Si el Congreso de la República continúa con el proceso de selección de magistrados del Tribunal Constitucional (TC) a pesar de que hay una medida cautelar que ordena su suspensión provisional, "lo que se abre es una caja de pandora porque la Constitución nos obliga a todos a cumplir los mandatos judiciales y la resistencia a la autoridad judicial es un delito", explicó, este martes, el magistrado Eloy Espinosa-Saldaña.

En entrevista en LaMula.pe, Espinosa-Saldaña precisó que estaría por definirse qué tipo de delito se estaría cometiendo.

"Sería un delito de función porque estás en el cargo de congresista o es un delito común porque si es un delito común, ellos mismos se han quitado la inmunidad, con lo cual el caso iría directamente al Poder Judicial para ver si tenían derecho a hacer lo que supuestamente harían. Si es un delito de función, sus propios colegas van a tener que pronunciarse sobre una eventual acusación constitucional. Estamos llegando a una situación de fricción entre instituciones que a nada bueno conduce", dijo el magistrado.

El magistrado del TC explicó que cuando no se está de acuerdo con una orden judicial, lo que corresponde es apelar ante la instancia superior.

"No se trata de que yo me quiera quedar, pero yo como juez no puedo negar que cualquier juez cuando resuelve algo, está resolviendo para que se cumpla. Y si no se está de acuerdo con lo resuelto, lo que no puedo hacer es desconocerlo, sino ir a la instancia superior, reclamar ante el superior jerárquico de esta jueza para ver si se mantiene esta medida cautelar. Así funciona el Derecho", dijo.
"Una medida cautelar no tiene efecto suspensivo, lo que quiere decir que aún cuando se impugne, la medida continúa teniendo efecto. O sea, aún en caso el procurador apele la decisión de esta jueza, eso no quiere decir que su medida cautelar se suspende, su medida cautelar va a mantenerse mientras haya proceso o si ya en otras instancias superiores la quitan, pero lo cierto es que eso no va a pasar ni mañana ni pasado porque recién presentaría la apelación mañana y para poder resolver tiene que darle trámite dando conocimiento a la otra parte, eso no se va a hacer de miércoles para jueves. Ahí hay una decisión jurídica y política muy delicada que tomar en este contexto", agregó.

Aclaró que no es que el TC esté por encima de otros poderes del Estado, "sino que hay una cuestión de competencias".

"La competencia del juez constitucional, aunque sea de primer nivel del Poder Judicial, y sobre todo del Tribunal Constitucional, es asegurar que todos trabajemos dentro de los parámetros constitucionales, entonces el presidente de la República puede no seguir los parámetros constitucionales y hay varios casos en los que hemos dejado sin efecto decretos de urgencia firmados por presidentes porque no encajaban en la Constitución", recordó.
"Yo no soy superior al Congreso, el Congreso tiene sus funciones, el Gobierno la suya, nosotros las nuestras; en ese sentido, si un juez constitucional considera que el Congreso está violando la Constitución porque no respeta parámetros de meritocracia y de transparencia y que ha dejado fuera a algunos candidatos dentro de esta coyuntura sin justificación suficiente, lo que se llama falta de motivación, ahí tenemos la resolución del caso Ayala, que ya está publicada, y todo indica que el caso presentado por los profesores de la Universidad Católica, según corren rumores, ya habría sido aceptada y también vendría con una medida cautelar bajo el brazo", agregó.

Ante ello, el magistrado del TC dijo que hay que hacer una invocación al Congreso.

"El Congreso no puede estar peleándose con instituciones que le hagan notar públicamente cuestiones que ponen en controversia no sus competencias, sino cómo ejercen sus competencias, que es distinto. Nadie está diciendo que el Congreso no elija a un magistrado, por mi que lo elijan mañana, por motivos obvios, yo hace dos años que no tengo proyecto de vida porque no puedo concertar nada porque no sé si voy a quedarme dos días, dos meses o dos años más en el cargo mientras el Congreso no nombre a mi reemplazante, y lo mismo pasa con mis colegas, pero hay que hacerlo bien por la importancia que ha adquirido el Tribunal", señaló.

Espinosa-Saldaña reiteró que mientras no se reúnan las condiciones, el Congreso no puede nombrar a nuevos magistrados del TC, según lo resuelto por el Tercer Juzgado Constitucional. Y resaltó que esta es una situación que no se ha dado nunca antes en la historia del Perú.

El magistrado manifestó su deseo de que "ojalá pudiera existir una buena voluntad de las partes involucradas", que no son los magistrados en funciones porque ellos no están presentando el reclamo, sino "aquellos sectores de la sociedad y ahora el Poder Judicial que reclaman una mayor transparencia en la selección del Tribunal y el trabajo del Congreso".

"Esto nos puede llevar a una situación de punto muerto porque ya no solamente es la medida cautelar, hay un caso que podría recibir otra medida cautelar, con lo cual los jueces le están diciendo al Congreso que tiene su trabajo, pero como no lo está haciendo bien, no puede terminar de hacerlo mientras no asegure pautas de hacerlo bien. Llegamos a una situación bastante inestable. Nosotros en el ínterin tenemos que seguir resolviendo casos, ¿pero hasta cuándo? Pónganse en nuestra propia situación, que no es nada fácil", señaló.

Espinosa-Saldaña manifestó que si él fuera candidato, haría que cualquier cuestionamiento del proceso de selección se aclare. De lo contrario, dijo, sería un "magistrado bajo sospecha".

