La fiscal federal Elise LaPunzina rechazó el  "sexto intento" del expresidente peruano Alejandro Toledo de su libertad en EEUU, esta vez porque alega tener los síntomas del nuevo coronavirus (COVID-19).

En un documento de ocho páginas, LaPunzina rebatió este miércoles el nuevo pedido de reconsideración que presentó la defensa de Toledo Manrique para salir de la cárcel, donde espera su extradición al Perú, informó El Comercio. 

"Este es el sexto intento en el que Toledo busca la libertad bajo fianza, o que se reconsidere una negación de esta", señala la fiscal en su escrito, en el que insiste en que el exmandatario acusado de corrupción por la justicia peruana no acredita ninguna de las dos causales que justificarían liberarlo.

LaPunzina sostiene que Toledo, salvo en lo referido al coronavirus, recurre a las mismas razones que ya fueron rechazadas hace una semana por el juez Vince Chhabria para liberarlo

La fiscal también cuestiona el argumento del COVID-19, al señalar que no hay sustento para decir que el expresidente está en riesgo de contraer coronavirus. "Actualmente no hay casos reportados de COVID-19 en Maguire [el penal del condado de San Mateo que alberga al expresidente]", refutó, luego de que este lunes, los abogados de Toledo dijeron que estaba en peligro porque "respira el mismo aire sin filtrar" que el personal médico del establecimiento. 

La defensa de Toledo alegó también que la zona es el “epicentro de la pandemia” en Estados Unidos y que en la vecina prisión de Santa Clara dos internos tuvieron que entrar en cuarentena porque el abogado que los entrevistó dio positivo para coronavirus. 

Pero LaPunzina sostiene que Maguire ya elaboró un protocolo preventivo, el cual adjuntó en su oficio. "La moción de Toledo no tiene en cuenta las medidas de precaución que Maguire ha implementado para mitigar el riesgo, que incluyen un plan de chequeo de quienes entran al lugar, recomendaciones para el monitoreo de los internos que pudieran haber estado expuestos al COVID-19, y la vigilancia del personal que pueda haber tenido contacto con infectados, entre otros", dice.

La fiscal además subraya que es la extraña aparición de los síntomas que Toledo presentó un día antes de enviar el oficio para reconsiderar su fianza. De acuerdo a información proporcionada por el sargento James Guilletti, que está a cargo de clasificar a los internos en Maguire, Toledo se quejó de tener síntomas de COVID-19 el 15 de marzo. "Como resultado, fue aislado y monitoreado", apuntó. 

Toledo fue trasladado a otra unidad en donde tendría aislamiento médico, según relató Guilletti a la fiscal. “Al 18 de marzo, ya no exhibe ningún síntoma de COVID-19. Toledo dice que los síntomas ya no existen”, asegura.

Para LaPunzina, es absurdo de que antes Toledo se quejaba de estar aislado y que ahora diga que no estarlo le genera un riesgo de contagio. En el oficio enviado por sus abogadosse argumenta que el expresidente tiene demasiado contacto con potenciales portadores del coronavirus. 

"El riesgo de exposición [al virus] de Toledo es menor que el de otros internos. Hasta hace poco [...] tenía una celda privada y un baño que no era compartido con ningún otro recluso. De hecho, sus principales argumentos de que existía una circunstancia especial estaban basados en su reclamo de que le faltaba contacto con otros", cuestiona LaPunzina.

El juez Thomas Hixson celebrará una audiencia telefónica este jueves 19, en la que participarán ambas partes y Eliane Karp, esposa de Toledo, que estará presente porque deberá pagar la fianza si Hixson le da la razón al expresidente. Pero la fiscal pidió que, de ser esa la decisión, se les dé un tiempo prudente para apelarla ante el juez Chhabria.

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