Al racismo, el fanatismo religioso y el carácter militar, ahora el gobierno interino de Jeanine Áñez debe sumar cinco vidas humanas de bolivianos que protestaban contra su gestión, a la que consideran ilegítima y producto de un golpe de Estado.

La gestión de Áñez se inició con ataques a la bandera indígena whipala, con afirmaciones de que "la biblia volvió a palacio de gobierno" y con un recuento de sus tuits racistas en contra del pueblo que se supone ella debería representar.

Áñez se autoproclamó presidenta de Bolivia con la aprobación de la Policía y las Fuerzas Armadas que le dieron la espalda al expresidente Evo Morales, que tuvo que renunciar ante este inesperado giro.

foto: fernando cartagena / la razón

Este viernes, lamentablemente cinco cocaleros que protestaban en Cochabamba fueron víctimas de la represión policial: murieron por balazos disparados por agentes del Estado. 

Las víctimas de este gobierno de ultraderecha fueron identificadas como Emilio Colque, Juan López; Omar Calle; César Sipe; y una persona no identificada.

El representante de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba, Nelson Cox, confirmó que las muertes fueron por balazos.

"Apenado por la situación que se ha registrado el día de hoy, tenemos el deceso de cinco hermanos, hay varios heridos que se han desplazado a los hospitales, son más de 26. Penosamente hasta en el traslado de las ambulancias tuvimos problemas de Sacaba hacia la ciudad por el control policial y militar", sostuvo Cox a la red ATB, según cita La Razón de Bolivia.


"Condenamos la situación de enfrentamiento que se ha dado por parte de las fuerzas conjuntas, no es posible que avanzando tanto en la defensa de los derechos humanos, en el respeto a la integridad, la vida y la dignidad humana se tenga que hacer una utilización indiscriminada puesto que han muerto por arma de fuego, vamos a pedir las investigaciones necesarias para aclarar estar situación y es urgente un llamado a las autoridades y dirigentes para que coadyuven a una desmovilizacion que no ponga en riesgo y zozobra la vida y familia cochabambina", agregó Cox.

Además, otros 26 bolivianos resultaron heridos producto de la represión y se encuentran hospitalizados en Sacaba y de Cochabamba.

Además, se produjeron detenciones: al menos 169 cocaleros fueron arrestados.

Los familiares de las víctimas despidieron a sus seres queridos al grito de "¡Áñez asesina!".

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Desde México, Evo Morales, quien mantiene apoyo de un gran sector de Bolivia, condenó esta represión.

"Condeno y denuncio ante el mundo que el régimen golpista que tomó el poder por asalto en mi querida Bolivia reprime con balas de las FFAA y la Policía al pueblo que reclama pacificación y reposición del Estado de Derecho. Ahora asesinan a nuestros hermanos en Sacaba, Cochabamba", dijo Morales en Twitter.


[Foto de portada: La Razón de Bolivia]


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