Disuelto el Congreso, el presidente Martín Vizcarra tiene mayor poder para gobernar e implementar políticas públicas. Tiene la cancha libre para aplicar sus medidas. Para el economista Elmer Cuba, esta es la oportunidad para que el mandatario muestre su capacidad. En este sentido, el exintegrante del equipo económico de Keiko Fujimori, considera que el impulso que necesita la economía peruana es la implementación del Plan Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP), una política que debe aplicarse sin quitar derechos a los trabajadores formales, afirma. En esta entrevista, Cuba, socio de Macroconsult, resalta la necesidad de una reforma tributaria y de la formalización laboral.


- En una reciente entrevista, afirmó que el presidente Vizcarra debe cumplir con el plan de gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.

Él ha sido miembro de una plancha con una propuesta política para el país, él está ahí porque fue votado por el pueblo con una prédica, lo más coherente es que siga con esa prédica.

¿Qué políticas deberían aplicarse?

No espero que cada cosa del plan se cumpla, pero sí la visión, de ir por el camino de la inversión, del desarrollo, de la educación, la salud, tiene que ir en esa dirección. Pero el mismo presidente Vizcarra, apenas asumió, hizo el Plan Nacional de Competitividad y Productividad. Luego, en diciembre y ahora en julio pasado, ha reafirmado el mismo. Lo más natural es que implemente su plan de competitividad, es lo que está aportando en la línea de su mandato.

¿Qué faltaría para que se implemente?

Hay ocho leyes que se requieren y hay como decenas de otros puntos que están a cargo del mismo Ejecutivo. En esos puntos, debe proceder. Y en la parte legal, debe ir por el camino con cargo a rendir cuentas al Congreso luego. El Ejecutivo puede dar las normas ahora y correr traslado para explicar al Congreso de enero lo que está haciendo. Ahora, la ley lo faculta para gobernar con decretos de urgencia y podría hacerlo.

De los ocho objetivos del Plan de Competitividad, ¿cuáles serían los más importantes?

Hay un tema tributario importante, en Perú la evasión todavía es alta y si queremos elevar sueldos tenemos que ir por ese camino, no hay otro. Y también está la parte de la formalización laboral, hay una elevada informalidad. Hay un 70% de empleados dependientes que son informales y la idea es que se formalicen. Por el lado tributario, hay reformas interesantes de mejorar su inserción de redefinir el sistema de impuestos para las Mypes para que puedan entrar.

¿Y cuál es su opinión sobre el prorrateo de los beneficios laborales?

Es un debate dentro de la formalidad, yo me refiero a la informalidad. Dentro de los formales hay un debate, yo me refiero al grueso, al 70% que no tienen beneficios, a los olvidados, a la mayoría de peruanos que no tiene esos beneficios, ni siquiera tienen qué prorratear. No hemos visto ninguna política en 30 años que vaya a ese sector. Es la mayoría, que son informales al 100%, trabajan todo el día y no tienen ningún beneficio.

¿El prorrateo beneficia a los informales entonces?

No, el prorrateo es a los formales. Para ellos, la pregunta sería si se prorratean o no. Pero los informales ni siquiera tienen qué prorratear. El peor de los mundos es el informal. El trabajador es informal, su jefe también, no son multables por Sunafil, no tienen gratificaciones, vacaciones, no tienen jubilación, no tienen salud, es el peor de los mundos. Ahí vive el 70% de los empleados. El foco se ha ido al 30% que sí tienen derechos con una discusión más ideológica. Pero nadie habla del 70% y en el Plan de Competitividad hay algo de eso.

¿Cuál sería la principal medida para combatir esa informalidad?

Cuando un trabajador se formaliza, al empleador le cuesta pagar 9% de EsSalud y el trabajador que entra pierde el SIS y eso no se debería perder. Es una barrera que hay que eliminar, poder ser formal y no perder el SIS. Lo otro es el aporte a AFP, si eres informal y ganas poco y te formalizas te van a quitar 10%, pero podría ser 3 o 4%. Pueden haber medidas para que el paso a la formalidad sea más suave. Por el lado tributario, los impuestos para las Mypes están mal pensados, no introducen a los trabajadores como costo. Hay varias cosas más micro que están en la mesa y hay que llevarlas a cabo. Estoy hablando del 70% de los olvidados.

¿Los informales sí tendrían CTS y gratificaciones? Hay un Informe de Competitividad y Productividad del sector privado que propone que los trabajadores de pequeñas y microempresas no tengan beneficios laborales.

Ese es todo un tema. Cuando uno contrata a un trabajador, está pensando en el sueldo anual. Uno calcula que, por ejemplo, se le va a pagar 20 mil soles al año. Ese es el costo. Eso le importa al empresario y ese monto se puede pagar en 12 o 15 cuotas. Entonces, es una pelea totalmente absurda por cómo se reparte la torta. Ambos son culpables, los empresarios son igual de miopes que los trabajadores porque están peleando por un tema que no es relevante porque en la siguiente negociación, igual se ajusta. Supongamos que mañana hay una conquista laboral y se ganan 10 días más de vacaciones, en el próximo contrato se bajan los sueldos para que todo se equilibre. Son falsas conquistas, son pírricas, tanto para el empleador y el trabajador. Al final, el mercado laboral se ajusta por precios, si la gente es capaz y educada, y tiene buena productividad, ganará más. Son batallas falsas que nos hemos inventado.

Algunas de las medidas del Plan de Competitividad pueden ser impopulares, hay un informe del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) del 2017 que muestra que los trabajadores se oponen al prorrateo de las gratificaciones.

Si legislas a favor del 30% que tiene derechos, eso es popular, pero para segmento minoritario de formales. El peruano de a pie, dependiente de informales, es el 70%. Hay que ponerlo en la mesa con la productividad del trabajador para, en base a eso, aumentar los salarios. Eso se mueve con más educación y con crecimiento económico. La idea es que sin tocar los derechos laborales del 30% de formales, se deben dar derechos al 70% de informales, esa es la idea y hacerlo de manera inteligente, sin quitarle derecho a los que ya los tienen. Hay que crear una comisión de formalización y que se debata.

Los trabajadores formales están representados por los sindicatos en el Consejo Nacional de Trabajo y Promoción del Empleo (CNTPE), que por cierto está desactivado por el retiro de la CGTP y otras centrales sindicales en protesta al Plan de Competitividad, pero ¿quién representa a los trabajadores informales?

Y a los empleadores informales también. Ambos no están representados. Los ministros solo pueden reunirse con los formales. Los empleadores informales son pobres, son Mypes, no hay ni una empresa informal grande. Una comisión de formalización sería la gran comisión del 2020, no hay que rehuir al tema.


[Foto de portada: Andina]


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