"Tengo la responsabilidad de hacer saber a la ciudadanía que hay problemas y estos deben resolverse de la manera más pacífica y armónica posible. Una de nuestras funciones es prevenir conflictos", señaló.


Precedentes

El magistrado recordó que hay varias decisiones judiciales en las que se ha ordenado al Poder Legislativo.

"Hay varios casos porque no existen actuaciones públicas o privadas en un Estado Constitucional que estén liberadas de control constitucional para ver si se está interpretando conforme a la Constitución. Ya ha habido varios pronunciamientos en ese sentido: primero, cuando evaluamos la cuestión de confianza; segundo, cuando nosotros nos pronunciamos sobre la posibilidad de que las personas que entraron por un partido renuncien a ese partido y puedan armar otras bancadas; tercero, cuando estaba juzgándose, procesándose a un exmagistrado de la Corte Suprema, Tineo Cabrera, para ver cómo puede hacer el Congreso su acusación constitucional; cuarto cuando, por ejemplo, lo que ya no era una acusación constitucional, sino una investigación del Congreso al expresidente Toledo, el Tribunal les fijó pautas con carácter de presidente porque allí el congresista, el que hace la fiscalización, actúa parecido a un fiscal pero tiene ciertas restricciones; en el caso de la señora Celia Anicama, la excongresista a la que se cuestionaba su comportamiento ético, también el Tribunal ha dado pautas sobre qué puede hacer y qué no puede hacer la Comisión de Ética del Congreso".


Debe ser una elección imparcial

"Aquí lo importante sería tratar de encontrar alternativas que nos llevan a lo que todos queremos que es a una elección de nuestros reemplazantes porque a nosotros ya no nos toca quedarnos más tiempo, pero debe ser una elección que asegure a gente imparcial, independiente, que no tenga ningún conflicto de intereses, que asegure gente que se vaya a fajar a pesar de las presiones, que tenga un compromiso conocido con la defensa de los derechos fundamentales, obviamente que conozca Derecho Constitucional, el Tribunal no es solo para constitucionalistas, pero tampoco es un "kindergarden", o sea todo mundo aprende algo, pero el Tribunal más alto en el país tiene que contar con gente que por lo menos tenga una idea de lo que está manejando. Cuando me dicen que hay candidatos que son de áreas del Derecho que en su vida han visto constitucional, a mi no se me ocurriría postular para ser director de la Sunat porque no soy especialista en tributario, los abogados somos como los médicos, tenemos especialidades".


Los reemplazantes deben ser los mejores posibles

"Lo que ha estado cuestionando la opinión publica es, en algunos casos, falta de transparencia porque había una candidata que entregó fotocopias y por eso no le aceptó postular siendo una persona muy calificada, después esta situación rara de que no iba a haber concurso y dos meses después resucitamos el concurso con los mismos candidatos. Se ha cuestionado mucho una cosa que no pasó con nosotros. A nosotros nos invitaban las fuerzas políticas y nos preguntaban cómo considerábamos que debía trabajar el Tribunal Constitucional, pero no preguntaban sobre cosas que significarían un adelanto de opinión, además se presta a que se esté tratando de ver si los candidatos son favorables a ciertas posiciones".
"Más bien lo que se debería preservar es la independencia, la imparcialidad, la capacidad de respetar las competencias, las instituciones, el trabajo en equipo, la dinámica dialógica, el juez no puede ser ese sabio que está en un castillo que hable en difícil para que los demás no lo entiendan, además tiene una apuesta por los sectores más vulnerables y, sobre todo un compromiso por la defensa irrestricta de los valores y los principios constitucionales. No cualquiera puede ser juez constitucional, tiene que cumplir estos requisitos".
"Si hacemos este tipo de preguntas, ese perfil no tenemos en claro si los candidatos lo tienen. Yo puedo pensar porque conozco a algunos de hace muchos años que sí, pero lo importante no es lo que piense yo, si no cómo queda ante la opinión pública una institución que con defectos y virtudes ha conseguido algo que no pasaba hace algún tiempo: hace siete años, no pasaba que si había un problema político, económico o social importante, la gente dijera esto es inconstitucional y vamos ante el Tribunal. Esa idea de un órgano mediador, pacificador, ordenador, que se ha ganado no se puede perder, se tiene que mantener con los que nos reemplacen y por eso hay que tomar toda la seguridad para que los que nos reemplacen sean los mejores y las mejores posibles".
"Imagínate el quinquenio con cuatro presidentes que hemos tenido quitando al TC, no habiendo la sentencia contra la ley mordaza, no habiendo la ley que resuelve la cuestión de confianza y que permitió las reformas constitucionales, no habiendo la sentencia que resolvió la disolución del Congreso, por solo mencionar algunas. Entonces, un Tribunal Constitucional es necesario en tanto y en cuánto tenga gente que comprobadamente pueda cumplir esa labor difícil. Y eso es lo que está en discusión ahora, ahora con mayor razón que hay un juez del Tercer Juzgado Constitucional de Lima ha dicho que no discute que el Congreso nombre a los magistrados, pero tiene que hacerlo bajo ciertas pautas, tienen que hacerlo bien. Entonces, lo que les ha puesto a los congresistas es un problema tremendo porque mientras ellos no aseguren ciertas condiciones de nombramiento hay una medida cautelar".

Espinosa-Saldaña aclaró que ninguno de los seis magistrados que ha vencido su mandato aspira a quedarse en el cargo de por vida. "Es más, nosotros, seis meses antes de que venciera nuestro mandato, le mandamos una carta al Congreso pidiéndole que elija y lo hemos hecho varias veces", dijo.


[Foto de portada: Andina]


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