia Montero en aquel informe, no eran nada alentadoras.

Tapia es un conocido abogado que durante el Gobierno aprista fue noticia por su cercanía al vicepresidente Luis Giampietri, algo que llevó al equipo del programa La Ventana Indiscreta ha sumergirse en su pasado y descubrir un currículum poco envidiable.

Resulta que según el informe elaborado por Marco Vásquez, Tapia recibió del llamado Comandante 'Camión', –principal responsable de la matanza de Accomarca- un poder absoluto para abrir y cerrar cuentas bancarias. Además de ser sindicado como abogado de los marinos vinculados a la matanza de El Frontón.

Pero no solo eso, don Tapia fue vinculado a grupos fundamentalistas y ultra conservadores que muchos se atrevieron a calificar de neonazis. Esto fue recordado durante la campaña electoral del 2011, donde Tapia pretendía llegar al Congreso en la lista de... adivinen quién: Keiko Fujimori. Así lo recordaban Carlos Herrera y Flor Huilca para La República:

"Su labor poco conocida, sin embargo, va más allá del patrocinio legal en busca de la impunidad y se extiende a su militancia comprometida con causas religiosas conservadoras y agrupaciones ultrarradicales. 

Desde el 2001, según la Sunat, Tapia es asesor legal en el Perú de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (Fasta), fundada en Argentina por el dominico Aníbal Fosbery.

Fasta es un grupo religioso con marcada formación miliciana, de accionar violento y autoritario. Su fundador estuvo vinculado a altos mandos militares comprometidos en violaciones de los derechos humanos y a grupos neonazis, fue colaborador de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) e incluso participó en una operación encubierta de compra de armas.

Fosbery, al inaugurar una universidad de Fasta en Bariloche, puso en evidencia sus simpatías. Agradeció al oficial nazi Erich Piebke, presidente de la Asociación Germano Argentina, en cuya sede funcionaron instituciones educativas dirigidas por Fosbery.

Erich Piebke participó en la masacre de las Fosas Ardeatinas, donde fueron ultimados 335 judíos y miembros de la resistencia italiana, en Roma. Una vez ubicado en Argentina, este oficial fue extraditado a Italia y procesado".

Resulta que la denominada Fasta -que sería algo así como el tan desprestigiado Sodalitium Christianae Vitae- administró durante la década pasada el colegio Claretiano de Arequipa, donde Tapia fue asesor. Una relación que culminó escandalosamente en 2009 cuando padres de familia y exalumnos acusaron a dicha organización de malos manejos y de buscar la manera de captar escolares para que se unan a ella.

Tapia negó todo y señaló que las razones de su alejamiento del plantel fueron otras. Sin embargo, la presión mediática llevó a que en Fuerza 2011 decidieran retirarlo de la lista parlamentaria, aunque desde el fujimorismo se dijo que las razones eran estrictamente privadas.

Pero no solo ello, sino que muchos medios reseñaron también la actitud fundamentalista que Tapia evidenció en algunos actos públicos como la presentación del libro Cruces y sombras, perfiles del conservadurismo, a finales de 2005, "cuando un grupo de fanáticos religiosos de Fasta irrumpió en la presentación del libro, de Edgar Gonzales, quien describe las redes que establecen los movimientos católicos y que se oponen, entre otras cosas, al aborto", según La República.  

"Durante la arremetida, los jóvenes que decían ser católicos rodearon a Sofía Macher, comentarista del libro, y la colmaron de acusaciones". Tapia habría participado de la protesta.

Sin olvidar, claro, la famosa fotografía del asesor representando en su etapa escolar a Adolph Hitler en una obra de teatro. Algo que si bien podría resultar anecdótico, sirve de analogía perfecta para un pensamiento que, según su accionar, no tiene reparos en defender.

Y este personaje, sobre el que ya se puso la atención hace un año tras su nombramiento por parte del congresista Julio Rosas como asesor, es invitado hoy a dar una conferencia magistral sobre "el derecho a la vida" nada más y nada menos que en la sede del primer poder del Estado. ¿Nos sorprende? No, qué va. Lo llevó un parlamentario más conocido por su discurso fanático-religioso que por su labor legislativa (hay que recodar nada más su frustrada intención de condecorar a Kiko), que, por si fuera poco, es fujimorista.

¿Qué cosas, no?

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