El domingo último se registró una nueva víctima de los desplazamientos de rocas en la Costa Verde. Y es que hace más de un año, desde el trágico accidente que dejó en coma al pequeño Tiago de tres años, no ocurrían incidentes que ocasionaran pérdidas o afecciones humanas graves. 

Javier Melgarejo, un joven taxista, transportaba a una pasajera, Belermina Cubas, por la avenida Costanera, en el distrito de San Miguel, cuando una roca cayó sobre el parabrisas de su auto, destrozándolo e hiriéndolo en la cabeza.

Melgarejo pudo frenar y así evitar que ocurra un incidente mayor, sin embargo el derrumbe le causó algunas heridas, lo que hizo que se le condujera al Hospital Casimiro Ulloa de Miraflores. Ya fue dado de alta

Al respecto, la señora Cuba, quien iba en el asiento del copiloto y por suerte no sufrió ningún daño, afirmó:

"Estaba llena de vidrios y me revisé porque al chico lo vi sangrando. Estaba nerviosa, pensé que yo me había cortado".

Asimismo, el hermano de la víctima, quien mostró el estado en el que quedó el auto de Melgarejo, declaró a los medios:

“Quiero que la autoridad tome conciencia sobre este hecho. Cualquier persona pudo haber pasado por esto. Quiero que se hagan responsables”.

Cabe resaltar que para evitar esta clase de accidentes, la Municipalidad de Lima colocó geomallas en la vía, pero aún varias partes se encuentran sin este tipo de seguridad, por lo que representa un peligro para conductores y pasajeros de nuestra ciudad.

Hoy la Municipalidad ha publicado en su cuenta de Twitter algunas fotografías de las tomografías realizadas a Melgarejo en el Hospital de la Solidaridad. ¿Es posible remediar las deficiencias del accionar municipal con más pruebas médicas y calificar de "solidaria" la responsabilidad de la comuna limeña?

(Foto de cabecera: captura de TV)