Está cantado que la eventual aprobación en el Congreso de la reforma para que se adelanten las elecciones al 2020, como ha planteado el Ejecutivo, costará sangre, sudor y lágrimas. Porque está claro a estas alturas que la mayoría que controla el Parlamento quiere ganar tiempo para no aprobar la propuesta, dijo la congresista Patricia Donayre, hoy en Unidos por la República, en alusión a Fuerza Popular, su exbancada.
Indicó que el titular del Legislativo, Pedro Olaechea, dice que quiere dialogar con el presidente Martín Vizcarra, pero en paralelo solicita una opinión consultiva a la Comisión Europea y formula consultas a constitucionalistas; mientras tanto, ya pasó un mes desde que el Ejecutivo entregó el proyecto de reforma constitucional al Congreso para recortar el mandato presidencial y congresal a julio del 2020.
"En el Congreso se quiere ganar tiempo para no aprobar la reforma de adelanto de elecciones y, en el supuesto de que el Ejecutivo plantee la cuestión de confianza, tengan todas las balas listas para disparar y evitar que la confianza pueda concretarse", sostuvo Donayre en Canal N.
"Cabe la posibilidad de que digan es improcedente la cuestión de confianza y que quieran respaldarlo con las opiniones que están pidiendo".
La legisladora consideró además que debe intervenir Cancillería peruana ante la consulta formulada al órgano europea, porque está de por medio la imagen del Perú ante el exterior. "El presidente del Congreso nos representa a todos, debió consultar, preguntar o informar por lo menos que se hará la consulta, no nos lo hizo saber, nos hemos enterado por los medios", apuntó, tras señalar que lo que pueda decir la también llamado Comisión de Venecia no es vinculante.
Donayre subrayó que el país se encuentra en una encrucijada y lo que corresponde es ir a un adelanto de elecciones y obedecer el sentir popular, que apoya de forma mayoritaria el planteamiento del Ejecutivo.
¿La vía del referéndum?
Por ello la legisladora consideró que, en paralelo, se debería buscar aprobar la reforma por la vía de la iniciativa popular, a través de un referéndum, sin que tenga que pasar por el Congreso, para lo cual se necesitan el 10% de firma del padrón electoral.
Según dijo, si se consiguen el número de firmas para convocar a referéndum y en la consulta se aprueba el adelanto de elecciones con la mitad más uno de los votos, la propuesta del Ejecutivo se aprueba directamente.
"Está regulado por la ley de Participación y Control Ciudadano. Con un 10% de firmas, el pueblo podría pedir, vía referéndum, la reforma constitucional", refirió Donayre, aunque admitió que por los tiempos, este proceso también puede ser complejo, ya luego de conseguir las firmas necesarias, estas tienen que ser aún validadas. Sin embargo, insistió en que si hay voluntad se puede lograr.
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