Faltan 12 doce días para el mensaje presidencial de Ollanta Humala y aunque no se esperan muchas sorpresas, el ministro de Trabajo, Daniel Maurate, señaló semanas atrás que el mandatario podría hacer un anuncio con respecto a un incremento de la Remuneración Mínima Vital (RMV). 

El 9 de julio, la Central General de Trabajadores del Perú (CGTP) convocó un paro nacional que fue acatado por diversas organizaciones y colectivos. Una de las principales demandas era el aumento del sueldo mínimo a S/1.500 (actualmente asciende a S/.750).

Durante las sesiones del Consejo Nacional de Trabajo (CNT),  los gremios empresariales mostraron su oposición a la propuesta de la CGTP. Según detalla La República, quienes más se opusieron a la elevación la RMV fueron la Cámara de Comercio de Lima (CCL) y la Asociación de Exportadores (ADEX). 

El principal argumento para el incremento es el costo de la canasta básica familiar que -según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI)- asciende a S/. 303. Esto significa que una familia de cuatro miembros necesitaría por mes  S/. 1.212. 

Lo sectores empresariales señalan que estamos en un pésimo momento -debido a la desaceleración económica- para elevar el salario a los trabajadores. No obstante, tal como apunta La República, en tiempos de bonanza los tecnócratas esgrimieron una razón similar: "un atentado contra el crecimiento". Entonces, ¿en qué quedamos?

Para el economista Américo Mendoza, el problema sobre la discusión del aumento de la RMV radica en la primacía de los argumentos políticos e ideológicos sobre los técnicos:

"Hace una década que se discute cómo establecer un sistema equilibrado en el CNT que permita automáticamente y periódicamente ajustar el salario mínimo, pero hasta ahora no se resuelve no por motivos técnicos sino político-ideológicos", manifestó.

Resaltó, además, que en relación a los países de América del Sur, ocupamos uno de los últimos lugares. Mendoza explica las razones de esta posición:

"El pago a los trabajadores se ve como una carga y no un derecho. Estamos muy lejos de establecer un sistema coherente que garantice un estándar o un nivel mínimo de ingreso para los trabajadores. En términos de sueldo mínimo estamos muy atrasados respecto a nuestros vecinos".

¿Habrá aumento? El presidente tiene la última palabra.