La convulsión en Bolivia se desbordó y el "uso desproporcionado de la fuerza" en contra de los seguidores de Evo Morales, que renunció hace una semana, recibió el repudio de organizaciones internacionales, tras otra jornada de represión, violencia y luto este viernes durante una gran movilización de cocaleros que son fieles al expresidente, hoy asilado en México

Este sábado, Nelson Cox, representante de la Defensoría del Pueblo en la región de Cochabamba, informó a la agencia Efe que la cifra de muertos asciende a siete y la de heridos supera el centenar tras los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad y militares cerca de la ciudad boliviana de Sacaba. 

Poco después, se reportó que ya era nueve los fallecidos, la mayoría por disparos de bala, según dijo a la AP Guadalberto Lara, director del Hospital México de la localidad de Sacaba, cerca de la ciudad de Cochabamba, en lo que describió como la peor violencia que vio en sus 30 años de carrera. En el balance inicial del viernes se hablaba de cinco víctimas mortales.

LA CIDH EXPRESA “PROFUNDA PREOCUPACIÓN” POR MUERTES EN BOLIVIA; EXIGE SANCIONAR A RESPONSABLES. (AP)

En medio de este panorama de estallido social, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su condena al "uso desproporcionado de la fuerza militar y policial".  

"Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales".

La CIDH agregó que "el uso indiscriminado de gas lacrimógeno por las fuerzas policiales y militares en Bolivia atentan gravemente a los estándares jurídicos internacionales". "El Estado tiene el deber de respetar el derecho humano a la protesta pacífica", apuntó el organismo.

UN GRUPO MUJERES ATRAPADAS EN MEDIO DE LOS VIOLENTOS ENFRENTAMIENTOS.

La jornada de violencia y represión en Sacaba comenzó cuando la Policía intentó dispersar una protesta de cocaleros llegados desde el Chapare, la emblemática selva donde Morales se forjó como líder sindical. La masiva movilización se realizó para rechazar al gobierno transitorio de Jeanine Áñez, quien asumió la presidencia de Bolivia tras la dimisión de Evo.  

MANIFESTANTES MUERTOS EN COCHABAMBA TRAS LOS CHOQUES CON LA POLICÍA. (AFP)

Los productores de hoja de coca, al igual que grupos indígenas y campesinos en diferentes ciudades de Bolivia desconocen el mandato de Áñez, quien desde que asumió el cargo, el pasado martes, afirma que su misión es "pacificar" el país y convocar elecciones a la mayor brevedad. Pero lo cierto es que no lo ha logrado y la tensión no se ha contenido.

Desde México, Morales arremetió contra la actuación de las fuerzas de seguridad. "El régimen golpista que tomó el poder por asalto en mi querida Bolivia, reprime con balas de las Fuerzas Armadas y la Policía al pueblo que reclama pacificación", escribió en sus redes sociales. Y este sábado volvió a pronunciarse:

Así, el número de víctimas mortales en las protestas que se iniciaron tras las elecciones del 20 de octubre suman hasta la fecha 20. Los heridos son casi 550 y los detenidos, 44. La violencia continúa.

La ONU se pronuncia

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió que "las acciones represivas de parte de las autoridades" pueden poner en peligro cualquier el diálogo.

"Condeno estas muertes. Se trata de un desarrollo en extremo peligroso, pues lejos de apaciguar la violencia, es posible que la empeore".

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