En una polémica decisión, el Congreso de la República ha aprobado en segunda votación el retorno a la bicameralidad, modificando sustancialmente 50 artículos de la Constitución, y eludiendo de manera directa la consulta popular del referéndum. La propuesta, principalmente respaldada por las bancadas de Fuerza Popular y Avanza País, ha generado un fuerte debate en la arena política y ciudadana.
La medida, con 91 votos a favor, 30 en contra y 1 abstención, plantea la instauración de dos cámaras legislativas: una de senadores, encargada de la producción legislativa, y otra de diputados, destinada al control político. Aunque se argumenta que esta reforma podría mejorar la calidad legislativa, su aprobación levanta preocupaciones debido a la posibilidad de reelección para los congresistas, contraviniendo la clara negativa expresada por la ciudadanía en el referéndum de 2018.
En un evidente desafío a la voluntad popular, la modificación constitucional evita tanto el referéndum como un proceso de Asamblea Constituyente. Este hecho ha generado inquietud en diversos sectores de la sociedad, que ven cómo el Congreso busca modificar la carta magna sin el respaldo directo de los ciudadanos.
La propuesta de retorno a la bicameralidad fue impulsada de manera insistente por las bancadas de Fuerza Popular y Avanza País. A pesar de que en el referéndum de 2018 la población se pronunció en contra de esta iniciativa, los congresistas lograron superar el mínimo de votos necesario para obviar la decisión popular.
La propuesta no solo implica la creación de dos cámaras, sino que también plantea modificaciones en 50 artículos constitucionales. Esta maniobra legislativa ha levantado críticas y ha puesto de manifiesto el descontento de sectores que ven en esta medida una amenaza a la estabilidad y a los principios democráticos del país.
Durante la votación, diversas bancadas expresaron su respaldo a la propuesta. Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, y el bloque apepista liderado por César Acuña, fueron algunos de los grupos parlamentarios que votaron mayoritariamente a favor. Sin embargo, cabe destacar que esta decisión también contó con apoyos de bancadas de extrema derecha, como Avanza País, Renovación Popular, Podemos Perú, y Somos Perú, así como de congresistas de Acción Popular y algunos sectores de extrema izquierda disidentes de Perú Libre.
La amplitud del respaldo parlamentario refleja la complejidad y polarización del panorama político peruano, donde visiones divergentes convergen en torno a una medida que modifica la estructura fundamental de la representación legislativa.
La aprobación de esta medida ha desencadenado reacciones encontradas en la sociedad civil y diversas agrupaciones políticas. Sectores críticos señalan que este paso podría ser un retroceso para la democracia peruana, mientras que los defensores destacan la necesidad de reformas para fortalecer el sistema legislativo.
El desafío ahora radica en cómo se gestionarán los cambios propuestos y cómo responderá la ciudadanía ante una modificación constitucional que elude un mecanismo directo de consulta popular. La polémica alrededor de esta medida podría generar una nueva ola de movilizaciones y debates en la esfera pública.
[Fotos: Congreso de la República / Flickr]
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