¿Cómo sentirse después de estar al borde de la muerte?, ¿se siguen siendo la misma persona?, ¿por qué algunos sobreviven y otros no? Estas son algunas de las preguntas que la escritora e investigadora Margarita Saona plantea en su libro "De monstruos y cyborgs", un ensayo de la Editorial Intermezzotropical. 

El libro, cuenta la autora, surge de la necesidad de expresarse tras una experiencia traumática. "He estado tratando de procesar muchas cosas y hay un grado de fatalidad. En ese momento, me daba cuenta de que estaba al borde de la muerte, que podía morir en cualquier momento", dijo Saona en La Mula TV.

En el programa 'El Arriero', la autora contó que se preguntaba qué iba a pasar con sus hijas, pero luego pensaba en la realidad más material en la que habían situaciones que parecían broma.

"El darme cuenta que tenían que ponerme un aparato, pero el aparato que más comúnmente usan es para cuerpos más grandes que el tuyo. Entonces, hay algo de absurdo en la situación que me permitía tener este tipo de humor. Venía pensando en estas cosas y escribí un pequeño ensayo en la que ampliaba las ideas de estos tuits", contó.

En entrevista con Javier Torres, la autora explicó que la línea narrativa de sus escritos eran sobre la enfermedad, las operaciones y la "recuperación posible". En esa reflexión, decidió seguir todas las preguntas que venían a su mente mientras leía sobre las historias de trasplantes de corazón.

"Esa pregunta la tenía desde esos momentos como cuando me despierto después de muchos días de inconsciencia y me entero de que no me funciona nada, no me funciona los riñones, el hígado estaba a medias, estaba con un respirador y unas máquinas que activaban el corazón. Me quitan el respirador y me empiezan a hacer una prueba psicológica, si sabía qué fecha era y ese tipo de cosas. Se dan cuenta de que por suerte no se me había dañado el cerebro. Pero entonces se toma a esta prueba como una garantía de mi ser, de que soy yo", señaló.

Junto a estas reflexiones, venían una serie de preguntas sobre el papel de las máquinas y el funcionamiento del cuerpo, pero también "la ansiedad de saber que no hay trasplantes vivientes de corazón". "Uno tiene que esperar a que alguien se muera. No puede haber un donante vivo", resaltó.

Saona hizo referencia a la carga cultura sobre el corazón y las preguntas que se hacía sobre el significado de que el corazón haya fallado. También aparecieron las preguntas sobre cómo se determinaba la muerte de alguien, cómo la pudieron resucitar y a su donante no. 

"Son una serie de dilemas éticos que me han llevado a interesarme más incluso desde esta manera académica en lo que yo debería llamar las humanidades de la salud o las humanidades médicas y quién tiene acceso a ciertos tratamientos y quién no, por distintas razones, desde las razones de pobreza, de abusos materiales hasta razones que a veces parecen bordear lo moral. Me enteré hace poco por ejemplo, no solamente que las personas con excesivo sobrepeso no los ponen en la lista a menos que lleguen a cierto niveles, sino que a veces no los aceptan como donantes de órganos. Puede haber juicios moralistas al respecto", señaló.

Saona reconoce que no sabe cuánto le costará procesar esta experiencia y precisó que no cree en la recuperación absoluta.

"A veces me siento como un poco superficial. Me quejaba con mi hermana Pilar sobre el marcapasos. Hay cosas que parecen triviales, siento que tiene que estar eternamente agradecida de estar viva, y lo estoy, pero al mismo tiempo, un momentito, no creo en una recuperación absoluta, no creo en que esto no tenga un costo a nivel personal y a nivel social también", dijo.

Para Margarita, "volver al mundo" no ha sido tan difícil como cuando estaba en medio de operaciones, entre la conciencia e inconciencia.

"Mi corazón se había parado y no había vuelto a funcionar por sí mismo. Esa supervivencia, de ese momento, y luego salir y tratar de hacer una vida todavía con máquinas, mientras operaba el corazón, todo eso fue muy difícil y por suerte no he tenido complicaciones con el trasplante", señaló.

Margarita Saona se cuestiona cómo es que se invierten los recursos intelectuales y financieros, en el progreso médico y cuáles son los criterios o prioridades cuando se decide a quien salvar y a quien no.

Margarita Saona es escritora e investigadora. Estudió lingüística y literatura en la PUCP y obtuvo el doctorado en literatura latinoamericana en la Universidad de Columbia en Nueva York. Su libro "De monstruos y cyborgs" está a la venta en Librería SUR, donde, con el código 'ElArriero', los seguidores de La Mula tienen un 15% de descuento en este y otros libros.


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